Terres de l’Ebre, donde mar y río ofrecen experiencias únicas
Sus cuatro comarcas ofrecen desde parajes naturales envidiables y playas cristalinas hasta un rico patrimonio histórico y cultural
Las Terres de l’Ebre son un territorio extenso que destaca por su versatilidad de paisajes. Estas cuatro comarcas de Catalunya tienen mucho para ofrecer, desde parajes como calas y playas de agua cristalina, hasta monumentos históricos y culturales. Todos los rasgos que las caracterizan las hacen ser uno de los atractivos escondidos más insólitos de la costa mediterránea.
Situadas en la parte sur de Catalunya, entre el mar Mediterráneo y la cordillera prelitoral, son conocidas por sus inmejorables condiciones climáticas y sus parques naturales. Y es que no todo el mundo puede presumir de tener un 35% de espacio natural protegido. Dos de los parques naturales mejor valorados de Catalunya se encuentran en las Terres de l’Ebre y cada uno de ellos destaca por sus diferentes riquezas.
En el Parque Natural del Delta del Ebro hay tanto ecosistemas líquidos-salados como de agua dulce con dunas, bahías, salinas y lagunas llenas de fauna y flora para observar. Por su parte, el Parque Natural de Els Ports muestra la otra cara de la moneda, un conjunto de montañas calcáreas y abruptas impresionantes que guardan en sus adentros árboles monumentales. Dos lugares inigualables que describen la historia ambiental de este lugar.
Y no solo esto, las Terres de l’Ebre cuentan con innumerables parajes naturales que comparten espacio y reafirman el gran valor natural de este territorio. Desde la Reserva Natural de Sebes y Meandro de Flix, las Sierras de Pàndols y Cavalls, las Sierras de Cardó-el Boix o la Sierra del Montsià. En cualquiera de estos espacios se puede disfrutar de este patrimonio natural y cultural inabarcable.
El destino turístico para viajar en la historia
Las Terres de l’Ebre son un espacio de conservación de la diversidad natural, biológica y cultural que fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2013. Además, la asociación internacional Green Destinations la catalogó como uno de los 100 mejores destinos turísticos sostenibles del mundo. Y por si todavía faltaran motivos para demostrar la calidad y diversidad de esta región, no se puede dejar de mencionar la presencia del río Ebro. Él es el motor clave que vertebra todo el territorio y que ha acontecido un elemento capital históricamente por el arraigo de las civilizaciones en los territorios próximos.
Este hecho ha dejado un legado infinito que sigue viviendo en la actualidad gracias a los elementos históricos y arquitectónicos que se encuentran en las Terres de l’Ebre. Empezando por la época de la prehistoria, las primeras manifestaciones artísticas son las pinturas rupestres de Ulldecona, El Perelló y Freginals, declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1998.
Los íberos también pasaron por el río Ebro, los poblados como el de Sant Jaume – Mas d’en Serrà en Alcanar lo confirman. En la población de Tivissa se encuentra uno de los poblados ibéricos más conocidos de toda Catalunya, El Castellet de Banyoles, y en Alcanar, La Moleta del Remei permite entender la vida de estos pueblos con los recursos museográficos. Para comprender estos hechos históricos, se puede visitar el Centro de Interpretación de la Cultura de los Íberos, conocido también como la Casa O´Connor, en Alcanar.
Siguiendo el hilo de la historia llegamos a la Edad Media, donde encontramos el Castillo de Miravet, una de los principales restos en la región de los Templarios, los caballeros militares más conocidos durante esta época. Situado sobre uno de los meandros del río, acoge bajo sus pies una de las vistas más excepcionales del río Ebro. De hecho, el pueblo de Miravet fue uno de los puntos por donde los soldados del ejército republicano atravesaron el río a comienzos de la Batalla del Ebro.
Porque no se puede ir a las Terres de l’Ebre sin presenciar las memorias de esta disputa, que fue uno de los hechos históricos más importantes durante la Guerra Civil Española. Los diversos centros de interpretación de la Batalla del Ebro se encuentran en la Terra Alta, la comarca que estuvo más afectada durante la guerra. Lugares como el pueblo fantasma de Corbera d’Ebre, la Cota 402 o el Centro de Estudios de la Batalla de l’Ebre, ofrecen una perspectiva turística que promueve la memoria histórica del territorio.
Por último, Tortosa destaca por su singular estilo renacentista a la vera del río Ebro. Hay dos aspectos que la distinguen especialmente: uno literario, con la obra de Cristòfor Despuig, y otro arquitectónico, con el conjunto de los Reales Colegios, un ejemplo único y encantador en Cataluña. Desde 1995 celebra cada verano la Fiesta del Renacimiento, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y Fiesta de Interés Turístico de Cataluña.
Un litoral para todos los gustos
El litoral ebrense puede presumir de tener a su alcance 142 km de costa, desde Alcanar hasta L’Ametlla de Mar. El elemento clave que hace que su extensión litoral sea única es que en su recorrido se puede disfrutar de todas las posibilidades que ofrece el mar Mediterráneo con playas naturales y calas muy especiales. La zona deltaica propicia playas espaciosas de arena fina para disfrutar tranquilamente en un ambiente familiar en lugares como L’Ampolla, Deltebre, Sant Jaume d’Enveja, Amposta o La Ràpita.
