¿De qué mueren los tarraconenses?
Nuevos datos del INE reflejan el impacto de las olas de calor. Las patologías del sistema circulatorio son la primera causa de defunción en Tarragona. La Covid ha dejado de ser letal
Las defunciones crecieron un 4,5% en Tarragona en 2022, un año en el que se recuperó la normalidad tras la pandemia pero en el que influyeron otros factores, como el impacto de las altas temperaturas como desencadenante letal en algunas enfermedades crónicas. La tendencia, en una sociedad cada vez más envejecida, es la del aumento de defunciones a cada año que pasa. En 2022, hubo un total de 7.919 en Tarragona, por delante del dato de 2021, que fue de 7.579, aunque lejos del récord aciago de 2020, año de la irrupción de la emergencia sanitaria: 8.063.
Los datos definitivos del INE sobre causas de muerte entre los tarraconenses dibujan algunas de las tendencias en marcha: las enfermedades del sistema circulatorio se afianzan como primera razón de muerte, frente a los tumores. Hay dolencias que siguen batiendo récord, como la hipertensión, que pasa de haber provocado 245 fallecimientos a 266, un 8,6% más, el mayor dato de la serie histórica. Desde 2019, antes de la pandemia, han crecido un 38%. Las muertes por infarto agudo de miocardio suben de 175 a 210, un 20% más, y también aumentan las ligadas a insuficiencias cardiacas o patologías cerebrovasculares.
El estudio reciente del INE recoge el aumento de la mortalidad estival, más elevada en 2022, por la inusual duración de las olas de calor que hubo el año pasado. Otro informe del INE, de este mismo año, así lo apuntaba: «Casi la totalidad de las causas naturales de muerte más frecuentes y las causas externas aumentaron, si bien los mayores incrementos se dieron en patologías crónicas previas consideradas de riesgo ante situaciones de altas temperaturas. Entre estas causas destacaron las enfermedades hipertensivas (que aumentaron un 36,9%), la diabetes (un 31,2%) y el trastorno senil y presenil (un 19,8% más)». En Tarragona, las muertes por trastorno senil y presenil pasaron de 326 a 354 y las de Alzheimer de 187 a 217. Al menos una parte de la explicación está en esos periodos anormalmente largos con el mercurio más elevado que de costumbre.
El incremento de las temperaturas tiene su impacto en todo este tipo de dolencias, no de una manera directa por los efectos de la canícula sobre el organismo (deshidratación o golpes de calor) sino más bien por el agravamientos de aquellos pacientes en situación de riesgo, en una gran mayoría ancianos con patologías crónicas. La falta de control de este tipo de males durante algunos momentos de la pandemia y de las restricciones sanitarias también pueden haber influido.
Binomio calor y mortalidad
No es la primera vez que la administración arroja luz sobre el binomio calor y mortalidad. En febrero, la Generalitat dejó atrás el terreno de las hipótesis y apuntó con mucha claridad hacia un factor decisivo: la crisis climática, concretada en las inusuales olas de calor vividas, está detrás de ese aumento de los fallecimientos. «Las olas de calor mantenida, acompañadas de otros factores como la contaminación, la sequía y el polen, afectaron al estado de salud de la población, especialmente de las personas más mayores, con patologías crónicas y en una situación social vulnerable», expone este estudio, llamado ‘L’excés de mortalitat a Catalunya’.
Pau Miret, investigador del CenCentre d’Estudis Demogràfics y profesor en la UOC, ha explicado en alguna ocasión: «Las olas de calor son cada año peores. También hay que tener en cuenta que vivir a más de 30 grados durante cuatro meses tiene una repercusión, y más en una población envejecida. El calor agrava problemas de base respiratorios o cardiacos».
La crisis climática
Otro organismo que monitoriza la incidencia de las altas temperaturas es el Instituto de Salud Carlos III, a través del llamado panel MoMo. En lo que va de 2023 se han producido en la provincia de Tarragona 102 muertes atribuibles a temperaturas. De ellas, la mayor parte, un total de 59, algo más del 57%, han sido por calor, ya que se registraron entre los meses de junio a septiembre (con especial incidencia en agosto: 37). Las otras 43 se sucedieron entre enero y marzo y son, por tanto, decesos achacables al frío, mucho menos letal, al menos según ese análisis.
