Capella: «No puede ser que Tarragona no tenga unas reglas claras de ordenación»
La consellera de Territori de la Generalitat valora el proceso de redacción del nuevo POUM, así como la prórroga de las normas subsidiarias
Cuando falta poco más de doce meses para que expire la vigencia de las normas subsidiarias urbanísticas, que obligarán a ir a una prórroga, la consellera de Territori de la Generalitat, Ester Capella, afirma que «no puede ser que una ciudad como Tarragona no tenga unas reglas claras de ordenación de lo que puede ser».
Capella hacía esta declaraciones durante la entrevista que mantuvo el pasado viernes con este rotativo, en el transcurso de la cual se refirió a la prórroga que quiere solicitarse desde el Ayuntamiento de Tarragona. Al respecto, la consellera afirmó que «es un aspecto en el que estamos trabajando». Y, de hecho, ya se ha abordado en varias reuniones entre el ejecutivo local y autonómico, a pesar de que todavía no se ha hecho la petición formal por parte de los primeros.
Capella no entró en los detalles del proceso que se puso en marcha en otoño de 2020, cuando el Tribunal Supremo dictó una sentencia que anulaba la integridad del POUM de 2013. No obstante, afirmó que el papel del Govern será el de «total disposición» y «acompañamiento» para que estas normas actúen de forma «transitoria», a la espera que Tarragona disponga de un nuevo planeamiento de ordenación.
La representante del Govern de Pere Aragonès tampoco quiso entrar en cómo se está llevando a cabo este proceso de redacción del POUM, que ahora está en compás de espera. «Se está trabajando desde un punto de vista técnico y no interferiré en este sentido», apuntaba.
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Hace unos días el concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Tarragona, Nacho García, explicaba que el equipo redactor está ahora introduciendo los cambios, fruto de las nuevas directrices del gobierno saliente de las urnas el pasado 28 de mayo. Estos principalmente pasan por recuperar proyectos que apuestan por el crecimiento de Llevant, como Mas d’en Sorder y la Vall del Llorito. En cambio, se descarta la recuperación del macroproyecto de La Budellera, entre la Vall de l’Arrabassada y Cala Romana.
Por el contrario, el ejecutivo socialista aboga por una «reducción» del crecimiento que el avance del POUM preveía en el ámbito de Ponent, lo que pasa por la transformación de la Horta Gran, en un parque agrícola, así como la eliminación de la edificabilidad en el ámbito del PP-9.
Sobre los nuevos crecimientos, Capella afirmaba «el Ayuntamiento decide y planifica y después, si no se ajusta a los criterios que marca la legislación vigente, será el Govern de la Generalitat quien actúe como garante». Al respecto, el nuevo planeamiento municipal deberá tener en cuenta el nuevo Pla Director Urbanístic de Sòls no Sostenibles, el cual supondrá una revisión de más de 300 sectores de crecimiento en la costa entre Malgrat de Mar y Alcanar.
«Estoy convencida de que encontraremos la mejor manera de que Tarragona vuelva a tener la robustez que le corresponde normativamente, por tal de desarrollarse como le pertenece», concluía Capella.