Drones y gladiadoras dan vida al patrimonio de Tarragona

Estaba a punto de anochecer y el Passeig del Miracle ya estaba lleno de personas esperando el inicio de un aniversario muy largo, completo y especial para celebrar los 25 años que Tarragona fue declarada patrimonio de la humanidad. Un espectáculo de drones fue el encargado de dar el pistoletazo de salida. La tarde empezó con una merienda popular con pan tostado, chocolate, aceite y sal, servida por unos voluntarios muy especiales y es que el concejal de Patrimonio, Nacho García y la concejal de comercio y turismo, Montse Adan, cambiaron los asuntos políticos y se convirtieron en camareros por un día.

La merienda estuvo acompañada por música y es que hasta tres djs amenizaron la espera para los drones con diferentes estilos musicales que gustaron a niños y pequeños, y es que según Beatriz, vecina de Tarragona, parece que toda la ciudad fue a ver este espectáculo. «No nos esperábamos que viniera tanta gente, la verdad es que nos parece muy buena idea, ojalá se hicieran más iniciativas como esta», explica Beatriz, quién ya estaba preparada en el paseo para disfrutar de los drones.

Merienda y drones a la romana

De camino iban Joan y Txell, que miraban el paseo desde el Balcó del Mediterrani y dudaban des de que posición se podría ver mejor. Y es que cuando aún faltaba una hora para que empezará el espectáculo, eran decenas las personas que se veían en el Balcó del Mediterrani y también en la rampa que bajaba hacía El Miracle.

Sin duda, un público playero poco habitual para esta fechas aunque la buena temperatura acompañó la jornada. «Se está muy a gusto y la merienda está buenísima, ya hemos repetido», comentaba Marina, mientras jugaba con sus hijos, los que señalaban al cielo sabiendo que algo iba a pasar. Cuando faltaban 5 minutos, una voz interrumpió la música para anunciar que el espectáculo estaba a punto de empezar. Se apagaron las luces, solo quedó la iluminación de centenares de móviles preparados para inmortalizar el momento.

El cielo se iluminó de azul, rojo y amarillo y poco a poco los colores se fueron conviertiendo en formas, la primera de ellas dibujaba el logo que identifica la organización de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, a través de la historia de esta organización, diferentes formas fueron contando la historia de Tarragona y del valor de su patrimonio.

El espectáculo formado por 220 drones hipnotizaron a miles de personas durante unos 10 minutos. Una brújula, un mapa de España o un corazón fueron algunas de las formas que se pudieron ver en el cielo y que acabaron con las letras ‘Tarraco 25’ y el dibujo del anfiteatro y el circo. El cielo se volvió a apagar y los aplausos encendieron las farolas del paseo. El espectáculo terminó y dejó a muchos espectadores con ganas de más.

«Ha sido muy bonito pero me ha parecido muy corto», comentaba Eva, vecina de Tarragona. A José también se le pasó muy rápido y echó en falta un poco más de ‘tarragonisme’. «Ha estado bien pero pensaba que saldrían más cosas de la ciudad, espero verlo en el mapping del circo», explicaba José. Y es que después del pase de los drones, tocaba sesión de mapping en el circo, la primera a las 21h de la noche.

‘Mapping’ Gladiatrix

Y de una espera a otra, y es que muchas de las personas caminaron del Miracle a la Rambla Vella para buscar el mejor sitio para disfrutar del mapping que tuvo como lienzo la pared del circo romano y que llenó los alrededores de la Plaça de la Unesco de centenares de personas. El espectáculo de mapping Gladiatrix, inspirado en las gladiadoras romanas y en la fuerza femenina, y que ha sido creado por mujeres artistas en colaboración entre el Mèdol Centre d’Arts Contemporànies y el festival Jardí Digital, dió vida a siglos de historia de una forma muy original y rompedora, para algunos, demasiado. «Me ha gustado pero no he entendido muy bien lo que se quería transmitir», comentaba Àngel.

Así pues, con drones y mappings a la romana, Tarragona empieza el año de celebraciones por el 25 aniversario de la declaración del conjunto arqueológico de Tarraco como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.