‘Be My Referee’, las personas con discapacidad también pueden ser árbitros

Un programa pionero ha comenzado a formar a personas con discapacidad intelectual para que se conviertan en colegiados de fútbol. Ayer tuvieron una sesión en el campo del Nàstic de Tarragona

«¡Bien pitado árbitro!», grita alguien desde la grada, y el joven que tiene el silbato entre los labios responde con una sonrisa de oreja a oreja.

Estamos en el césped del Nou Estadi Costa Daurada, y quien pita es uno de los trece árbitros en formación del proyecto «Be My Referee» (sé mi árbitro). Se trata de una prueba piloto para formar a personas con discapacidad intelectual con el fin de que se conviertan en árbitros de fútbol tanto en la liga Genuine como en el deporte de base.

El proyecto es impulsado por DOWN España, Fundación Mi Alex, y AGF Genuine Experiences, y los trece alumnos son jugadores de equipos de Tarragona, Lleida y Huesca que tienen interés en convertirse en colegiados.

Desireé es una de ellas. Juega al fútbol desde los ocho años y cuenta que ha estado en el campo del Nàstic aprendiendo sobre el reglamento pero también sobre valores. «Nos están enseñando muy bien; estamos rompiendo muchas barreras y viendo que hay que luchar por las metas», reflexiona.

Cuando habla de quienes la están enseñando se refiere a Jorge Figueroa y Luis Mario Milla, árbitros de primera división masculina, y a Olatz Rivera, árbitra de primera femenina.

Figueroa, quien además de llevar 30 años como árbitro en activo es profesor de educación especial, reconoce que está encantado con la experiencia «porque es la oportunidad de que estas personas puedan vivir lo que yo he vivido profesionalmente».

Ejemplo para otros deportes

La intención es poder seguir formándoles con idea de crear una plantilla de árbitros para la liga Genuine, pero también que puedan arbitrar en partidos infantiles. Para ello, explica Milla, tendrán un sistema de arbitraje con apoyo, en el cual hay un mentor que acompaña, pero cuyo papel va teniendo a medida que el árbitro va ganando experiencia.

Alberto Puig, presidente de Fundación Mi Álex, señala que la idea es demostrar que con las adaptaciones necesarias las personas con discapacidad pueden desempeñarse perfectamente tanto en este como en otros papeles del deporte.

José Gutiérrez, director de proyectos de Down España, apunta que la experiencia de estos tres días de formación ayudará a diseñar un currículum con el fin de formar tanto a las personas con discapacidad como a los árbitros de apoyo. «La intención es que la experiencia sea replicable en toda España», señala. Para ello están formando un comité multidisciplinar en el que participan desde pedagogos hasta árbitros y jugadores.

Conxita Esteve, directora de AGF Genuine Experiences, va mucho más allá y dice que todas las entidades que se quieran sumar a la iniciativa son bienvenidas. «Nos encantaría ser referentes para las ligas de fútbol y para otros deportes. Ese es nuestro gran sueño», resume.

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