El contrato de la basura de Tarragona: una (constante) carrera de obstáculos

Proceso sin fin. Licitaciones desiertas, protestas y recursos marcan una polemica tramitación.

La esperada renovación del contrato de la limpieza y la recogida de la basura de Tarragona sufre una auténtica carrera de obstáculos desde hace cuatro años. La actualización de un contrato que se firmó en 2002, y que se prorrogó con polémica en 2010, se está convirtiendo en una auténtica travesía por el desierto.

2020-2021

El Ayuntamiento, entonces liderado por el alcalde Pau Ricomà (ERC), sacó a licitación en 2020 la redacción del pliego de condiciones técnicas o, lo que es lo mismo, la arquitectura que debería tener el nuevo servicio.

Se presentaron tres ingenierías, ganando la firma Lavola, de Manlleu. Sin embargo, un recurso paralizó el proceso. Tras una larga espera, en verano de 2021 el concejal Jordi Fortuny (ERC) lideró la gran decisión: internalizar el trabajo a los técnicos municipales.

2022

En mayo de 2022 el pleno municipal avaló el pliego técnico y el contrato se licitó en septiembre de ese año. La sorpresa, sin embargo, fue que en diciembre el proceso quedó desierto: no se presentó ninguna empresa. Este fue el primer gran mazazo del proceso porque ya era seguro que el servicio no se podría renovar antes de las Municipales de mayo del 2023.

Primer semestre 2023

Durante los primeros meses del 2023 el ejecutivo republicano priorizó «flexibilizar» las condiciones de la primera licitación. Por ello se introdujeron varios cambios tras una ronda de contactos con empresas del sector: un aumento del periodo del contrato –de nueve años a diez– así como del pago del interés por las inversiones: el 2,5% al 4,5%.

En ese momento se inició una batalla que saltó a los medios entre la firma gestora –FCC–, el comité de empresa –con audios de apoyo político al PSC– y el Ayuntamiento, que acabó con una sanción de 250.000 euros y la amenaza de huelga por parte de los empleados, que se manifestaron liderados por Ángel Martín de Sande, que ahora ya no está.

En marzo del 2023 apareció una alegación de la empresa Smatsa, vinculada al caso Mercurio de Sabadell, así como otra del comité de empresa de la UGT, que paralizaron de nuevo el proceso al llevarlo al Tribunal Català de Contractes del Sector Públic, que resolvió a dos días de las elecciones municipales de mayo del 2023 que la tramitación podía seguir, a cambio de publicar una serie de documentos.

2023-2024

Ya con el alcalde Rubén Viñuales (PSC) se volvió a licitar el concurso, que en esta ocasión contó con cuatro ofertas, que todas incorporaban a la pyme Aporta para llevar el control de la fiscalización del servicio.

La polémica saltó en esta última fase del proceso a finales de enero, antes de que se abriera el último sobre, cuando se empezó a filtrar que la firma con origen galo GBI Paprec era la ganadora. El Diari, de hecho, anunció su nombre en exclusiva el 29 de enero, mientras que el Ayuntamiento lo confirmó oficialmente el 30. En ese momento empezó otra batalla que, de momento, ha llegado hasta el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic. ¿Será esta su última parada? La respuesta está clara: no.