Ciutat de Repòs: 13 años en el olvido tras medio siglo de actividad en Tarragona
El recinto cerró en 2011 tras 55 años de uso turístico familiar. En 1962 acogió el rodaje de la película ‘La gran família’
La Ciutat de Repòs ha sufrido una larga travesía por el desierto hasta vislumbrar el futuro albergue juvenil. El espacio abrió en 1956 como un destino de vacaciones a bajo precio para funcionarios de la administración franquista.
En su época de mayor esplendor, puede presumir de haber sido en 1962 parte del plató de la película La gran familia, dirigida por Fernando Palacios y que contó en su reparto con Alberto Closas, Amparo Soler Leal, José Isbert, José Luis López Vázquez, Paula Martel, María Carmen García y María José Alfonso.
Ya en la década de los 2000 empezaron los rumores y la inquietud de los trabajadores... que se confirmaron con el cierre de 2011, cuando el espacio contaba con 80 empleados. En ese momento el Govern lo justificó por el millón de euros que costaba mantener anualmente el recinto. A partir de ese momento el complejo entró en el túnel de propuestas.
Hoteles, restaurantes y el POUM
La segunda década del siglo XXI estuvo marcada por las dudas y la incertidumbre, principalmente por la crisis económica. En 2013, bajo el mandato de la CiU de Artur Mas, trascendió que el Govern tenía cinco ofertas sobre la mesa, principalmente hoteles y restaurantes, así como un resort turístico.
Pese a ello, en 2016 el entonces concejal de Urbanisme, Josep Maria Milà (PSC), habló alto y claro: «el POUM impide que la gestión sea privada», ya que el uso debe ser de «equipamiento público». Pese a ello, la Generalitat incluyó la Ciutat de Repòs en su catálogo del Barcelona Meeting Point de ese año. La Generalitat, de hecho, ofrecía el alquiler de las instalaciones por 480.000 euros anuales.
En marzo del 2020, el Govern anunció la propuesta para convertir el espacio en un albergue juvenil... pero solo dos días después llegó la covid y el confinamiento. Dos años después la Generalitat confirmó el proyecto, reforzándolo con la inyección económica de 15 millones de los fondos Next Generation pese a las quejas de los vecinos que veían «menas» en el horizonte.
2025 debe ser el año en el que el recinto deje atrás un eterno reposo que ya dura 13 años para empezar a mirar el futuro en forma de equipamiento juvenil.