El consumo eléctrico crece en Tarragona en la primera semana del decreto energético
Las restricciones no se traducen aún en ahorro. La luz gastada creció un 4% en la provincia en relación con la semana previa y un 7% con la misma del año pasado. Puede influir el calor o el auge turístico
Las restricciones del decreto energético aprobado por el Gobierno aún no se traducen en un ahorro en Tarragona, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en Catalunya o en España. Del 8 al 13 de agosto el consumo en la provincia fue de 139,38 GWh. Es un 4% más en relación con la semana anterior, la del 1 al 6 de agosto (133,58), según las cifras provinciales ofrecidas por Endesa. Pero también supone un aumento si se compara con otro periodo de referencia como puede ser la misma semana del año anterior. También en esa equiparación se constata un aumento, en este caso del 7%. En ese periodo del año anterior el consumo fue de 130,23.
La dinámica puede responder a un menor cumplimiento de las medidas pero también a otros factores, como pueden ser la laboralidad o el turismo, que alcanza estos días su mayor apogeo en la Costa Daurada. «Es complicado decir a qué se debe, porque hay muchas variables que juegan», explican desde la compañía, que no aglutina en Tarragona la totalidad de los contratos pero sí es la comercializadora de la gran mayoría. Otro de los condicionantes es la ola de calor. Si bien la temperatura ha bajado en los últimos días, en el periodo considerado seguía siendo elevada, lo que se traduce por ejemplo en un mayor consumo del aire acondicionado, también en aquellos lugares que están exentos de las limitaciones, como los hogares o las oficinas.
El 9 de agosto, por ejemplo, día de la entrada en vigor del decreto, el consumo en Tarragona fue de 22,95 GWh, una cifra por encima del dato de la semana anterior (22,16) y del registro del mismo día de 2021 (21,16).
Cuando han pasado casi dos semanas, aún quedan en Tarragona o en Reus escaparates con luces encendidas por la noche. Más cumplimiento parece haber en la limitación a 27ºC del aire acondicionado. Los expertos admiten que a medio o largo plazo el ahorro en el consumo deberá notarse. En algunos casos, la adopción de medidas ha sido progresiva.
Desequilibrio en Catalunya
En el global de Catalunya todo depende de dónde se mire. Del 8 al 13 de agosto hubo un consumo de 725,96 GWh. Supone una reducción del 6% respecto a la semana inmediatamente anterior (771,82 GWh) pero es un 8% más en comparación con el mismo periodo analizado de hace un año (670,59 GWh), un momento en el que la pandemia, como otro indicador que influye, estaba mucho más presente que ahora.
En el global de España, el balance de la primera semana con el plan de ahorro en marcha indica que el consumo de electricidad ha caído un 3,7% entre el lunes 8 y el domingo 14 respecto a la semana anterior, según reveló la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Esas cifras están en línea con los cálculos del Ejecutivo de que estas medidas ahorren más de la mitad del 7% de reducción de gas comprometido con Bruselas, según añadió Ribera.
Si la comparación se realiza con la semana equivalente del año anterior, el consumo cayó un 1,8%. En todo caso, habrá que espera la evolución de las próximas semanas.
Los sectores económicos implicados reconocen que han tenido que adoptar las medidas, aunque a veces entre dudas y confusión, y a regañadientes. Además, asumen las quejas de la clientela.
El presidente de la Associació d’Hostaleria de Cambrils, Xavi Martí, asegura que limitar el uso del aire acondicionado generará malestar entre los clientes. «Llegan de la calle acalorados y cuando entran quieren un ambiente fresco para comer tranquilos. No puede ser que regulen la temperatura porque en un restaurante, solo con abrir la puerta de la cocina ya puedes llegar a los 30 grados perfectamente. No tiene ningún sentido y no creo que muchos lo hagamos porque es inviable. Los clientes que vienen buscan comer cómodos y sin calor, si empiezan a sudar no lo harán a gusto y estarán deseando acabar cuanto antes. Los políticos no nos vuelven a beneficiar», lamenta.
«Lo respetaremos, porque tenemos que apostar por consumir menos energía y hacer la transición hacia las renovables. Hemos informado ya a nuestros asociados. Lo único es que nos han dado poco margen», explica Meritxell Barberà, presidenta de la Unió de Botiguers de Reus.
Críticas y malestar
Jacint Pallejà, presidente de El Tomb de Reus, observa una «tendencia a ir cumpliendo, a implementar las medidas».
Desde La Via T de Tarragona, la opinión es algo más crítica, sobre todo por los procesos, no tanto en el fondo sino en la forma. «Estamos de acuerdo con reducir la energía consumida pero quizás las medidas son excesivas», explica Judith Sentís, dinamizadora de la entidad comercial.
Ella recoge la visión de muchos comerciantes: 27ºC de aire acondicionado en verano y 19ºC de calefacción en invierno son umbrales excesivos que ya están generando molestias. «Es demasiado calor y demasiado frío. Se debería haber hecho algún tipo de consulta al sector, a las patronales». El punto más polémico es también el de más dispendio económico, el de instalar puertas para retener el aire: «Hay tiendas basadas en un modelo sin puerta, solo con reja o persiana, que ahora tendrán que hacer una inversión que no llega en el mejor momento. No es la mejor medida para nosotros y la aceptación no es muy buena».