Los vuelos privados de la cocaína desarticulados por la Policía Nacional

Desarticulados los ‘narcos del cielo’ que utilizaban aviones privados para transportar droga de Sudamérica a España y al resto de Europa

Agentes de la Policía Nacional, de la Polícia Judiciária de Portugal y de la Europol, han desarticulado la organización criminal ‘narcos del cielo’ que pretendía introducir toneladas de cocaína en Europa por vía aérea.

La operación, que ha permitido el arresto de 25 personas -19 en España y 6 en Portugal-, ha contado con un despliegue coordinado en el que han participado agentes de diferentes comisarías de Madrid, Barcelona, Bilbao, Cuenca y Plasencia (Cáceres).

La organización -altamente especializada en la introducción de alijos de cocaína en Europa- utilizaba aviones privados fletados y sus miembros contaban con numerosos contactos para el envío y la recepción de los cargamentos de cocaína.

El entramado criminal recurrió como fuente de financiación a empresarios de origen chino -conocidos como hawalers-, que contaban con capacidad económica suficiente y una estructura que operaba a nivel mundial para realizar compensaciones de créditos al margen del sistema financiero legal.

Como resultado de la investigación se han intervenido 460 kilos de cocaína, un arma corta, más de 500.000 euros en efectivo, 18 vehículos y 45 terminales móviles, la mayor parte de ellos encriptados; también se han bloqueado 8 inmuebles valorados en más de 1.650.000 euros y 80 cuentas bancarias con un saldo de 660.000 euros.

El origen, la cafetería de Madrid

Las primeras pesquisas, iniciadas en junio de 2023 de forma conjunta entre la Policía Nacional y la DEA estadounidense, se centraron en las actividades de un ciudadano colombiano residente en Madrid que, presuntamente, lideraba una importante organización criminal dedicada a la importación de grandes cantidades de cocaína.

En la fase inicial, la investigación se centró en una cafetería situada en La Moraleja (Madrid). En ésta, frecuentada por los investigados y a la que ellos mismos se referían como “la oficina”, se llevaban a cabo la mayor parte de reuniones de los miembros de la organización.

A partir de ese momento, las gestiones policiales permitieron empezar a identificar a los integrantes del entramado –muchos de ellos residentes en el extranjero-, así como conocer el rol desempeñado por cada uno de ellos y detectar los proyectos ilícitos que se estaban gestando.

Con el avance de la investigación, los agentes acreditaron que se trataba de una organización criminal altamente especializada en la introducción de alijos de cocaína en Europa, cuyos miembros contaban con numerosos contactos para la salida del estupefaciente desde distintos puntos de Sudamérica y para su recepción en diferentes ciudades europeas.

Para transportar la droga utilizaban aviones privados fletados, por compañías privadas, que dotaban a la actividad ilícita de apariencia legal. Por otra parte, las pesquisas acreditaron que todos los miembros del entramado habían hecho del tráfico internacional de cocaína su único medio de vida, sin desempeñar ninguna actividad laboral legal y que, además, les permitía mantener un alto nivel de vida.

Tras varios meses, los agentes confirmaron que la organización tenía acceso a varios aeropuertos europeos como punto de entrada de los cargamentos de cocaína, encontrándose uno de ellos en la localidad portuguesa de Beja. Allí el entramado contaba con una amplia estructura, motivo por el que sus miembros realizaban numerosos desplazamientos a Portugal.

El pasado mes de enero, la Policía Nacional y la Policía Judiciária de Portugal realizaron un operativo conjunto que permitió identificar una trama de funcionarios corruptos que operaban, bajo la dirección de un ciudadano portugués, en el aeropuerto comercial de Beja.

En esas fechas, los agentes tuvieron conocimiento de que la organización había lanzado su primer avión fletado desde Barranquilla (Colombia) hasta el Aeropuerto de Beja (Portugal), a bordo del cual se encontraban varios de sus miembros así como pilotos contratados al efecto. Sin embargo, y pese al amplio dispositivo establecido, las gestiones policiales permitieron confirmar que dicho avión no había podido ser cargado con la cocaína en Barranquilla, lo que conllevó pérdidas económicas a la organización que superaban los 500.000 euros.

