El 30% de los alumnos de máster y doctorado de la URV es extranjero
La internacionalización de la universidad tarraconense se mantiene pese a los efectos de la pandemia. En la institución estudian este curso 1.965 alumnos de al menos 89 nacionalidades distintas
Cafetería del Campus de Sescelades. Escuchamos una conversación en inglés y solo nosotros nos damos la vuelta para tratar de detectar de dónde viene la charla; a nadie más parece causarle curiosidad. Aunque si se presta atención tampoco es extraño escuchar un intercambio en castellano o catalán con acento de algún país latinoamericano. La escena cobra sentido cuando se sabe que este curso hay en la Universitat Rovira i Virgili al menos 1.965 estudiantes extranjeros. De hecho, podrían ser más, teniendo en cuenta que en los datos que maneja la institución un porcentaje importante de alumnos, sobre todo de doctorado, no consta la nacionalidad.
En los últimos cinco cursos la cantidad de alumnos extranjeros ha mantenido un crecimiento ligero pero sostenido que apenas se ha interrumpido con la pandemia. El número y procedencia de los estudiantes, no obstante, varía mucho en función de los estudios que se cursen. Donde hay una mayor concentración respecto al total es en los másteres, donde los extranjeros representan el 30,4% y en los doctorados, donde son el 33,3% (esta última cifra es provisional teniendo en cuenta que la matrícula sigue abierta).
Son datos por debajo del conjunto de las universidades de Catalunya, donde los estudiantes de doctorado de fuera son el 38,3% pero por encima del Estado, donde representan el 27,5%. Catalunya es, de hecho, la comunidad autónoma con más alumnos internacionales.
Cercanía con Barcelona
Meritxell García, coordinadora de márketing de la universidad, reconoce que el hecho de estar tan cerca de Barcelona tiene aspectos positivos y negativos a la hora de captar el interés de los alumnos de otros países. Por una parte Barcelona tiene el atractivo de vivir en una metrópoli conocida internacionalmente.
Otros estudiantes, no obstante, conocen Tarragona precisamente por la proximidad con la capital de Catalunya. Aquí, además, el nivel de vida es más económico y hay menos dificultades de alojamiento.
La estadística muestra además una gran variedad de nacionalidades. Entre los estudiantes de doctorado hay matriculados estudiantes de 89 países, y entre los de máster, 67. Aunque hay casos especialmente llamativos, como el hecho de que China sea el país que encabeza las procedencias entre los estudiantes de doctorado. Buena parte de la explicación, señala García, tiene que ver con la buena relación con las universidades del país asiático cuyos alumnos vienen a estudiar español.
En el caso de los doctorados la elección de la universidad está relacionada con los proyectos de investigación que se desarrollan aquí y con las becas disponibles. Eso explica el interés de investigadores de India o Pakistán por participar en proyectos de ingeniería.
También hay gran presencia, a todos los niveles, de alumnos de Latinoamérica que eligen España por el idioma y la cultura.
La universidad cuenta con un centro internacional que se ocupa de los estudiantes extranjeros y les orienta sobre aspectos concretos, como por ejemplo cómo tramitar documentos, cómo pedir la tarjeta sanitaria, el dinero que hace falta para vivir en la ciudad o cómo buscar casa.
Estudios semipresenciales
Entre los aspectos que están haciendo decantarse a algunos alumnos de máster por Tarragona, García destaca los estudios semipresenciales. Hay estudiantes, explica, que por su trabajo no pueden viajar y dejar sus puestos durante nueve meses.
En estos casos hay una parte virtual y la presencial se concentra en tres o cuatro meses, lo que supone también un gasto menor en viajes y manutención. Es una opción que existía antes de la pandemia pero que después de ella se ha disparado.
Menos presencia en los grados
Caso aparte merecen los datos de los alumnos de grado. En este curso representan el 7,6% del total y son de 61 nacionalidades. Los países de procedencia con más representación son, con diferencia, Rumanía y Marruecos. En este caso hay que aclarar que no suele tratarse de alumnos que eligen Tarragona para venir a la universidad, sino que ya habían estudiado en España en etapas educativas anteriores.
García aclara que así como se hacen acciones específicas para posicionar a la URV en buscadores web y redes sociales para llegar a los alumnos de máster y doctorado, en el caso de los grados el objetivo son quienes ya viven aquí. De hecho, es complicado homologar títulos extranjeros de Bachillerato y además hay que hacer la Selectividad.
El hecho de que entre los alumnos de grado solo sean el 7,6% ayuda a constatar cómo los estudiantes extranjeros van abandonando a medida que se suben escalones en el sistema educativo y cómo acceden menos a la universidad. Si se toma como ejemplo la comarca del Tarragonès en 2020 (último año disponible) los alumnos extranjeros en la ESO representaban el 15,5% del total, mientras que en Bachillerato el porcentaje ya bajaba al 10,5%.