Tomàs Grau: «La música no es para las elites sino para quien la necesite y ame»

Dirige con maestría la Franz Schubert Filharmonia, una orquesta, con sede en El Vendrell, que está triunfando. Grau reside en Vila-seca, ciudad que le enamora por su «luz y calidad de vida extraordinarias»

Reside en Vila-seca desde hace 20 años.

Nací y estudié en Barcelona. Empecé a estudiar con 7 años piano y violín. Después estudié las carreras de dirección coral y dirección de orquesta y finalmente me marché a Viena a complementar mis estudios de dirección. La primera vez que vine a Vila-seca fue en el año 2000. Yo había visitado anteriormente otras poblaciones de la demarcación, pero no había estado nunca en Vila-seca ni en Tarragona ciudad.

Se enamoró de una vila-secana.

Las casualidades de la vida hicieron que, en el año 2000, en un curso de dirección en Palma de Mallorca, conociera a la que después sería mi mujer. En 2004 nos casamos y vinimos a vivir a Vila-seca.

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¿Cómo ve la ciudad?

Lo cierto es que, cuando vine por primera vez, era otra Vila-seca. No existían las redes sociales, aún no llegaba el AVE a Tarragona, el Auditori Josep Carreras no estaba construido, el Teatre Tarragona todavía no estaba reformado...

¿Por qué eligió Vila-seca?

Elegimos Vila-seca para vivir y formar una familia porque era una ciudad muy musical y porque estaba conectada con Barcelona en poco más de una hora en tren, ya que yo no disponía del carné de conducir por aquél entonces. Hoy en día se tarda bastante más, desgraciadamente, para el mismo trayecto.

Me gustó y me sigue gustando mucho la luz, que es distinta a la de Barcelona. El sentimiento de barcelonés no lo he perdido, pero la luz y la calidad de vida que encontré aquí es algo extraordinario.

Contribuyó a fundar la Franz Schubert Filharmonia.

La Franz Schubert Filharmonia, antes conocida como Orquesta Camera Musicae, no hubiera sido posible en Barcelona. Las sinergias que encontramos David Molina, el otro fundador, y yo en la demarcación fueron clave para la fundación y desarrollo de la orquesta. Una orquesta con músicos de El Vendrell, de Tarragona y de Catalunya, con la búsqueda incansable de la excelencia y la calidad.

La orquesta triunfa.

Actualmente, con nuestra idea fundacional, damos trabajo a 80 músicos y 200 proveedores. Organizamos temporadas de conciertos en el Palau de la Música Catalana en Barcelona, el Teatre Tarragona, el Auditori Josep Carreras de Vila-seca, el Auditori Enric Granados de Lleida y el Teatre-Auditori de Sant Cugat. Hemos grabado también varios discos y hecho varias giras de conciertos. Seguramente, el punto culminante hasta el momento fue la gira en Estados Unidos y el concierto en el Carnegie Hall de Nueva York el año pasado.

Un concierto muy especial.

Sí. Empezamos con Pau Casals y terminamos con la Sinfonía del Nuevo Mundo, sinfonía que se estrenó justamente en esa misma sala, una de las más emblemáticas a nivel mundial. Obtuvimos dos standing ovations de los americanos. Fue un día precioso.

Además está acercando la música a los ciudadanos.

La música, y más la música sinfónica, no es para las elites sino para quién la necesite y la ame. Yo he dedicado gran parte de estos últimos años a hacer todo lo posible para acercarla al máximo de ciudadanos y a unos precios asequibles. Para mí, la cultura en general, y la música en particular, puede transformar la sociedad que nos rodea y llevarla a un mejor futuro.