Más de siete años por intentar matar a la pareja de su casera en Tarragona

El Tribunal Superior de Justícia recalca que el ataque se hizo a una zona vital y con un arma capaz de causar la muerte. El condenado también causó lesiones a la mujer con el cuchillo

Un hombre que intentó matar a la pareja de su casera en Tarragona e hirió a esta ha sido condenado a siete años y medio de prisión.

El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJCat) ha desestimado el recurso de casación que presentó el acusado contra la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona. En la misma se recogía la pena de cinco años y medio por intento de homicidio –del hombre– y dos años por lesiones –a la mujer–, además de una orden de alejamiento y pagar 30.000 euros de indemnización.

El acusado vivía de alquiler en un piso de la calle Jaume I. Antes del 10 de mayo del año pasado mantuvo algún conflicto y desavenencias con los vecinos del bloque por ciertas molestias que producían sus actividades. Ello motivó que la dueña del piso le diese de plazo hasta el 13 de mayo para que abandonase el piso.

A las nueve y media de la noche del 10 de mayo, la casera y su pareja acudieron al bloque tras ser alertados por una vecina. Esta había presenciado que el acusado estaba pegando fuertes gritos, golpes y rompía objetos de manera violenta.

Discusión verbal

Los dueños del piso pidieron explicaciones al procesado en el descansillo exterior de la vivienda, iniciándose una fuerte discusión verbal entre ellos así como con otras personas. En estos primeros momentos, la pareja de la dueña propinó una patada leve en la rodilla izquierda del encausado. Este entró en el piso, cerró la puerta y, segundos después, salió armado con un cuchillo de 22 centímetros.

El acusado, cuchillo en mano, se dirigió a la pareja de la dueña y le dijo: «Hijo de puta, te voy a matar» así como expresiones similares. Lanzó una primera cuchillada a la dueña del piso y acto seguido asestó tres –hombro, cerca del corazón y en la zona pulmonar– al hombre mientras seguía gritando: «Quiero matar a este hijo de puta».

Tras la intervención de dos familiares de la víctima, lograron encerrarle en su propio domicilio, sujetando la puerta desde fuera ante los intentos de volver a salir de la vivienda. El encausado se encontraba muy alterado. Finalmente, usando una copia de la llave, cerraron la puerta por fuera y lo dejaron encerrado hasta la llegada de la Policía.

El herido fue evacuado al hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente. Estuvo ingresado once días, de los cuales seis los pasó en la UCI. Las lesiones tardaron 226 días en curarse, durante los cuales estuvo impedido para sus ocupaciones.

Le han quedado como secuelas problemas mentales, insuficiencia respiratoria, disnea para esfuerzos importantes y varias cicatrices. La mujer sufrió una herida en el hombro y estuvo de situación de incapacidad temporal hasta el 28 de julio.

Los magistrados del TSJCat entienden que el recurso es parcialmente confuso. En un apartado se indica que «esta parte nunca ha negado los hechos acaecidos pero sí la forma en que se han producido y el lugar de la comisión».

Y en otro se dice: «Disconforme con el juicio de tipicidad en cuanto al ánimo homicida deducido de la prueba practicada». Para la Sala, el arma utilizada en el ataque, por su naturaleza, es «idónea» para causar la muerte y que el ataque se produjo en una zona vital.