Vídeo: Detenidas seis personas que se hacían pasar por policías para realizar robos con violencia en toda Catalunya

El incidente más grave ocurrió el mes de mayo en Tortosa

Seis personas, cinco hombres y una mujer, han sido detenidas por realizar robos con violencia y armas de fuego a otras organizaciones criminales haciéndose pasar por policías.

La investigación, conjunta entre Mossos d’Esquadra y Policía Nacional, empezó el verano de 2023 cuando tres desconocidos abordaron a una víctima en Cornellà de Llobregat. Los individuos, vestidos de policía, trasladaron al hombre hasta Barcelona, donde le robaron el dinero en efectivo y una elevada cantidad de paquetes de tabaco.

Cinco meses después, en Cerdanyola del Vallès, volvieron a actuar con la ayuda de la mujer.

Tras varios actos de este estilo, llevaron a cabo un robo con violencia e intimidación en un chalet de Tortosa el pasado 25 de mayo, en el que el propietario resultó herido por un disparo de arma de fuego. Esto representó un punto de inflexión para la banda. Los Mossos lograron detener a dos hombres de 31 y 40 años, mientras que tres más lograron huir. Viajaban en dos vehículos que esta vez sustrajeron en la ciudad de Barcelona y en la localidad de Cambrils.

Finalmente, Policía Nacional y Mossos d’Esquadra prepararon un dispositivo especial que culminó el pasado 16 de julio con la detención de cuatro hombres y una mujer en diferentes municipios catalanes. Asimismo, el día 2 de agosto se detuvo a otro hombre en Sant Adrià del Besòs. Seguidamente, todos ellos pasaron a disposición de los juzgados de instrucción de guardia de las localidades donde fueron detenidos.

Liderados por un exagente

Los detenidos constituían un grupo criminal organizado, liderado por un exagente de policía expulsado desde hace años del cuerpo, en el que sus integrantes se distribuían las tareas de selección y vigilancias de objetivos, la utilización de placas de matrículas dobladas, la ejecución del material del robo y el reparto de tareas para una mayor efectividad a la hora de ejecutar los ilícitos con evidente ánimo de lucro. Empleaban un arma de fuego y se hacían pasar por policías demostrando una perfecta planificación del hecho así como de una información privilegiada de las víctimas. Los autores, siendo conocedores de la actividad delictiva de sus víctimas, presuponían que difícilmente denunciarían los hechos por no reconocer ni poder justificar el origen del dinero o los efectos sustraídos.

Como resultado de estas entradas y registros, se intervinieron 40.185 euros, materiales policiales como chalecos de alta visibilidad, grilletes, lanzadestellos, equipos de transmisión de radio portátiles, matrículas falsificadas, entre otros. También encontraron 478 gramos de sustancia estupefaciente -al parecer hachís- y básculas de precisión, así como varios teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tablets electrónicas.

La investigación se mantiene abierta con la posibilidad de efectuar aún alguna detención más de personas que hayan podido estar implicadas en las acciones violentas de este grupo.

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