El consumo doméstico de agua de los tarraconenses baja un 12% en quince años
El uso comenzó a contenerse con la sequía de 2008 y sólo aumentó en el confinamiento. El Ayuntamiento entrega en abril el nuevo plan de sequía al que estaba obligado desde 2020
Con el histórico episodio de sequía de los años 2007 y 2008 los catalanes en general y los tarraconenses en particular comenzaron a verle las orejas al lobo. Fue un momento de inflexión en que el cotidiano gesto de abril el grifo comenzó a ser cada vez menos despreocupado.
En el caso de la ciudad de Tarragona, como demuestran los datos de la Empresa Municipal Mixta d’Aigues de Tarragona, EMATSA, el consumo bajó de los 128,33 litros por habitante en el 2007 a los 122,50 el año pasado (un 12,3% en quince años). El gasto comenzó a contenerse desde entonces y solo tuvo un repunte claro en 2020 con el confinamiento.
Valga decir que el consumo de los tarraconenses es incluso más moderado que el de la media de Catalunya que en 2021 era de 117 litros por habitante al día. Catalunya, de hecho, es de las comunidades con menor consumo del Estado pero también hay que tener en cuenta que es la que paga el agua más cara.
Este año, una vez más, especialmente en verano será el momento de ver si el actual episodio de sequía implica una nueva vuelta de tuerca en lo que se refiere al consumo.
Con todo, y aunque parece que los tarraconenses en general han estado haciendo los deberes en lo que a ahorro se refiere (tanto en lo que se refiere al uso en las casas como a la solución de las fugas) queda margen de mejora. La Organización Mundial de la Salud calcula que son 100 los litros de agua los que necesita una persona al día para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene.
Una oportunidad para examinar dónde se puede ahorrar en casa es la calculadora que tiene EMATSA en su página web (https://ov.ematsa.cat/ca/calculadora-consumos) que calcula el gasto de agua de una persona en función de datos como cuánto tiempo pasa en la ducha o cuántas veces tira de la cadena.
Suministro garantizado
En el actual episodio de sequía la ciudad de Tarragona está relativamente aislada de la situación de alerta o excepcionalidad que se vive en la mayor parte de Catalunya. El municipio se encuentra en la unidad de explotación del Consorci d’Aigues de Tarragona y aquí el indicador de sequía es el del pantano de Mequinenza (dependiente de la Conca Hidrográfica del Ebro).
La situación, no obstante, ha pasado del estado de ‘normalidad’ al de ‘prealerta’. Como recuerdan fuentes municipales, en este estado no se plantean restricciones «pero hay que valorar y prever posibles escenarios de actuación». Aclaran que «no existen previsiones a corto plazo respeto la posible entrada de Tarragona en los distintos estados de sequía y, por lo tanto, no se puede resolver si en los próximos meses se tendrán que aplicar restricciones».
Si se subiera un peldaño al estado de «alerta», habría que tomar medidas como limitaciones en el riego de jardines, prohibición de llenar las fuentes ornamentales y limitaciones en el llenado de piscinas, entre otros.
La concejala de Medio Ambiente, Eva Miguel considera que «a pesar de que la ciudad de Tarragona no esté ahora mismo en una situación límite, todas las previsiones no son de mejora y en este sentido habría que repensar el modelo de país alrededor del turismo y los macroproyectos, que no dejan de ser grandes consumidores de los recursos hídricos».
El plan de sequía, en abril
Según el Pla especial d’actuació en situació d’alerta i eventual sequera (PES) de la Genealitat, los municipios de más de 20.000 habitantes debían tener un plan de emergencia ante situaciones de sequía en junio de 2020. Dos años y nueve meses después de que la obligación entrara en vigor, solo 24 de los 67 existentes tienen estos planes presentados y aprobados.
En la demarcación, ocho municipios son los que tienen la obligación de ponerlo en marcha: Calafell, Cambrils, Reus, Salou, Vilaseca, Tarragona, Valls y El Vendrell. De todos, solo Reus lo tiene como ‘favorable’. El resto no lo ha presentado, lo tiene en trámite o es ‘desfavorable’.
El de Tarragona es ‘desfavorable’ ya que presentó una primera versión a la Agència Catalana de l’Aigua que fue enmendada. El nuevo plan, aseguran las fuentes municipales, será remitido al ACA a finales del mes de abril para su validación.
Recomendaciones en casa
Los grifos: Un grifo abierto mana 10 litros por minuto; hay que cerrarlos cuando no se usan y mirar que no pierden agua. Un grifo que gotea gasta hasta 30 litros/día. Además se pueden poner reductores de caudal; son baratos y reducen el consumo hasta un 50%.
El WC: Si no se tiene depósito de doble descarga se pueden poner una o dos botellas llenas de arena dentro. Así se ahorran unos 3 litros cada vez. Tampoco hay que usar el W.C. como papelera, en cada descarga se abocan entre 6 y 10 litros.
Electrodomésticos: Hay que tener en cuenta el consumo a la hora de comprar. Una lavadora antigua gasta unos 200 litros y una de bajo consumo 50. Hay que usarla cuando esté llena y con el programa adecuado. Con el lavavajillas hay que seguir el mismo criterio.
Ducha o bañera: Una bañera gasta unos 300 litros de agua, mientras que una ducha unos 50. Además hay dispositivos para disminuir el caudal que pueden reducir el consumo en un 50%. Se puede recoger el agua que sale fría para regar las plantas.
Preparación de alimentos: Una buena parte del agua que se emplea en la cocina se usa para limpiar los alimentos, Esta misma agua, (mientras no esté salada o tenga otros productos) se puede recoger y usar para regar las plantas también.
Limpieza de coches: Usar una manguera para lavar el coche puede consumir hasta 350 litros; mejor usar una esponja y un cubo. Lo más recomendable, no obstante, es llevarlo a un túnel de lavado ya que disponen de instalaciones que reciclan el agua.