Trece años de prisión por matar a un joven en una discoteca de Salou

Acuchilló cinco veces a la víctima, de 19 años. La Audiencia Provincial ha impuesto cinco años al cómplice del crimen

Once años de prisión por un delito de homicidio y dos más por uno de lesiones con instrumento peligroso a una segunda víctima. Es la pena que el magistrado de la Audiencia Provincial de Tarragona ha impuesto a un hombre por haber matado a un joven de 19 años a las puertas de una discoteca de Salou la noche de Halloween de 2022. Asimismo, durante tres años no podrá acercarse a menos de 300 metros de la persona herida.

Por su parte, el magistrado ha condenado al cómplice a cinco años de prisión. Su abogado defensor, Javier García Bueno, ha indicado al Diari que no ha presentado recurso de apèlación ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.

Los dos acusados –M.E.F. y L.A.E.C.–, sobre las cuatro de la madrugada del 1 de noviembre de 2022, se encontraban en una zona de ocio, delante de unos contenedores de la calle Serafí Pitarra, casi a la altura del cruce con la calle Murillo.

Tras salir de una discoteca entablaron una discusión con dos jóvenes: A.E.K. yT.C. Cuando lo vio la víctima, R.A. –que tenía 19 años–, se aproximó e intervino para mediar en la discusión. Esta recibió un empujón por parte de L.A.E.C.. El otro acusado, M.E.F., aprovechó este momento y, de forma sorpresiva, se abalanzó con un arma blanca y le propinó cinco cuchilladas. R.A. salió corriendo del lugar y ambos acusados lo persiguieron.

I.K., al ver esta situación, intervino para ayudar a la amigo R.A. Por ello, M.E.F. también lo agredió con la misma arma blanca en el brazo izquierdo (a la altura del codo) y se fue corriendo.

R.A. pudo marcharse corriendo por la calle Serafín Pitarra hasta que cayó abatido en la calle Valls, justo delante de la puerta de un hotel. El recepcionista fue quien avisó al teléfono 112. Y el SEM certificó su muerte a las 5.12 horas.

Los dos acusados se marcharon de Salou en un vehículo Renault Megane RS, conducido por M.E.F.

L.A.E.C., sabiendo que la Policía se encontraba próximo a localizarle, pactó con los Mossos d’Esquadra la forma en que se realizaría su entrega, cumpliendo de forma pacífica con lo acordado.

La víctima mortal residía en una casa tutelada de la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) de la Generalitat en Reus. No tenía familiares directos en España y el cadáver fu trasladado a su país de origen, Marruecos, donde residen sus padres y sus hermanos.