Aval sin fisuras en Tarragona para una Rambla Nova peatonal

Consenso y aval general para la peatonalización del primer tramo de la Rambla Nova. La Via T, Hostaleria de Tarragona, Pimec y Cambra de Comerç apoyan la iniciativa del Ayuntamiento para iniciar esta Navidad la gran prueba piloto para convertir en zona libre de coches el tramo de 215 metros entre el Balcó del Mediterrani y las calles Sant Agustí y Sant Adrià.

«La experiencia nos demuestra que las calles peatonales dinamizan y revitalizan el comercio de proximidad», indica el presidente de Pimec-Comerç, Florenci Nieto, quien detalla que en estas zonas sin vehículos «la gente pasea a gusto, lo que también favorece a la restauración».

A juicio del representante de la patronal de la pequeña y mediana empresa, la iniciativa que el consistorio quiere impulsar entre el puente de la Constitución y Reyes en una superficie de 7.500 metros cuadrados «es una apuesta valiente y comprometida, que reforzará al comercio de uno de los tramos más emblemáticos de la ciudad».

En la misma línea se expresa Javier Escribano, desde la Associació d’Hostaleria de Tarragona. «Ya lo hemos visto en otras zonas de la ciudad: cuando se corta la circulación de coches, la zona se vuelve más amable para pasear, lo que atrae también a más gente», indica, a la vez que se muestra convencido de que «esto es lo que también pasará en la Rambla Nova».

Proyectos desde 2008

Desde La Via T, el vicepresidente Melcior Bustos cree que la prueba piloto es «un buen inicio», si bien alerta que puede ser «insuficiente» si «únicamente es un plan urbanístico de este solo tramo». A juicio de Bustos, otra alternativa sería «reconducir la circulación de los vehículos de servicios por el medio, y que los viandantes pasen por los laterales, como mínimo, desde la Font del Centenari hasta el último tramo».

Finalmente, la Cambra de Comerç también aplaude la peatonalización, si bien su presidenta –Laura Roigé– recuerda que la entidad cameral «ya presentó una propuesta al respecto en 2008, con Albert Abelló». «Fuimos los primeros en proponerlo. Ante la llegada de El Corte Inglés realizamos un estudio para evitar la desertización del centro, que se entregó al alcalde Ballesteros. Era muy potente pero, por desgracia, ahora este informe debe estar guardado en algún cajón del Ayuntamiento», lamenta Roigé. Vía libre, pues, para una Rambla Nova limpia de coches pensada 100% para las personas.