Amplían los puntos con altavoces de Tarragona para asustar a los estorninos
Este año han llegado menos, pero más dispersos. Tras detectar que en la Rambla Nova no había muchos, se recolocaron los emisores en cuatro puntos donde había quejas por el ruido y los excrementos
El Ayuntamiento de Tarragona ha ampliado el número de puntos de la ciudad con altavoces para asustar a los estorninos. Al parecer este año se ha detectado que dichas aves han llegado en grupos menos numerosos pero de forma mucho más dispersa, con presencia en zonas donde otras temporadas no llegaban. Por ello, se ha decidido optimizar la cantidad de emisores disponibles. Se han quitado los equipos que había en la Rambla Nova, donde el número de estorninos este año ha sido mucho menor, y se han recolocado en otras cuatro ubicaciones donde había quejas por el ruido y los excrementos que generan.
Estos nuevos equipos se han colocado en los Jardins de la Reconciliació de la Via Augusta, en la Via de l’Imperi Romà, en la Plaça Josep Roig i Raventós y en la Escola Camp Clar. El resto de altavoces, que entraron en funcionamiento el 4 de enero de 2021, se encuentran en la Plaça Imperial Tarraco (Hipercor y parada de bus), en la Plaça dels Infants, en tres puntos del Carrer Vidal i Barraquer en frente de la Tabacalera, en el parking del Passeig de la Independència, en el parking del Carrer Torres Jordi, en el Pavelló Municipal del Serrallo, dos más en la Plaça dels Carros y en el Carrer Fra Antoni Cardona i Grau. El contrato tiene un importe de 18.000 euros anuales por un plazo de dos años más dos de prorrogables.
Cada equipo está formado por una centralita con dos emisores, una placa solar, y varios altavoces en función de los árboles a cubrir. Los sonidos bioacústicos reproducen de forma aleatoria el grito de alarma del propio estornino, sonidos de aves rapaces, y también ruidos artificiales como petardos y sirenas. Estos se reproducen diariamente en dos o tres secuencias que duran entre 10 y 15 minutos a la hora de la puesta de sol, que actualmente empieza a las 17.40 h.
Con todo, se ha optimizado el número de recursos, y aunque siga habiendo 16 equipamientos, mientras antes estaban repartidos en nueve ubicaciones ahora se encuentran en 12 puntos diferentes de la ciudad.
Uno de los lugares donde la presencia de los estorninos era más crítica era en la zona de Torres Jordi. En varias ocasiones los vecinos denunciaron las dificultades para descansar al no poder dormir durante toda la noche debido al ruido de los pájaros desde que se ponía el sol hasta el amanecer, con especial intensidad en los precisos instantes del ocaso y del alba. Belén Uruen, presidenta de la Associació de Veïns Torres Jordi, asegura que desde la instalación de los emisores los estorninos se asustan cuando estos suenan y se van durante la noche, con lo que ya no se producen los ruidos que no les dejaban descansar. No obstante, lamenta que la suciedad sigue siendo un problema, y cree que las aves siguen ahí durante el día, cuando llenan los coches aparcados de excrementos.
Por otro lado, según Josep Maria Ferran, secretario de comunicación de la Federació Veïnal Segle XX, algunos vecinos de la zona de la Plaça Josep Roig i Raventós, denuncian que, pese a la reciente colocación de los altavoces, cada vez hay más porque hay una mujer que les echa alpiste para comer.
Maria del Carme Solé, presidenta de la Associació de Veïns de Maria Cristina i voltants, cuenta también que «estamos hartos de la suciedad de los estorninos y en general en la Plaça de Josep Maria Salvador Urpí», donde se encuentran los porches que unen la Avinguda Catalunya con el Carrer Cronista Sessé, aunque celebra que, según el consistorio, «el nuevo contrato de la basura incluirá una limpieza más constante de la zona».