Sin rastro de las pantallas acústicas junto a las vías en Mas Abelló y Gaudí
Los Presupuestos Generales del Estado 2022 preveían una partida para iniciar el proyecto, pero todavía sin resultados
Las reclamadas pantallas acústicas en los tramos de vía férrea de Reus más cercanos a viviendas todavía no se han materializado. Los Presupuestos Generales del Estado 2022 destinaron, con una enmienda, 200.000 euros a este proyecto, largamente reivindicado por los vecinos afectados.
Son los de la avenida Saragossa, en el barrio Gaudí, y la calle Lleó XIII y pasaje de la Mare de Déu dels Desemparats, en Mas Abelló. Aplaudieron la noticia cuando supieron que, finalmente, el proyecto se dotaba de presupuesto. Pero que a finales de marzo de 2023 todavía no hayan visto resultados ni tampoco sepan si el proyecto está avanzando de algún modo empieza a generar cierto nerviosismo. «Quizá se esperan a hacer el apeadero de Bellissens», aventura un vecino de la calle Lleó XIII. Sea como sea, lo que esperan es que no acabe todo en papel mojado. No obstante, por ahora no se ha dado a conocer ningún tipo de avance del proyecto ni tampoco este rotativo ha conseguido saber en qué punto se encuentra tras preguntar a varias administraciones.
La Associació de Veïns del Barri Gaudí se ha hecho eco de la incógnita que sobrevuela entre los vecinos de la avenida de Saragossa más cercanos a las vías del tren. «¿Por qué todavía no hay pantallas?», se preguntan. Es por ello que la presidenta vecinal, Maria del Mar Escoda, cuenta que han hecho llegar una carta a alcaldía para saber en qué punto está el proyecto. «Fue el Ayuntamiento que nos anunció la partida y por eso preguntamos ahora a alcaldía», puntualiza Escoda, aunque todavía esperan recibir una respuesta.
La presidenta de la asociación vecinal recuerda que, en su momento, se hicieron mediciones de decibelios en las casas unifamiliares del barrio más cercanas a las vías «y quedó patente que se sobrepasa» el límite. Es por ello que piden que las barreras sean una realidad y, así, cumplir con la propia normativa.
Según el Mapa de Capacidad Acústica de Reus, que fija los objetivos de calidad acústica por zonas y por franjas horarias, la calle de Lleó XIII y Mare de Déu dels Desemparats están catalogadas como zona de sensibilidad acústica moderada B1, con coexistencia de suelo de uso residencial con actividades y/o infraestructuras de transporte existentes. En este caso, el límite de decibelios durante el día (de 07 a 21h) y también de 21 a 23 h es de 65, mientras que por la noche es de 55 dB.
En cambio, las viviendas unifamiliares de la avenida de Saragossa se encuentran, según este mapa, en zona de sensibilidad acústica alta A4, con predominio del suelo de uso residencial. Aquí, los valores límite son inferiores, con un máximo establecido de 60 dB en horario diurno y primeras horas de la noche (de 07 a 23 h) y de 50 dB de madrugada, de 23 a 07 h.
Así pues, en principio, por la noche es cuando el ruido tendría que ser menor, según marca este mapa acústico. No obstante, los vecinos de las zonas más cercanas a las vías del tren se quejan, precisamente, de que es a última hora del día cuando más sufren las molestias. Y es que es entonces cuando mayor movimiento de trenes de mercancías hay. «Cuando los convoyes frenan es cuando mayor ruido hacen», explica Lluís Miquel, vecino de la zona de la venida de Saragossa.
Así también lo explican Loli y Benito, que son vecinos de la calle de Lleó XXIII, en Mas Abelló, desde hace más de 30 años. Tienen la vía del tren enfrente y a diario notan como tiembla el suelo de su casa cada vez que pasa un convoy. Coinciden con Lluís Miquel que «el problema son los de mercancías» que, al ser más pesados, lo hacen retumbar todo. Los de pasajeros, en cambio, aseguran que ya casi ni los oyen. «Hay que estar aquí para saber lo que es», dicen. Una problemática que es especialmente molesta en verano, «cuando tienes las ventanas abiertas y el ruido es horrible».
Vecinos de la zona han sufrido consecuencias materiales de estas vibraciones, con la aparición de grietas en paredes y suelo. Este no es su caso, pero «porque la casa original la derribamos y levantamos una de nueva, que está más preparada». Esto les da más aislamiento y también seguridad estructural, aunque las molestias no les quita nadie.
«Es cierto que cuando llegamos, las vías ya estaban, pero creo que tenemos que avanzar hacia una mayor pacificación y convivencia», opinan Benito y Lilo. A la vez, denuncian la alta velocidad a la que pasan los trenes. En este tramo hay una limitación a 70, pero Benito asegura que la sobrepasan.
Por su parte, Lluís Miquel, desde la avenida Saragossa, subraya que no se puede olvidar que «las vías ya estaban cuando esto se construyó», algo que «a veces no se tiene en cuenta». A pesar de ello, ve con buenos ojos que se instalen pantallas acústicas y, así, reducir las molestias, aunque también admite que «uno también se acaba acostumbrando, en cierta forma, a los ruidos».
Barreras en Vila-seca y en el polígono Francolí
Mientras que las barreras acústicas de Reus siguen siendo una incógnita, Vila-seca sí que será equipada con 620 metros de pantallas. Justamente este mes de marzo, Adif ha sacado a exposición pública el proyecto con los terrenos afectados de superficie que deberá expropiar, un paso previo a la aprobación definitiva del proyecto. En este caso, también se trataba de una vieja reivindicación por parte de vecinos y también del Ayuntamiento ante una problemática que se ha agravado desde la entrada en funcionamiento de la variante del Corredor Mediterráneo. Del total de ocho tramos donde se instalarán las barreras, uno será en Tarragona, en el polígono Francolí.