Un hotel de ultralujo abrirá en Torroja del Priorat en primavera
El complejo será de 5 estrellas gran lujo, tendrá 24 suites y estará ligado al vino. Porrera, por su parte, da un paso más en su regulación pionera de los pisos turísticos. Y el plan del CN Reus Ploms tendrá que pulir detalles para permitir la construcción de una residencia de mayores
Torroja del Priorat estrenará un hotel de ultralujo la primavera de 2023. El complejo, que se articulará a partir de la rehabilitación del Mas d’en Bruno, está en obras. La Comissió Territorial d’Urbanisme de Tarragona ya había dado luz verde anteriormente al proyecto y aprobó ayer un detalle de su configuración relacionado con el espacio de cocina.
El hotel tendrá la calificación más elevada: 5 estrellas gran lujo. Contará con 24 suites, tal como detallan al Diari fuentes de la promotora, que indican que el espacio también dispondrá de restaurante gourmet, dos bares, spa y una piscina infinita. El alojamiento, apuntan, «será único». Y nacerá estrechamente vinculado al vino y a la cata de los que se producen en la zona, teniendo en cuenta que la calidad de estos «es reconocida a nivel mundial».
El complejo sigue la estela del turismo enológico en un área que se presta a ello y que atrae a visitantes de un perfil particular. Las mismas fuentes precisan que el hotel quiere establecerse en Torroja como un concepto relevante para esa área considerando que «no hay nada igual en el Priorat». La intención es integrarse en el entorno. Por eso, la puesta al día del Mas d’en Bruno respetará sus formas originales y pretende «mantener su belleza y esencia». Los materiales y colores encajarán en las líneas que había porque «se trata de potenciar la experiencia de masía». La apertura será «en primavera de 2023».
El jefe del Servei Territorial d’Urbanisme, Francesc Santacana, explicó ayer que ahora «se ha visto que era necesario un espacio de cocina mayor y se ha hecho una nueva propuesta de esta parte», que ha salido adelante.
Un documento espejo
La Comissió d‘Urbanisme de Tarragona también abordó ayer la regulación de pisos turísticos que quiere aplicar Porrera para frenar la despoblación. El caso es singular al tratarse de un municipio pequeño, con alrededor de 450 habitantes. En ese sentido, Santacana explicó que este «es un expediente que, bajo nuestro punto de vista, como idea, está mejor que bien». «Lo que pasa es que la fórmula utilizada para determinar cuál es la cantidad de pisos establecía números mediante un sistema algo complejo» que deberá simplificarse, añadió. La Comissió considera que el documento de Porrera «posiblemente ejerza de espejo» para otras poblaciones, así que «vale mucho la pena afinarlo del todo bien».
De entrada, el nuevo planteamiento pasaría por dividir la localidad en partes y fijar un máximo de pisos turísticos para cada una de ellas. El alcalde de Porrera, Juan Carlos Garcia, explicaba hace pocos días a este rotativo que «para asegurar la viabilidad del municipio, nos interesa que haya viviendas de primera residencia más que turísticas, que no contribuyen precisamente a evitar el despoblamiento contra el que tanto luchamos».
La regulación «no hay que leerla como algo en contra del turismo sino como una armonía para que el pueblo sea viable y para que la gente que se quiera establecer en él tenga un futuro», añadía Garcia. Y expresaba que la voluntad es que los alojamientos que se rehabiliten sirvan o bien a vecinos o a personas que se establezcan en ella durante un tiempo largo, por ejemplo, por necesidades laborales.
En cuanto a Reus, la Comissió aprobó una modificación del sector de polígono Mas Sunyer para pasar de parcelas pequeñas a unas mayores, que atraen más demanda.
El Ploms, pendiente de algunos flecos
Por otro lado, el plan especial urbanístico para la ordenación de los usos del Club Natació Reus Ploms fue una de las cuestiones de relevancia que se trataron ayer en la Comissió d’Urbanisme de Tarragona. El vicepresiente del órgano, Francesc Xavier Rehues, explicó que este «es un caso en el que, aunque todos sabemos que eso ha sido siempre un equipamiento deportivo, el planeamiento no lo reconocía de esta manera explícita». Ahora, «este plan especial sí que lo hará».
El expediente «lo tenemos valorado de manera favorable», aunque es necesario rematar algunos flecos para que salga adelante, indicó Rehues. Habrá que esperar, por lo tanto, a próximas comisiones para que quede finalmente aprobado.
El plan va ligado a una venta de terrenos que, además de apuntalar la viabilidad económica del Ploms, darán lugar a la construcción de una residencia de la tercera edad. La operación con la promotora del equipamiento para mayores, Aegide, está condicionada precisamente a que este plan quede aprobado. El presidente del club, Isidre Guinjoan, valoró ayer que «se trata de retocar algún punto» aunque «todo sigue adelante». La próxima comisión es en noviembre «y, si no entra en esa, aún podría ir a la de diciembre», concluyó.