El alcalde de La Riera de Gaià da el relevo a su hijo tras gobernar 40 años
Jaume Casas, el munícipe más longevo de Catalunya, ha cedido la vara de mando su hijo Joan después de permanecer en el cargo desde 1983
Jaume Casas deseó a su hijo suerte y le animó a trabajar por el pueblo. La Riera de Gaià (Tarragonès) vivió ayer un singular traspaso de poderes: el alcalde más longevo de Tarragona y de Catalunya deja el cargo 40 años después. Entró en 1983, incluso antes de que naciera su hijo, Joan, que precisamente le ha relevado y ha recibido la vara.
El joven recogió el guante en su discurso, en el que asumió la responsabilidad y la ilusión de comenzar a trabajar por que el municipio siga prosperando.
La localidad vive un cambio de ciclo, aunque la transición es natural: Joan viene de ser concejal en los últimos cuatro años y ha mamado desde siempre en casa la vocación de servidor público. Cuando nació el ya nuevo alcalde, en 1985, su padre llevaba dos como máximo representante municipal del consistorio. «No ha sido hasta estos últimos años cuando se ha visto atraído por la política y por hacer cosas por el pueblo», dice Jaume. Joan asume el reto de «seguir demostrando que somos capaces de liderar el cambio generacional que queremos para la Riera».
«Un pueblo limpio, en el que se respete nuestro patrimonio cultural, arquitectónico y natural, en el que todo el mundo tenga cabida, con valores, transparente, cada vez más eficiente, con un tejido asociativo rico», define Joan parte de su proyecto, que ayer mismo arrancó a andar con la formación del consistorio. El acto protocolario se llevó a cabo en unas dependencias municipales de lo que había sido un antiguo molino de harina. Alrededor de 100 personas se congregaron. «El acto ha tenido un punto de emoción cuando le he dado la vara a mi hijo», cuenta Jaume.
«Apenas nos hemos dicho nada. Nos hemos abrazado y nos hemos puesto a llorar», explica Joan, que agradeció el apoyo a su familia y a los concejales electos. Jaume no es amigo de discursos ni de grandes celebraciones. «Los consejos me los ha ido dando cada día. Sobre todo me ha dicho que tenga humildad, respeto y responsabilidad», reconoce Joan. El ya nuevo alcalde tiene 37 años y compaginará el cargo con su trabajo como diseñador gráfico. El 26 de mayo, dos días antes de las elecciones, fue padre de Jan, su tercer hijo, que se añade a Pol y a Abril.
Afrontará un mandato cómodo, el que le da una mayoría absoluta de siete concejales de nueve en disputa, tras los resultados de las elecciones del 28-M. Joan Casas lideraba la candidatura de la lista Tots Fem Riera, bajo el cobijo de la marca Junts. Se encomienda Casas al «espíritu de grupo» de un equipo que «aglutina vocación, juventud, profesionalidad y experiencia».
La mejora de la atención del consultorio médico, la creación de un centro de día para la gente mayor o el impulso de las comunidades energéticas son algunos de los desafíos para este municipio de 1.700 habitantes que ha crecido durante el mandato de Casas padre.
Jaume llegó al consistorio a los 28 y se va a los 68. «Entré en política porque estaba en un grupo de jóvenes que queríamos cambiar el pueblo. Lo veíamos todo muy atrasado y queríamos progresar». Ahora su hijo sigue sus pasos. «Siempre había estado involucrado en asociaciones, en movilizaciones más de país. Fue hace cuatro años cuando probé a entrar en este proyecto, me animé con un grupo y me ha gustado», reconoce Joan.
En 2019 otra alcaldía en la provincia pasó de padre a hijo. Fue en Vilaplana. Josep Bigorra, a los 27 años, relevó a su padre, Tomàs, tras 16 en el cargo. Ahora Josep afronta su segundo mandato.