¿Cuánto cobra un guardia urbano de Tarragona?
Un agente raso percibe una nómina mínima de 2.300 euros al mes en 14 pagas, una cifra que «fácilmente se va a los 2.700 o más con gratificaciones extraordinarias, productividades y antigüedad»
Pese a representar el 15% de la plantilla municipal, la Guàrdia Urbana supone este año el 25% del gasto en masa salarial del Ayuntamiento de Tarragona. Según datos facilitados al Diari por el cuadro de mando del Departament de Recursos Humans, el presupuesto de este 2024 contempla que 15,1 de los 60,6 millones de euros previstos en costes salariales de la administración local se destinen para los 253 agentes de la Policía Local.
En el último pleno, unos cincuenta policías locales protestaron en el pleno reivindicando mejoras salariales al gobierno municipal socialista.
Sobre ello, los datos aportados por el consistorio indican que un agente raso de la Guàrdia Urbana (de categoría C1 con nivel 17), «sin contar productividades ni gratificaciones extraordinarias» cobra alrededor de 2.300 netos mensuales por 14 pagas, que «fácilmente se va a los 2.700 o más con gratificaciones extraordinarias, productividades y antigüedad», afirman las fuentes consultadas.
De hecho, el sueldo medio anual de un agente tarraconense es de 43.500 euros, una cifra que es prácticamente calcada a la de un agente local de Barcelona (44.000). Este nivel de nómina es superior, por ejemplo, a la que perciben arquitectos, ingenieros, letrados o periodistas del consistorio, se si sitúan en los 2.200 «con escasa posibilidad de cobrar más por otros conceptos que no sea antigüedad», detallan las fuentes.
Horas extras: entre 16 y 29 euros
Actualmente, según la categoría y de si es de día o noche laboral o festivo, los agentes de la Guàrdia Urbana cobran entre 16,7 y 29,3 euros por hora extra. El acuerdo de la mesa general de funcionarios establecía un importante incremento, de forma que la cifra se incrementa notablemente hasta entre los 20,89 y los 46,92 euros.
Pese a ello, el problema para implementar este acuerdo es que un aumento del precio de las horas extras «puede considerarse un incremento retributivo no justificado» según la Ley de Presupuestos Generales del Estado.