Los Bombers dan por controlado el incendio forestal de Tortosa

Un total de 12 dotaciones siguen remojando la zona para evitar nuevos focos. Se espera extinguir las llamas antes de la tarde, momento en el cuál se prevé la entrada de viento

Los Bombers de la Generalitat han dado por controlado la pasada noche (11.00 horas) el incendio que, desde el martes a las 10.15 horas, ha calcinado 87,6 hectáreas, 60,16 de las cuales están dentro de la sierra de Cardón-Boix, en Tortosa. A las diez y media de la noche se ha hecho un último recorrido por el perímetro, con especial atención a las zonas donde se ha hecho fuego técnico y trabajo con herramientas manuales en vez de extinción con líneas de agua, y se ha comprobado que ya no quedaba llama.

Durante esta noche, una docena de dotaciones han permanecido en la zona quemada vigilando y apagando puntos calientes. El objetivo es que esté totalmente fría antes de esta tarde, cuando se prevé una entrada de aire de mistral que podría causar que el fuego se reavive.

Este miércoles por la mañana continúan trabajando en la zona 12 dotaciones de Bombers, entre camiones de agua, GRAF, Equips de Prevenció Activa Forestal (EPAF) y vehículos ligeros de mando y coordinación. El objetivo es asegurar y cerrar todo el perímetro.

Este incendio, según los analistas del Grup d’Actuacions Forestalss (GRAF), ha probado que el comportamiento del fuego en el sur del país es explosivo pese a una primavera suave. La sequía acumulada provoca que la llama consuma la vegetación con mucha rapidez. .

Las tareas de extinción, que han sido complicadas porque el acceso al fuego, que ha empezado al fondo de un barranco, no era fácil, se han focalizado en mantener el incendio dentro de un eje de confinamiento de unos 5,5 kilómetros de perímetro. El incendio se ha dado por estabilizado a las 17.28 horas del martes pero hasta el ocaso se ha mantenido la rotación de medios aéreos para apoyar a la extinción desde tierra.

Durante la jornada de ayer, hasta 60 dotaciones y un centenar de efectivos trabajaron en unas tareas de extinción complejas porque el incendio se propagó muy rápidamente una vez cruzado el barranco donde se originó, una área de antiguos cultivos a los cuales se accede por una zona próxima al polígono Catalunya Sur de Tortosa. Los accesos presentaron dificultades a los vehículos pesados, y la extinción se tuvo que plantear desde la zona superior del incendio, que no era la estrategia óptima. De hecho, el comportamiento de la llama y la gran columna de humo generada por un cambio de vientos obligó, por un rato, a resituar al personal del operativo de extinción.

El incendio quemó todo el fondo del barranco y se desplazó, empujado por el viento de marinada, hacia el norte y el oeste. Las descargas de los medios aéreos aguantaron la cola del flanco izquierdo y apoyaron a los efectivos que trabajaban con herramientas manuales.

En total, el dispositivo de extinción de los Bombers ha contado con un centenar de efectivos y la activación de camiones de agua, vehículos ligeros de mando y coordinación, efectivos del GRAF (Grup d’Actuacions Forestals), de los EPAF (Equips de Prevenció Activa Forestal) y del GROS (Grup Operatiu de Suport) con personal médico del SEM (Sistema d’Emergències Mèdiques) y medios aéreos.

En cuanto a la investigación, los Agents Rurals trabajan con la hipótesis de que la causa del fuego habría sido por la crema de restos vegetales agrícolas que incumplían las medidas obligatorias de prevención de incendios. La investigación continúa abierta.