Un año del consultorio del barrio Gaudí de Reus: abierto pero con médico solo algunos días
El dispensario cumple hoy 365 días de actividad tras su reapertura, fruto de la lucha vecinal. Los usuarios valoran que «era necesario y está», aunque denuncian que «no siempre hay doctor y nos lo habían prometido»
El 9 de enero de 2023, tras 33 meses cerrado, el consultorio médico del barrio Gaudí de Reus volvió a recibir pacientes. Lo hizo al desenlace de una intensa lucha liderada en primer término por la Associació de Veïns y, luego, por una plataforma ciudadana de aún más amplio alcance que se negaron a aceptar la pérdida del servicio, desactivado coincidiendo con el Estado de Alarma y sin perspectiva de regresar. De la reapertura se cumple hoy un año.
Con el equipamiento ya «consolidado», los usuarios valoran que «era muy necesario y, al final, no lo perdimos, lo tenemos aquí. Y eso es lo más importante». Pero, ahora, «lo que a menudo no tenemos es el doctor, que viene solamente tres o cuatro días a la semana en lugar de atender siempre como se nos prometió».
Miguel Subires tiene 77 años y es paciente del consultorio. «Cuando lo cerraron, dejé de ir al médico», recuerda. Y comenta que «llegar desde el barrio Gaudí hasta el CAP Llibertat –a donde se derivó a los vecinos, a 1,5 kilómetros– era mucho lío, había que hacer trasbordo. Yo no tengo la pierna para eso».
Precisamente por un problema en la pierna, en el dispensario «me atienden cada mes unas seis o siete veces». «El trato es muy bueno y tenerlo al lado de casa es perfecto. Ojalá esto se quede aquí por muchos años», comenta el hombre. Sin embargo, el dispensario «tiene una gran falta», precisa Subires. Y es que «si pudiera pedir algo, sería que haya médico todos los días. Así es como debería ser y, por ejemplo, hoy mismo no lo había».
Coincide con él Cori Faulo, de 68 años. «Es un buen servicio pero hace falta que el médico esté siempre. Solo viene tres o cuatro días y eso hace que haya mucha espera para tener cita», expresa la usuaria del consultorio. Y añade que, en la reapertura, «lo que nos habían dicho es que el doctor estaría siempre».
Y Juan Antonio Casillas, otro usuario, constata que «hay mucha rotación en cuanto al médico». Con 59 años, cuenta que «yo me puedo mover e ir a otro sitio si me mandan, pero hay gente mayor que no. Y el dispensario es un servicio para el barrio. Y eso que uno no viene aquí por gusto». «Podemos pasar sin otras cosas, pero no sin esto», subraya.
En efecto, la gran reclamación vecinal, que la Generalitat tomó como compromiso en 2023, era que el consultorio se reactivase «igual que estaba antes de la Covid». Es decir, con la presencia permanente de un médico. Pero, con el tiempo, aquello ha dejado de cumplirse a rajatabla. Fuentes de Salut consultadas al respecto no aportaron información a este rotativo.
La Associació de Veïns, al corriente
La Associació de Veïns del Barri Gaudí está al corriente de la situación y la sigue de cerca. Antonio Montoya, secretario y miembro de la Junta de la entidad, explica que «faltan médicos. Y esa es una dificultad que se da aquí y en todas partes. De momento, funcionamos con las citas que hay, los aproximadamente tres días a la semana que tenemos doctor, hasta que se encuentre uno definitivo». «El médico que había se marchó y desde un poco antes del verano empezamos a tener este problema», detalla.
Montoya destaca que «estamos en contacto con la dirección del CAP Llibertat y vamos siendo informados de todo». Y se reafirma en que «la idea es que haya un médico todos los días. Eso es lo que se dijo y ese es el compromiso que tenemos». Pero llama a «tener algo de paciencia hasta que llegue la solución».
La entidad vecinal, igual que los pacientes, muestra la «satisfacción» por la recuperación del dispensario, que «está en marcha. Y eso el barrio lo nota». En abril del año pasado, con los últimos datos facilitados por Salut, contaba con una población asignada de 1.310 pacientes, prácticamente la mitad de las personas que están empadronadas en la zona. De aquellos usuarios, hasta 168 tenían más de 74 años.
Una de ellas es Antonia Medina. A sus 77, y a la salida de su visita, destaca que «me suelen atender muy bien y es bueno que el barrio tenga consultorio».
Y Enriqueta Domínguez, de 87 y «paciente de siempre», no duda. «Me visitan mejor aquí que en ninguna otra parte», expresa. Sobre el tiempo en que fue redirigida al CAP Llibertat, apunta que «me tenían que llevar en coche. En cambio, ahora puedo venir aquí a buscar medicinas para mi hija y es estupendo que esté al lado de casa». Domínguez resume muy bien el sentir del barrio respecto al consultorio: «Todo el mundo quiere que el dispensario esté abierto. Y que siga abierto para siempre».
Un nuevo CAP para la zona norte
El Pla d’Acció Municipal (PAM) 2023-2027, la hoja de ruta del gobierno local para los próximos cuatro años, incluye el análisis de la creación de un nuevo Centre d’Atenció Primària (CAP) en Reus. En detalle, en el documento figura el compromiso de «estudiar la viabilidad de la construcción de un nuevo CAP en la zona norte de la ciudad».
La ubicación concreta que se ha pensado para este equipamiento no aparece reflejada en estos planes y estaría relacionada con el propio estudio. En el ámbito de la salud, el PAM también recoge, entre otros, el objetivo de «potenciar el CMQ para mejorar el servicio a la ciudadanía» o «reforzar el despliegue del modelo de salud comunitaria COMSalut».