Carla Vall: «El entorno cercano no puede ser garante de la impunidad»
La abogada aplaude las políticas feministas que, asegura, tienen efectos positivos: «Las víctimas confían más»
Es una de las abogadas del momento. Carla Vall (Vilanova i la Geltrú, 1989) está especializada en violencia machista, procesos de reparación y delitos contra la infancia. A propósito del 25N, la URV organizó el pasado viernes una charla con ella, aprovechando que se ha erigido como una de las abogadas con más proyección: su caso mediático más reciente es el de Jennifer Hermoso. La triste actualidad la obliga a estar al pie del cañón.
¿Cómo la jurisprudencia puede acabar con la violencia machista? ¿Es el último recurso?
La mayoría de víctimas agotan las vías informales que tienen hasta llegar a las abogadas, pero si el entorno no responde el derecho se hace más necesario que nunca para que la víctima se sienta protegida. Lo que no puede ser es que el entorno más cercano sea un garante de la impunidad y aquí es donde lamentablemente entra el derecho.
Hemos visto un aumento de casos con personas muy jóvenes.
Esto ha pasado siempre pero ahora las más jóvenes tienen clarísimo qué es la violencia sexual y que tienen el derecho de alzar la voz y contarlo. Otra cosa es que creo que se delega en los jóvenes la responsabilidad del cambio social y esto me parece terriblemente injusto porque las generaciones más jóvenes son las que están mejor que nunca.
¿Qué importancia tienen las redes sociales en esto?
Las redes han dado mucha libertad a las mujeres para contar de forma anónima lo que han sufrido, nos han hecho llegar movimientos de fuera como el ‘Me too’ y han implantado movimientos aquí... Que muchas mujeres de diferentes generaciones hayan podido contar experiencias que creían enterradas y que sepan que pueden hablar es extremadamente valioso.
¿Y a qué se debe esto?
Ha habido muchos avances sociales recientes que han permitido que la sociedad haga un paso firme. Se ha empezado a entender que ha habido conductas normalizadas durante mucho tiempo que no tienen nada de normales. La jóvenes de hoy en día han asumido que este era el estatus natural y ya no aceptarán menos, que tienen derecho a ser ambiciosas.
Algunas cosas se deben estar haciendo bien.
Absolutamente. Estoy muy convencida que las políticas públicas que se han impulsado los últimos años han tenido efectos muy positivos a la hora de denunciar los casos de violencia machista. Si hay más denuncias se demuestra que las víctimas cada vez confían más en las políticas que se han llevado a cabo y que pueden ser creídas por las instituciones.
Uno de sus campos es el de los procesos de reparación. ¿En qué consisten?
En un proceso judicial la víctima tiene derecho a recibir apoyo psicológico y de calidad que le sirva para tratar el trauma y restaurar sus vidas. Pero además se les tiene que poder ofrecer algún tipo de reparación de carácter institucional, o si la agresión ha sido dentro de una institución (una escuela, la iglesia), tienen derecho a que haya actos de perdón y de no repetición. Las instituciones también tienen que reconocer su parte de responsabilidad.
Sobre el reciente cambio al frente del Ministerio de Igualdad. ¿Cómo lo ve?
Todavía no puedo valorar la nueva ministra pero deseo que pueda continuar con unas políticas de igualdad valientes como las que ha habido hasta ahora. A Irene Montero solo puedo darle las gracias por haber sido tan valiente de hacer cosas que antes resultaban impensables, aguantar estos años de violencia política y hostigamiento continuo, que no haya desistido.