A Mónica la Vasca se la tragó la tierra
21 de julio de 2022, La Morera de Montsant. La mujer de 45 años había quedado ese día con una amiga para comer en Reus. Nunca llegó. Su familia está dispuesta a llegar hasta el final para encontrarla
Mónica había quedado con una amiga para comer en Reus el 21 de julio de 2022. También tenía previsto pasar por casa de un excompañero de piso en Valls, para recoger algo de su ropa. Pero no acudió a ninguna de las dos citas. De hecho, desde ese 21 de julio, nadie sabe nada de ella. A Mónica de la Llana, más conocida como Mónica la Vasca, se la tragó la tierra. Desapareció sin dejar rastro. Casi dos años después, la familia insiste en que no parará hasta encontrarla. Viva o muerta. Y es que su hermana, Maria Jesús de la Llana, cree que a Mónica la mataron. Quieren encontrarla y quieren justicia.
Mónica nació en Irún –de aquí su apodo– y a los veinte años se mudó con su familia a Tarragona. Estaba embarazada. En el momento de la desaparición, la protagonista de esta historia tenía 45 años y su hijo, que se ha criado con la abuela materna, 22. Mónica, según explica su hermana, era un alma libre. Trabajaba de camarera, aunque no tenía un trabajo fijo. «Era una mujer independiente, que iba a su aire. Pero siempre mantenía el contacto con su familia», explica la hermana. Le gustaba salir de fiesta, la música alternativa y componer temas con su ordenador. Ordenador que, por cierto, también desapareció con ella.
Mónica llevaba unos meses viviendo en La Morera de Montsant, un pueblecito del Priorat. Vivía con su novio, un chico llamado Carlos, que había conocido hacía poco más de medio año. Algunos testigos aseguran que tenían una relación tóxica, complicada. De hecho, la noche antes de la desaparición de Mónica, habrían tenido una fuerte discusión en un bar de Cornudella de Montsant –el pueblo de al lado–.
El 21 de julio de 2021, Mónica había quedado con una amiga para comer en Reus. Quería ponerla al día de su vida y explicarle que no estaba a gusto en la relación que mantenía con Carlos. «Vivo con un chico que no se porta bien conmigo. Ya te contaré el jueves», le dijo, a través de un mensaje, dos días antes de desaparecer. La conversación nunca llegó.
La familia de Mónica empezó a notar que algo raro pasaba cuando, al cabo de una semana, operaron a su madre y la joven no se puso en contacto con ella. «Era principios de agosto cuando decidí mirar su última conexión de WhatsApp. Me entró un escalofrío, no se conectaba desde el 21 de julio», explica la hermana, María Jesús. Tampoco publicaba nada en Facebook desde hacía días, cuando Mónica prácticamente contaba toda su vida en redes. Saltaron las alertas. La familia decidió ir a denunciar la desaparición ante los Mossos.
«Te juro por Dios que te entierro»
A partir de ese momento, son muchos los amigos que se pusieron en contacto con la familia para explicar la mala relación que tenía Mónica con su novio. De hecho, la joven, días antes de su desaparición, entregó unos archivos de audio a un amigo por si acaso le ocurría algo. En los audios se puede escuchar una fuerte discusión entre ambos un mes antes de que se le perdiera la pista a Mónica. «Mañana te va a pagar mi puto padre. ¿Sabes por qué? Porque va a tener la suerte de poder pagarte él», le dice Carlos a Mónica en el audio. El padre de Carlos falleció hace años. En el mismo audio, el joven dice: «Como vuelvas a decir otra vez que te pego, te juro por Dios que te entierro yo».
Los Mossos han interrogado varias veces a Carlos, pero no lo han detenido. La versión que ha dado el joven es que el mismo 21 de julio, sobre las dos del mediodía, dejó a Mónica en la parada de autobús de Cornudella de Montsant, y que ya no ha sabido nada más de ella. A la familia le extraña que Carlos no siga buscando, que no esté preocupado.
La policía también ha rastreado el móvil de Mónica y la última señal la da en el pueblo de La Morera de Montsant, el mismo día 21 a las siete y pico de la mañana, después de llamar tres veces a su novio.
Los Mossos investigan la desaparición con un origen criminal y descartan que Mónica se marchara por voluntad propia. La familia está convencida de que la joven está muerta y piden a la policía que fije la mirada en el Pantà de Siurana, ubicado cerca de La Morera de Montsant. Sospechan que el cuerpo pueda estar allí. María Jesús asegura que no va a parar hasta encontrar a su hermana.