Volviendo a la estadística del INE, las muertes provocadas por tumores muestran una mayor estabilidad. Han crecido, pero menos que las provocadas por la circulación. En concreto, entre 2021 y 2022 crecen de 1.903 a 1.909. En cuanto al tipo de cáncer, todo depende de dónde se ponga el foco. Suben los fallecidos en Tarragona por tumores de esófago, estómago, pulmón, hígado, próstata, mama o páncreas, pero bajan las muertes causadas por cáncer de colon o de piel.
Coronavirus controlado
Y cabe preguntarse: ¿en qué punto ha quedado la Covid? Los fallecimientos por culpa del SARS-CoV-2 bajaron un 14,6% en el último año, fruto del control de la pandemia. Pese a eso, el coronavirus, catalogado como patología infecciosa, aún fue la cuarta causa de defunción, después del sistema circulatorio, los tumores y las enfermedades respiratorias.
Muy distinta es la situación en este 2023. El INE también ofrece datos provisionales del primer semestre. Su informe señala: «Cabe destacar el descenso del 82,1% en el número de fallecidos por Covid-19 respecto al primer semestre de 2022. Esta causa ha pasado de ser la enfermedad con más fallecidos en 2020, 2021 y 2022, a no estar entre las 10 más frecuentes como causa de muerte en la primera mitad de 2023».
Y agrega: «El grupo que más descendió fue el de las enfermedades infecciosas, entre las que se incluye la Covid-19, que bajó un 69,8% respecto al primer semestre de 2022. Este grupo deja de estar así entre las cinco principales causas de muerte por primera vez desde 2020».
El cómputo de enfermedades causadas por el sistema circulatorio, los tumores y las enfermedades del sistema respiratorio fueron las principales causas de muerte durante el primer semestre de 2023, con el 27,1%, el 25,8% y el 11,5% del total de fallecimientos, respectivamente.
En Tarragona, la Covid provocó únicamente 80 fallecidos en los primeros seis meses del año y la enfermedad sale de las primeras posiciones que ocupaba otros años en cuanto a desencadenante mortal. Los tumores (1.009 fallecimientos) y el sistema circulatorio (973) siguen copando las primeras plazas, por delante de las patologías del sistema respiratorio (431) o del sistema nervioso (194).
Caen los suicidios pero aún hay uno cada cinco días en Tarragona
Los suicidios continúan afianzados como la primera causa de muerte externa en la provincia. Durante el año pasado 71 personas se quitaron la vida, un dato que arroja una dolorosa media de un suicidio cada cinco días únicamente contabilizando las comarcas tarraconenses.
El número se ha reducido ligeramente respecto al del año anterior (76) y en relación al récord que se alcanzó en el año de la pandemia (82), que provocó un indudable efecto en esta causa de defunción. A pesar de ese ligero descenso, las cifras siguen en rangos muy elevados en comparación con los años previos a la Covid. En 2019, por ejemplo, hubo 60 y en 2019 un total de 58.
El abordaje de la salud mental se ha convertido en una cuestión prioritaria. Las 71 víctimas por suicidio superan con creces los muertos en accidente de tráfico (48) o por otros conceptos como ahogamiento o sumersión (69).
Destaca un año más el componente de género. De esos 71 fallecimientos, la gran mayoría, en concreto 53, son de hombres, frente a los 18 de mujeres. El INE apunta que, en el global de España, «el suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 4.227 fallecimientos, un 5,6% más».
En los primeros seis meses de este año ha habido 32 suicidios en Tarragona, según los datos provisionales del INE. Nuevamente el género determina. De ellos, 26 eran hombres y solo seis mujeres. También en España el suicidio siguió siendo la primera causa de muerte externa, con 1.967 fallecimientos (el 75,2% de ellos fueron hombres y el 24,8% mujeres).