El sendero de gran recorrido GR-92, más conocido como el Camí de Ronda, permite recorrer todo este litoral y descubrir municipios de costa como La Ràpita o Les Cases d´Alcanar. Con él se llega a pie por caminos naturales donde es difícil acceder con vehículos de motor. Un ejemplo es la excursión “Por caminos de piratas y contrabandistas”, que recorre uno de los tramos más especiales de este camino, entre L’Ametlla de Mar y L’Ampolla. Se repondrán los pasos de los antiguos contrabandistas, piratas y soldados de guerras pasadas.
El Delta del Ebro nos ofrece una ruta en un entorno único, la Punta del Fangar, que nos llevará al Faro del Fangar. Playa, dunas móviles y fijadas o arenales nos conducirán hasta este símbolo arquitectónico y paisajístico, uno de los más característicos del Delta del Ebro.
Aventuras de sol y mar
Los espacios naturales de las Terres de l’Ebre, además de ofrecer ratos de relax y de descanso, también son idóneos para practicar actividades deportivas de aventura. La lista es infinita: senderismo, recorridos en bicicleta, navegación con kayak, barranquismo, escalada, hípica o piragua.
Las actividades acuáticas son especialmente atractivas dadas las condiciones del ambiente y parajes diversos de los cuales disponen las Terres de l’Ebre. El bautizo de buceo es una actividad que permite tener un primer contacto con la inmersión y vivir una experiencia inolvidable bajo el agua. Pero si se quiere explorar las profundidades marinas y descubrir organismos submarinos con la guía de una persona experta en oceanografía, el snorkel en L’Ametlla de Mar es la actividad ideal.
Aquellos que prefieran surcar el mar en vez de sumergirse en él también tienen la oportunidad de hacerlo con las formaciones de kitesurf que se realizan en el Delta del Ebro. Aunque las salidas con velero para ver este parque natural desde arriba de una embarcación también son una buena opción. La aventura ofrece aperitivo con marisco, fideuá o arroz del Delta para comer y finalizar la jornada con una copa de cava viendo la puesta de sol desde el mar.
Los amantes de los deportes acuáticos en todas sus vertientes pueden disfrutar de una experiencia completa con la actividad Biocaiac, una mezcla de kayak y snorkel. Las salidas en kayak atraviesan las playas y van a descubrir las costas rocosas y las calas escondidas de L’Ametlla de Mar. Es allí donde se realiza una inmersión con snorkel para descubrir las profundidades de la playa de L’Estany Podrit y deleitarse con los prados de posidonia y la fauna y la flora que vive dentro de las aguas.
Navegación fluvial por el Ebro
La navegación fluvial por el río Ebro ha sido una actividad importante para el territorio, sobre todo porque desarrolló tejidos sociales y económicos en las localidades por donde pasaba su caudal. Entre las actividades que ofrece, los más de 100 kilómetros de río que hay entre Ascó y Amposta se pueden recorrer con embarcación a motor. Además, todo el tramo catalán del Ebro, entre Riba-roja d’Ebre y la desembocadura se puede cubrir en piragua o kayak.
Navegar con kayak o piragua es una experiencia que permite recorrer varios tramos del río. Las rutas desde Tortosa hacia otras poblaciones como Amposta, Xerta o Tivenys se pueden hacer con estas dos disciplinas, adentrándose por parajes boscosos e islas particulares como la Illa dels Bous, que tal como su nombre indica, está habitada por estos animales ganaderos.
Y es que Tortosa es una ciudad que no se puede quedar fuera de la lista de los imprescindibles. La capital de las Terres de l´Ebre dispone de uno de los conjuntos monumentales con más variedad artística de Catalunya, desde orígenes árabes, románicos o renacentistas, con el Castillo de la Suda, el Palacio Episcopal y la Catedral. Vivir por unos momentos en la época del Renacimiento es posible con las experiencias vinculadas a esta era, actividades sobre patrimonio, gastronomía o historia y los cruceros de turismo fluvial, navegando con un laúd. En Tortosa, Lo Sirgador -una réplica de los laúdes antiguos que se dedicaban al transporte de mercancías por el río Ebro- hace un trayecto explicando la historia y características de estas embarcaciones. Cómo este hay Lo Roget (Ascó) o Lo llagut (Benifallet). Volver a los orígenes de la navegación y poder atravesar las aguas del Ebro en estas embarcaciones es todo un lujo en los tiempos de modernidad en los que vivimos.
Otra experiencia, de la que se puede disfrutar en familia, es el Birdwatching en medio del Ebro: permite avistar aves en una piragua. Las Terres de l’Ebre son un lugar ideal para la observación de pájaros en cualquier época del año, ya que son tanto zona de paso como de nidificación, según la estación.
Este patrimonio histórico, natural, cultural y social, convierten las Terres de l’Ebre en una gran plataforma donde disfrutar de actividades de turismo activo tanto en la costa como en el río Ebro. No hay lugar en el mundo más versátil para disfrutar de una experiencia única a todos los niveles. Déjate llevar por la corriente del río y vive una aventura increíble en las Terres de l’Ebre.