El contrato de la limpieza de Tarragona, sin oposición pero con dudas

PSC y Junts aprueban la propuesta en la comisión informativa y el resto de grupos se abstiene

Este martes tuvo lugar la comisión informativa extraordinaria de Hisenda, convocada por el equipo de gobierno, para exponer al resto de formaciones municipales en la oposición las modificaciones del contrato de la basura, que ha de pasar mañana por consejo plenario donde buscará ser aprobado para su licitación. Este nuevo contrato supone el primer reto para el gobierno socialista, que ha decidido gobernar en minoría, pero debe buscar el apoyo del resto de formaciones en cuestiones como esta. Para lograrlo, le valdría con congeniar con el grupo mayoritario de la oposición, ERC, ya que sus siete regidores serian apoyo suficiente. Por contra, deberán poner de acuerdo a, al menos, dos de los demás grupos con representación, conformados por PP, Junts, Vox y ECP.

Según los resultados de la comisión informativa, el nuevo contrato seguiría adelante, ya que la propuesta socialista no ha recibido la negativa de ninguna de las formaciones. El equipo de Junts ha decidido votar a favor y confirman que «mantendrán su voto». Su portavoz, Jordi Sendra, afirma «no querer bloquear este proceso, porque Tarragona merece ser más limpia». El resto de formaciones han decidido abstenerse, así que, si nadie cambiara su voto, el proceso seguiría adelante.

Voces contrarias

Aunque ninguna de las formaciones haya emitido su voto en contra, algunos portavoces se han mostrado contrarios a esta nueva licitación. ERC no ha querido dar detalles sobre un posible cambio de posición, aunque hoy aclararan su voto en una comparecencia.

No obstante, la portavoz republicana, María Roig, criticó el anuncio de este nuevo contrato, asegurando que «este no introducía grandes cambios a la propuesta de esquerra» y el PSC «había hecho una fuerte campaña contra la anterior propuesta, que ahora se hacia suya». Roig acusaba a los socialistas de «engañar a la población y a los trabajadores».

Por otra parte, des del Partido Popular aseguran haberse abstenido «para decidir el voto definitivo en los próximos días». Los populares aseguran «necesitar más tiempo para analizar los nuevos puntos y decidir el sentido de su voto». El grupo municipal ha criticado «haber pedido más tiempo para estudiar el proyecto sin haber recibido una respuesta favorable» y recuerdan que se trata de «un contrato extraordinariamente extenso y con un impacto económico muy importante para la ciudad». Por lo tanto, su decisión final será una incógnita hasta que llegue el pleno.

Una abstención que tiene diferente sabor es la de En Comú Podem, su portavoz, Jordi Collado, asegura que «mantienen su posición, porque consideran que la nueva propuesta «es la misma que la de ERC, pero con algún retoque estético». Collado se ha mostrado crítico con este contrato y ha recordado que la formación es partidaria de «una municipalización del servicio» a la vez que critican que «una facturación tan grande hace imposible que se pueda ejercer un control efectivo». Pese a esto, Collado ha confirmado que «mantendrán su abstención en el pleno», ya que consideran que «hay cuestiones que deben ser desencalladas y dejaran que el gobierno tire adelante».

La formación de Vox es la que genera una mayor incógnita, ya que se han abstenido pero se desconoce si es una decisión firme. La formación estaría «aún estudiando la propuesta socialista». Por lo tanto, seria esperable que la nueva licitación siga adelante, pero la indecisión de ERC, PP y Vox, marca un posible bloqueo si las tres formaciones decidieran cambiar su voto.

La votación del nuevo contrato de la limpieza pondrá a prueba las capacidades del gobierno en minoría socialista para buscar complicidad con el resto de formaciones.