Unió de Pagesos reclama precios justos para los frutos secos en un año de baja producción por la sequía
El sindicato denuncia que no se rigen por la ley de la oferta y la demanda y que hay «opacidad» en los precios de la Llotja. Exigen que los operadores justifiquen los precios
La cosecha de la avellana será, un año más, muy pobre. Los cálculos sitúan la producción en solo un 25% de lo que sería habitual, con muchos avellanos muertos por el calor y la sequía acumulada durante años. Una situación que se agrava con «precios por debajo de coste», ha denunciado este lunes, 2 de septiembre, Unió de Pagesos.
El responsable de Fruita Seca del sindicato, Sergi Martín, alerta de la situación «insostenible» en la que se ven evocados muchos payeses, lo que sitúa este año como «un punto de inflexión» en el que «mucha gente dejará de cultivar», presagia la presidenta de la DOP Avellana de Reus, Ester Gomis. Y como añade Martín: «Si esto no cambia, la avellana en el Camp de Tarragona está condenada».
Unió de Pagesos vuelve a poner el foco en los precios marcados en la Llotja de Reus, lonja de referencia, y denuncian «opacidad». Es por este motivo que, por segundo año, el sindicato no participa en las reuniones de la Llotja de Reus que se celebran esta semana (lunes y martes) para analizar los mercados de los frutos secos. Lo que reclama el sindicato es «transparencia», que «los operadores se sostengan sobre algo a la hora de decir el precio, que éste sea real». Y para ello exigen que «presenten los documentos de compraventa» que lo justifique «y no sea solo una llamada», exclama Sergi Martín.
El sindicato expone que este año, ante la baja producción, «lo normal sería que los precios subieran, siguiendo la ley de la oferta y la demanda». Y es que «es a nivel internacional que las cosechas son muy pobres», detalla Martín. No obstante, «los precios de la Llotja de Reus prácticamente no se mueven nunca. Son una línea plana que no corresponden a las operaciones», añade el responsable de Fruita Seca de Unió de Pagesos, mientras que «los otros mercados van oscilando, que es lo normal». Ante esta imagen, que se repite cada año, «nos hacen pensar que los operadores pactan los precios», denuncia el sindicato. Una cuestión que hacen extensible a la almendra y a la algarroba.
En los últimos años se han puesto en marcha varias medidas para garantizar que los precios sean más justos, como el observatorio de precios para la avellana. Aun así, Unió de Pagesos considera que el problema de fondo no se ha solucionado. De hecho, Sergi Martín recuerda que Unió de Pagesos llegó a denunciar a Consum la cuestión. «Pero se fijaron en cómo la Llotja hace la media, que es correcto, pero no miraron de dónde salen estos precios, los que pasan los operadores», y es aquí donde el sindicato quiere llegar.
Avellano, ‘tocado de muerte’
La avellana es la cosecha más perjudicada por la sequía. Se trata de un arbusto de ribera, por lo que necesita mucha agua. Pero el calor, la larga sequía y la consecuente situación del pantano de Riudecanyes y los bajos niveles de los pozos, muchas hectáreas se han quedado sin riego y las que han tenido agua, la cosecha será muy pobre. La previsión de Unió de Pagesos es que ésta sea de solo un 25% de lo que sería habitual y que muchas hectáreas se pierdan definitivamente. En este sentido, de las 11.500 ha que hay en Catalunya de avellanos, solo unas 3.300 son de regadío, y 1.500 están en la zona del pantano de Riudecanyes, sin recursos para regar desde la temporada pasada.
En cuanto a la cotización, el sindicato detalla que la de la Llotja de Reus estaría entorno a los 2 euros la libra, mientras que UP considera que tendría que ser, al menos, de 2,5 euros la libra.
Almendra y algarroba
La situación de la almendra es algo distinta, porque las hectáreas de regadío (13.000 ha) podrán mantener una cosecha bastante normal. Por contra, la producción de las fincas de secano (25.900 ha) son muy bajas y en algunas zonas, inexistentes, con calibres muy pequeños y, además, han sufrido la plaga de la avispilla. En su conjunto, la previsión de la cosecha es baja, de unas 22.000 toneladas (el año pasado fueron 34.500).
Sobre los precios, «éstos son más fluctuantes». No obstante, «los de la Llotja de Reus son siempre los más bajos».
Finalmente, la algarroba se ve afectada por la bajada de precio tras «años en la que se ha pagado muy cara» por la alta demanda, recuerda Sergi Martín. No obstante, esta demanda ha bajado porque «los consumidores están sustituyendo las gomas de algarrobina por otras gomas más económicas». Aquí, el problema es que los precios «suelen ser bajos al principio» y van subiendo a posteriori. No obstante, «el payés se ve obligado a coger la algarroba muy pronto para evitar robos, y la acaban vendiendo cuando el precio está más bajo», denuncia unió de Pagesos.