El arzobispo nombra un nuevo prefecto para la Sang

El nombramiento tiene el encargo de llevar a cabo el proceso electoral de la junta de la congregación, que debe finalizar el próximo 15 de diciembre

Novedades en el culebrón de la Sang, El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha nombrado a Alfred Ventosa i Carulla para cumplir las funciones del prefecto durante el proceso electoral de renovación de los miembros de la junta de la Sang. La medida llega después de que el pasado mes de julio, Planellas decidiera suspender las elecciones que se celebraban pocas horas después por presuntas irregularidad en el proceso y por desavenencias entre las partes.

Según un comunicado del Arzobispado, Ventosa deberá «garantizar la transparencia, verificar y actualizar el censo electoral, y velar por el correcto cumplimiento de los preceptos estatutarios en materia electoral». Todo el proceso, siguiendo el procedimiento establecido en los estatutos vigentes de la congregación, deberá haber finalizado antes del próximo 15 de diciembre.

La decisión de Planellas deja entrever la falta de confianza que el máximo representante de la iglesia en Tarragona tiene con el hasta ahora prefecto de la Sang, Josep Queraltó, quien ha protagonizado la mayoría de desavenencias en los últimos meses.

El culebrón empezó en noviembre del año pasado, cuando buena parte de la junta de la Sang decidió dimitir después de enterarse que Queraltó había realizado un trámite para que la sede de la entidad también fuera titularidad de la Soledat –otra congregación–. En aquel momento, las personas que dimitieron aseguraron que Queraltó lo hizo de escondidas y a espaldas de la junta. Tanto es así que incluso un cofrade interpuso una demanda por los hechos. El juicio se celebrará el próximo mes de enero.

Aquí empezó todo. Este verano estaba prevista la celebración de elecciones para escoger la nueva junta de la entidad, pero un día antes de los comicios, y tras las denuncias cruzadas entre los contrarios a Queraltó y los que le apoyan, el arzobispo decidió suspender las elecciones hasta septiembre. Ramon Mulleray y Maria Grau fueron los dos congregantes que presentaron su candidatura. Ahora, con la llegada del otoño, Planellas toma cartas sobre el asunto y decide dejar sin efecto el cargo de Queraltó.

Cabe recordar que la figura de prefecto no se somete a votación. Solo puede escogerlo o suspenderlo el mismo arzobispo. Veremos como sigue.