El titular de Ca l’Ardiaca de Tarragona sigue con el plan del hotel pese a las obras urgentes por mal estado

Pese a los desprendimientos en la cubierta y el mal estado en el que se encuentra Ca l’Ardiaca, el propietario del inmueble –Desarrollos Arbe– sigue con el plan para ubicar un hotel en el edificio del Pla de la Seu. Así lo aseguran al Diari fuentes del entorno de la compañía aragonesa, las cuales confirman que la empresa sigue buscando vías para financiar la inversión que quiere llevar a cabo en el palacete de la Part Alta, que rondará los ocho millones de euros.

El recinto lleva años abandonado, con problemas de mantenimiento y conservación, hasta el punto de que esta misma semana el Ayuntamiento de Tarragona y la Generalitat de Catalunya han acordado intervenir de «urgencia» para «garantizar la estabilidad del edificio» y el «mantenimiento de los elementos de valor patrimonial, como las yeserías y las pinturas, que están sufriendo mucho por las filtraciones de humedades», detallaba el Ayuntamiento en una nota de prensa.

De hecho, ayer mismo los operarios de la empresa Recop ya empezaron a realizar los primeros trabajos en el inmueble, con el objetivo de «controlar y parar las consecuencias derivadas del derrumbamiento de parte de la cubierta del edificio detectadas últimamente, así como para evitar más daños al inmueble», según rezaba el comunicado municipal. Consistorio y Govern llevarán a cabo los trabajos de forma subsidiaria, pasando posteriormente la factura de las actuaciones al propietario.

Cabe recordar que, desde 2014, el Ayuntamiento ha abierto tres expedientes de disciplina urbanística relacionados con el estado de conservación y la falta de mantenimiento. En su conjunto, suman sanciones económicas por valor de 400.000 euros, una cantidad que ahora podría verse incrementada a raíz del decreto de emergencia firmado por el alcalde, Rubén Viñuales (PSC), que todo parece indicar que comportará el inicio de un nuevo expediente.

Mano dura por su preservación

El Diari ha intentado conocer la opinión del gobierno municipal sobre el estado en el que se encuentra el recinto, pero no ha sido posible. Quienes sí que han accedido, a excepción de En Comú Podem, han sido las formaciones de la oposición.

«Es necesario emprender todas las medidas de emergencia necesarias para proteger el patrimonio, y exigir las responsabilidades oportunas a la propiedad», indica la portavoz de ERC, Maria Roig, quien considera que «debemos sacar adelante la apuesta por el Parador Nacional, que es una propuesta que se empezó a trabajar con el gobierno de ERC y que esperamos vea la luz con el nuevo gobierno».

Por su parte, Maria Mercè Martorell se muestra «muy preocupada» por el estado de Ca l’Ardiaca. «Se encuentra en un estado lamentable y la administración no debería haber permitido llegar a esta situación. Más que pensar en qué se va a hacer, lo que hace falta es tomar medidas adecuadas y rápidas para asegurar el edificio y evitar pérdidas mayores en un espacio patrimonio arquitectónico con pinturas del siglo XIV y decoración de yeso del siglo XVI», indica la edil popular, quien añade que «deben pedirse responsabilidades al propietario y a las administraciones por no velar por la conservación de este espacio emblemático de Tarragona».

Javier Gómez, de Vox, lo tiene claro: «es crucial actuar rápidamente para preservar este tesoro de nuestra ciudad y asegurar su legado para las generaciones futuras, especialmente considerando su potencial para ser declarado Bien Cultural de Interés Nacional», a la vez que propone «llegar a un acuerdo con los vecinos para ampliar el proyecto, incluyendo los arcos góticos construidos en siglo XIV de la calle Merceria y recuperar así la fachada de toda la manzana».

Finalmente, Jordi Sendra (Junts), lamenta que el «proyecto prometedor del hotel está en una situación de olvido por parte de la propiedad». Los posconvergentes apoyan la actuación de emergencia para que se «actúe subsidiariamente». Asimismo, Sendra vería con buenos ojos la apuesta por un Parador Nacional porque «sería un espacio de calidad para abrir un recinto que en estos momentos está vacío. No podemos seguir 15 años más igual».