El Club de Vela de la Platja Llarga de Tarragona derribará la zona dañada por la dana, a la espera de un futuro final
La entidad no quiere abandonar las instalaciones de la Platja Llarga, aunque no está clara su continuidad
El Club de Vela de la Platja Llarga quiere volver a levantarse después de la borrasca dana del pasado 5 de noviembre, que volvía a ensañarse sobre unas instalaciones que ya en septiembre de 2022 sufrieron los efectos de la borrasca de Santa Tecla. La entidad asegura que en estos momentos está en conversaciones con la compañía de seguros y las administraciones responsables para poder iniciar unas obras que le debe permitir volver a la normalidad cuanto antes. Pese a ello, los últimos episodios complican la continuidad en unas instalaciones que desde hace algún tiempo están bajo el foco.
«La situación es complicada porque Costas no nos quiere allí y cada vez tenemos más problemas con las aguas dulces y saladas», argumenta el presidente del Club de Vela de la Platja Llarga, Manuel Pérez Saavedra.
Las alarmas están activadas. Por este motivo, en los próximos días está prevista una reunión en la que además de las administraciones competentes también estará la Federació Catalana de Vela, como titular de la concesión. «Ellos vienen en defensa de los clubs de playa para evitar la agresividad que se está ejerciendo sobre estas entidades, porque ahora mismo nos vemos en peligro de extinción», argumenta Pérez Saavedra.
Todas las posibilidades están encima de la mesa. Desde la modificación de las instalaciones, al retranqueo o un cambio de ubicación son opciones que podrían plantearse. Pese a ello, el club lo tiene muy claro: «Nuestra idea es seguir allí, porque no podemos estar en ningún otro sitio».
Desde el pasado 5 de noviembre, la entidad ha mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento, teniendo en cuenta que desde el club se apunta directamente a esta administración como responsable de los daños. «Ellos mismos reconocen que el problema viene de una mala actuación en el desvío de las aguas del barranco», argumenta el dirigente del club.
De hecho, el pasado 21 de noviembre salió en la plataforma de contratación del Ayuntamiento un contrato para el diseño de una solución para el drenaje del Barranc de la Bassa Closa, teniendo en cuenta que en los dos episodios registrados, la avenida de agua que ha bajado a través de este ha sido la que ha causado el daño en las instalaciones.
La alternativa que se plantea es la creación de una basa de laminación, que permita controlar estas crecidas que se producen en momentos puntuales y que hacen que ahora mismo las instalaciones todavía sean irreconocibles, ya que no han podido recuperarse de los efectos de la dana.
Mientras se plantea esta solución a medio plazo, el Club de Vela Platja Llarga está haciendo los trámites con la compañía de seguros, mientras busca los recursos económicos para iniciar las obras de la recuperación. Esto obligará a derribar la parte del almacén de embarcaciones, que se vio afectada por la crecida del barranco, que se sumará a la pérdida de espacio que el club ya tuvo que soportar en el anterior episodio.
El presidente del club defiende que esta actuación es imprescindible para mejorar la situación de seguridad de las dependencias y, por tanto, para que la Generalitat pueda plantearse la renovación de la concesión.