Reus utiliza las reservas de agua que dispone del Ebre
La sequía ha obligado a la ciudad a utilizar las reservas del CAT porque Siurana-Riudecanyes están a niveles mínimos y, de hecho, Reus no coge agua de este sistema desde hace un año
Más del 90% del agua que abastece Reus, a día de hoy, procede del río Ebre, a través del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT). El resto es de pozos y minas. No es, para nada, el uso habitual que hace la ciudad de sus fuentes de abastecimiento y los cambios se deben al actual sequía.
De hecho, Reus está consumiendo prácticamente toda el agua que le corresponde del Ebre, que son, en total, 6,9 millones de metros cúbicos anuales: 4,2 son de concesión efectiva anual y 2,7 millones de metros cúbicos, también anuales, son de reserva. En 2023, la ciudad utilizó 6.683.398 m3 del Ebre, por lo que accedió a esta reserva y se aproxima a los valores máximos de los que Reus puede disponer del CAT.
El consumo que suele hacer la capital del Baix Camp de sus fuentes de abastecimiento es de: 55-60% procedente del Ebre; un 30-35% del sistema Siurana-Riudecanyes; y 10-15% de pozos y minas. Pero la sequía lo ha cambiado todo: los embalses de Siurana y Riudecanyes están por debajo del 3% de su capacidad y Reus –disponiendo del CAT– no coge agua del pantano desde hace justamente un año. Por contra, el consumo que hace la ciudad del río Ebre se ha disparado. Una situación que «de forma puntual puede sostenerse, pero no es un cojín eterno», alerta el concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Reus, Daniel Rubio.
Como recuerda, los 2,7 millones de metros cúbicos de agua anuales de reserva del Ebre corresponden, en realidad, a la previsión de crecimiento de la ciudad para los próximos años. Actualmente, la capital del Baix Camp cuenta con más de 108.000 habitantes y «la previsión es que la ciudad alcance los 120.000». Así pues, «necesitamos recursos hídricos asegurados», subraya Rubio, para poder garantizar este crecimiento de la población. Y es en este contexto que la ciudad está trabajando en la recuperación de pozos y minas.
Es una meta en la que se trabaja desde hace ya años. Pero la actual sequía ha evidenciado aún más la necesidad de «diversificar las fuentes de abastecimiento y hacer el salto hacia el aprovechamiento de agua Km0», recalca el concejal.
En los últimos años se ha limpiado la mina de Maspujols, entró en servicio el pozo de L’Aleixar y fue recuperada la captación de la antigua mina de Almoster. Más recientemente, la ciudad ha recuperado el pozo de Mas Miarnau y su conexión a la red de abastecimiento de agua potable, y ha conectado tres nuevos pozos ubicados en la autovía de Bellissens. Los siguientes pasos serán: la conexión del pozo del Instituto Geológico y Minero de España; la mina del barrio Fortuny; potabilizar el agua de los pozos de Agro-Reus y recuperación de pozos del aeropuerto. En total, la ciudad invertirá más de 1,8 millones de euros en estos proyectos.
Cabe tener en cuenta que la sequía también afecta de forma muy directa a la cantidad de agua disponible en los pozos. De hecho, en 2023, éste tipo de agua solo representó un 6,6% del total usada en Reus, mientras que en 2020 fue de un 25%. Y es que «sin lluvia no hay filtraciones», recuerda Daniel Rubio. No obstante, subraya la importancia de trabajar con previsión y seguir diversificando las fuentes de abastecimiento. Además, reclama agilizar los proyectos y reducir la burocracia porque «la sequía no entiende de trámites», dice el concejal de Medi Ambient que, a la vez, detalla que «Reus es una ciudad que consume poco».
El proyecto para recuperar el agua de la depuradora, en redacción
La recuperación del agua de la depuradora de Reus es uno de los proyectos más reclamados por el territorio y, muy especialmente, desde el Priorat, con el fin de que se consuma menos agua procedente del Siurana. Después de años, finalmente la Agència Catalana de l’Aigua ha impulsado la construcción de una estación de regeneración de agua. Y, actualmente, el proyecto ya se está redactando con un plazo máximo de 14 meses. El objetivo final es recuperar esta agua y destinarla a riego para la Comunitat de Regants del Pantà de Riudecanyes y, así, asegurar recursos para los payeses (el año pasado se quedaron sin riego) y liberar agua para el uso de boca.