Disfraz de parquímetro para protestar por la ‘invasión’ de zona de pago en Tarragona
Profesorado y monitores de la Escola Pax se vestirán el viernes para expresar su rechazo al repintado de color verde de las calles del barrio
En la avenida Josep Agramunt de Tarragona se encuentra la Escola Pax. Mañana miércoles, 7 de febrero, si no hay cambios de planificación, en este vial y sus aledaños (la zona urbana se conoce como Tarragona 2) se inicia el repintado de las zonas de aparcamiento existentes y la gratuidad de las plazas pasará a mejor vida. Son 300 aparcamientos reglados que se sumarán a las 1.125 que ya operan en otros puntos de la ciudad.
La nueva situación en Tarragona 2 ha coincidido con los actos previos del Carnaval y en este contexto de sátira (y crítica) la dirección de la Escola Pax, el único centro educativo del barrio, ha decidido expresar su rechazo a la medida de forma original.
El viernes, día de celebración del Carnaval en las escuelas, los profesores y monitores de este centro educativo público se disfrazarán de parquímetros o de zona verde en alusión a este cambio de status que se aplicará en el barrio estos próximos días.
Su directora, Eva Masvidal, explica que «el repintado de las calles provocará a la plantilla de profesores y monitores, unas 70 personas, muchas dificultades de movilidad y aparcamiento». Estos trabajadores no disponen de ninguna alternativa de parking (disuasorio, privado, municipal...) y tampoco hay opciones de alquiler a particulares en esta zona de la ciudad (son casas aisladas o adosados en su mayoría).
La idea del Pax, tras la protesta por la nueva situación, es concertar una cita con el concejal de distrito y también de Educació, Berni Álvarez, para buscar soluciones a un problema de difícil solución.
¿Qué hacen en otras escuelas?
El problema que se le viene encima a la plantilla de la Escola Pax ya lo sufre desde algunos días el profesorado y monitores de la Escola Tarragona, centro público situado detrás del hospital Joan XXIII.
En el caso de la Escola Tarragona, los profesores y monitores se han adaptado a la situación (sí o sí). La directora, Rosa Bonachera, explica que algunos profesores tenían plaza en el aparcamiento ya existente en la parte trasera del hospital Joan XXIII y otros profesionales de la educación buscan un hueco en el aparcamiento disuasorio de la calle Guillem Claramunt. A veces misión imposible por la escasez d eplazas y volumen de coches que buscan dejarlo todo el día por un euro.
Para el resto de los profesores ‘mortales’, la zona verde (que se paga como azul si no eres residente) es la única forma de aparcar cerca del puesto de trabajo.
El vaso medio lleno, según la asociación de vecinos
La ejecución de estos trabajos de pintura para cambiar el status de las plazas de aparcamiento en Tarragona 2 se había informado al vecindario en diciembre. En una reunión entre la asociación de vecinos y el Ayuntamiento de Tarragona se informaba que el aparcamiento regulado empezaría en funcionar el primer trimestre de este año.
El presidente de la asociación de vecinos de Tarragona 2, Julià Montoya, admite que este cambio en la vialidad del barrio «beneficia».
Argumenta que esta nueva disposición permitirá a los vecinos que tienen diferentes coches poder aparcar cerca de sus casas (previo censo del vehículo para beneficiarse de las ventajas de residente) y no quedarse sin plazas porque ahora están ocupadas por conductores que aparcan en estas calles y se desplazan andando hasta Tarragona para trabajar o hacer trámites.
«El Ayuntamiento quiere ampliar la zona de bajas emisiones hasta la avenida Catalunya y ello implica que el primer cinturón de aparcamiento de la ciudad está en Tarragona 2. Con la nueva medida de aparcamiento regulado que se implanta se impedirá que haya el triple de tráfico en el barrio», añade el presidente vecinal.
Julià Montoya sí admite que quieren una reunión con el Ayuntamiento para buscar soluciones puntuales como puede ser la Escola Pax o las empresas que tienen sede en el barrio. «La gente que trabaja en Tarragona 2 no puede beneficiarse de las ventajas y eso es una de las cosas de que se debería replantear al igual que poder hacer gratuitas las plazas el domingo y el sábado por la tarde», concluye.
La implantación de más zonas de aparcamientos reguladas en Tarragona ha levantado polvareda en muchos frentes: conductores descontentos, ausencia de aparcamientos disuasorios alternativos, falta de planificación para ofrecer transporte alternativo, afán recaudatorio...
El Ayuntamiento mantiene su política de cambiar la distribución de aparcamientos en la ciudad, de fomentar la rotación y de apostar por la zona de bajas emisiones.
Pero también admite que está en fase de estudio bonificar a los trabajadores para poder usar como verde y no azul las plazas reguladas cercanas a su lugar de trabajo. «Es una demanda que se ha recibido y se está valorando si técnicamente es posible», explican fuentes consistoriales. Lo que no se podrá es modificar el decreto de horarios establecido.