Envío de maletas y contenedores

Los investigados siguieron con su proyecto de enviar casi dos toneladas de cocaína en avión privado a Europa si bien, para poder recuperarse económicamente y sufragar la operación, así como para mantener su nivel de vida, cambiaron su modus operandi.

Recurrieron a operaciones de menor envergadura que no requiriesen un gran desembolso económico, y comenzaron a enviar maletas con cocaína desde distintos países hasta el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Sin embargo, los envíos fueron detectados por los agentes que interceptaron cuatro de ellos en septiembre de 2023 (con 16,5 kilos de cocaína), marzo de 2024 (31 kilos de cocaína), abril de 2024 (60 kilos de cocaína) y septiembre de 2024 (20 kilos de estupefaciente).

Asimismo, el pasado mes de mayo la organización envió un contenedor de aguacates desde Perú hasta el Puerto de Barcelona. En esta ocasión contenía 344 kilos de cocaína ocultos en el suelo de la estructura, si bien los agentes interceptaron el mismo antes de que llegara a los miembros del entramado.

En junio de 2024, los investigados realizaron un segundo intento para transportar la droga en un avión privado. Tras conseguir financiación a través de varios inversores externos procedentes de México, fletaron una aeronave privada desde Johannesburgo (Sudáfrica) hasta República Dominicana, donde debía cargarse el estupefaciente, para dirigirse finalmente a Reino Unido. Al igual que en el primer intento, los problemas logísticos impidieron cargar la cocaína.

Soporte económico chino

Los contratiempos sufridos obligaron a los investigados a buscar nuevas fuentes de financiación que les permitieran sufragar sus gastos del día a día, así como el pago de la sustancia estupefaciente y demás gastos de logística.

Fruto de las gestiones policiales practicadas, los agentes detectaron varias vías con las que daban cobertura al aparato logístico y financiero de la organización. Entre ellas, acreditaron la utilización de establecimientos que operan con criptomonedas para la conversión del efectivo resultante de las operaciones de narcotráfico en divisa legal.

Asimismo, evidenciaron que recurrían a locales de envío de remesas de dinero y, como fuente principal, el contacto con empresarios de origen chino que contaban con capacidad económica suficiente y con una estructura que operaba a nivel mundial para realizar compensaciones de créditos al margen del sistema financiero legal (sistema denominado Hawala).

Entre los contactos de origen chino investigados, los agentes identificaron a uno de los objetivos de alto valor de Europol, que ha apoyado la investigación en el análisis de la información financiera obtenida así como en la trazabilidad del flujo económico de la organización criminal.

Desarticulación del entramado

A mediados del pasado mes de octubre se realizó la explotación de la operación. En España, los agentes realizaron 14 registros domiciliarios y arrestaron a 19 personas en Madrid, Alicante, Sevilla, Cuenca y Cáceres –decretándose el ingreso en prisión provisional sin fianza para 16 de ellos-. Asimismo, se emitieron otras 6 Órdenes Internacionales de Detención (OID) sobre los objetivos que se encuentran fuera del territorio nacional.

Además, fruto de la cooperación con la Policía Judiciária de Portugal, a finales de octubre las autoridades portuguesas realizaron varios registros y arrestaron a otras seis personas en el país luso. Allí se intervinieron varias armas de fuego, munición, vehículos de alta gama y 15.000 euros en efectivo.

La operación ha finalizado con 25 detenidos y la incautación de 460 kilos de cocaína, más de 500.000 euros en efectivo, 18 vehículos y 45 terminales móviles, la mayor parte de ellos encriptados; también se han bloqueado 8 inmuebles valorados en más de 1.650.000 euros y 80 cuentas bancarias con un saldo de 660.000 euros