Alerta roja: peligro de gentrificación en la Part Alta de Tarragona

Los vecinos quieren que se limiten las licencias de pisos turísticos en el casco antiguo y denuncian que la mayor parte de los comercios que abren están dedicados al turismo

Basta pasear una hora por la Part Alta para darte cuenta de cómo ha cambiado en los últimos años. De ser un barrio con vecinos de toda la vida, a ser el mejor aparador turístico para los que vienen a visitar la ciudad. «Nos están expulsando de nuestro barrio, de nuestra casa», exclama, enfadada, Antònia Requejo, quien vive en la calle Major. Los vecinos de la Part Alta llevan meses alertando de que su barrio está sufriendo el fenómeno de la gentrificación, que los alquileres van al alza y que las tiendas de siempre cierran para abrir negocios de souvenirs. «Los vecinos nos vemos obligados a irnos, para dejar nuestra Part Alta a los ricos y a los cruceristas», dice David García, vecino de la Plaça de la Font.

Aseguran que la concentración de pisos turísticos en el casco antiguo –con datos parecidos a los de Ciutat Vella en Barcelona– ha incrementado el precio de los alquileres en la zona. «Es imposible venir a vivir aquí. Estamos mirando pisos de alquiler y no bajan de mil euros», dice Josep, quien quiere independizarse en los próximos meses. «Actualmente, la mayoría de alquileres en la Part Alta son caros y además de temporada. Tampoco hay pisos para comprar», añade Santi Fortuny, otro vecino, quien asegura que en los últimos tiempos «ha habido un éxodo de gente de la Part Alta a otros barrios de la ciudad».

El antiguo gobierno municipal se había comprometido a redactar un plan especial que regulase las licencias de los pisos turísticos en la ciudad. Y es que, para hacernos una idea de la situación, los últimos datos –del año pasado– marcaban que en Tarragona había 2.050 inmuebles destinados a dicho fin, de los cuales 600 se encontraban en el núcleo histórico. Con el cambio de gobierno, la promesa quedó en agua de borrajas.

Fuentes municipales aseguran que «el tema quedó paralizado, ya que no había la necesidad imperiosa de regularlo», teniendo en cuenta que la Generalitat había aprobado una moratoria que impedía la concesión de más licencias para pisos turísticos. «No obstante, hay el compromiso de tenerlo regulado a través de un plan especial, una vez termine el plazo de suspensión de licencias», dicen desde el Ayuntamiento, quienes añaden que el plan deberá encargarse a un equipo externo «ya que el Consistorio no tiene personal para hacerlo».

Solo tiendas para los turistas

Otra de las preocupaciones de los vecinos tiene que ver con el tejido comercial del barrio. Aseguran que se están quedando sin servicios básicos y que, cada vez que cierra una tienda de toda la vida, abre una franquicia o un negocio de souvenirs. «La mayoría de comercios de la Part Alta van dirigidos a los cruceristas y al resto de turistas. Que si heladerías, bares, tiendas de bolsos de piel, grandes marcas y escaparates con imanes y postales. Ni rastro de nuevas carnicerías, farmacias o supermercados», explica Santi Fortuny, un vecino, quien asegura que esto «no beneficia para nada al barrio».

Lo que sí que hay son bazares que venden productos de alimentación. «No nos sirven de mucho. No hay género fresco y, además, los precios son abusivos. También dedicados al turismo», dice Itziar Lete, otra vecina.

Maria Grau abrió hace un año una tienda de regalos en la calle Merceria. Se trata de un negocio también dedicado al turismo, pero que se aleja de los típicos souvenirs, explica. «Los comerciantes también echamos de menos las tiendas de toda la vida: una zapatería, una mercería, por ejemplo. Lo poco que hay, acabará cerrando», dice Grau, quien añade que «no me extraña que solo abran grandes marcas y franquicias. Los precios para alquilar un local están alrededor de los 1.200 euros».

Maria Jesús es la carnicera de la Plaça del Fòrum y lo ve un poco distinto. «A mi no me molestan estas tiendas para el turismo. Prefiero esto a que estén los locales vacíos y abandonados», asegura.

«Al final, la Part Alta tiene un tejido comercial que no está pensado para los que vivimos aquí», dice Itziar Lete. Los vecinos aprovechan para reivindicar cajeros automáticos en el barrio y, sobre todo, servicios públicos de salud. «Lo más cerca que tenemos es el CAP Muralles y el Hospital de Santa Tecla. Deberíamos pensar en qué hay mucha gente mayor en la Part Alta, que necesita tener facilidad de acceso a estos servicios», acaba Lete.

El plan de usos, este año

El Ayuntamiento es conocedor de la problemática comercial que hay en la Part Alta y, por eso, tienen previsto elaborar un plan de usos que permita regular las aperturas de negocios en el casco antiguo. La previsión es encargarlo antes de acabar este año, durante este trimestre.

Además, hay otros estudios en marcha para conocer de cerca la situación en la Part Alta. Es el caso del estudio del impacto de los cruceros sobre la ciudad y, en concreto, en el núcleo histórico.

Al contrario que los vecinos, el Ayuntamiento considera que, ahora mismo, no hay un problema de gentrificación en la Part Alta y asegura que la ciudad «está en un buen momento para detectar cualquier riesgo y poder evitar cualquier problemática de masificación, que ahora no hay».

‘Cuidem la Part Alta’ llena los balcones del casco antiguo

Un grupo de vecinos, liderado por los colectivos que forman el Casal Sageta de Foc, han tirado adelante una campaña que se llama ‘Cuidem la Part Alta. El barri per a les veïnes’, que tiene como objetivo alertar de la situación en el caso antiguo de la ciudad. Los impulsores aseguran que «el barrio está sufriendo un declive muy importante a nivel de masificación», y denuncian la dificultad a la hora de acceder a una vivienda.

Desde el grupo se han repartido cerca de un centenar de banderas de color naranja, que llevan escrito el lema de la campaña. Algunos vecinos las han colgado en sus balcones, y otros aprovecharon para enseñarlas a los políticos durante la procesión de Santa Tecla.

Los impulsores aseguran que en las próximas semanas se intensificarán las acciones con una campaña informativa previa.

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