Obras de urgencia en el tejado de la Catedral de Tarragona por el deslizamiento de la cubierta
Se trata de una primera intervención para minimizar al riesgo, a la espera de que pueda abordarse la reparación de la parte central, presupuestada en 1,6 millones de euros
El pasado lunes empezaba una actuación de urgencia en el tejado de la Catedral, la cual debe servir para resolver los problemas estructurales que afectan a la nave central de la basílica metropolitana. Estos se detectaron hace más de cinco años, sin embargo, ahora el Cabildo de la Catedral se ha visto obligado a actuar, ya que se había detectado el «riesgo» de que esta parte de la cubierta acabara cediendo, precipitándose hacia las naves laterales.
En concreto, la patología se focaliza en la parte sureste –el costado de mar– de la cubierta central, entre el cimborrio y la fachada. Desde hace algún tiempo se detectó que se había producido un «deslizamiento monolítico de las lozas cerámicas que conforman el tejado», según explica Roser Martín, responsable técnica de Patrimoni Cultural del Arzobispado de Tarragona.
Este desplazamiento ha ido acentuándose con el paso del tiempo hasta el punto que en estos momentos Joaquim Gras, del Cabildo de la Catedral, asegura que había llegado a los «sesenta centímetros». «Con el paso del tiempo ha ido desplazándose poco a poco, por el mismo peso de la estructura», argumenta.
Esto ha obligado a tomar una decisión, teniendo en cuenta que «como consecuencia directa de estos movimientos se habían producido otras lesiones importantes que debían resolverse de forma urgente por no provocar patologías graves al monumento», indica Martín.
Nueva desde 2007
Se da el caso que la cubierta de la Catedral se reformó completamente a inicios de este milenio. En aquellos momentos se invirtió la cifra de 500.000 euros para la recuperación integral de los tejados, que estaban muy deteriorados. Con la actuación, que finalizó en 2007, se sacaron las antiguas tejas de cerámica que fueron sustituidas por lozas planas. En teoría estas debían sellar mejor, no obstante, todo apunta a que el material que se utilizó habría tenido algún defecto o no sería el adecuado, ya que enseguida se evidenció que había un problema.
La actuación actual supondrá una inyección económica de 30.000 euros y está previsto que se prolongue por espacio de cuatro semanas, si en los próximos días no hay ninguna inclemencia meteorológica que obligue a interrumpir las obras.
Los trabajos que se están haciendo buscan «estabilizar» el desplazamiento de esta hoja superior de la cubierta. Para ello, se retirará una o dos filas de piezas de cerámica de la parte final del tejado. Asimismo, está prevista la colocación de unos elementos que apuntalen la hoja que va deslizándose, por tal de garantizar la correcta evacuación de las aguas pluviales y liberar la canal de desguace.
De hecho, la escasa precipitación de los últimos meses ha jugado a favor, ya que no se han producido filtraciones de agua que hayan acabado afectando el interior del templo. El único episodio se registró el día de Santa Tecla de 2022, cuando encima de la ciudad cayó una tromba descomunal con importantes afectaciones. Aquel día, de forma «puntual» y «extraordinaria» el agua acabó entrando.
Rehacer toda la cubierta
La intervención de urgencia actual que se está abordando es una solución provisional para estabilizar la cubierta, garantizando la seguridad de las personas así como del monumento. No obstante, en un futuro próximo deberá abordarse la rehabilitación del conjunto de la cubierta.
Al respecto, ya se han dado los primeros pasos. De momento, se han ejecutado los sondeos arqueológicos y demás estudios para obtener la información necesaria para la redacción del proyecto. Estos deberán determinar el «riesgo» que representan las lesiones actuales para la integridad del templo y de las personas. Estos son clave para cuantificar la «magnitud» y resolver la «problemática actual que sufre el edificio.
En base a estos estudios previos podrá acabar de definirse el proyecto definitivo que desde el Cabildo de la Catedral ya se ha encargado. Por el momento, la única información disponible es la del proyecto básico, en el que la inversión necesaria se sitúa alrededor de 1,6 millones de euros.
Desde el Arzobispado de Tarragona ya se han dado los primeros pasos para obtener los recursos. De momento, se ha presentado a la nueva convocatoria del 2% Cultural impulsada desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, teniendo en cuenta que «cumplía con los requisitos de aplicación a las actuaciones del programa». La convocatoria todavía no se ha resuelto, sin embargo, se está aprovechando este compás de espera para seguir con la redacción del proyecto ejecutivo, lo que debe permitir poder iniciar las obras tan pronto llegue el dinero.