Reus toma un pasaje hacia su pasado más esplendoroso
La plaza del Mercadal, Casa Navàs y otros espacios acogen recreación histórica, visitas guiadas y teatralizadas, así como espectáculos que siguen los pasos del arquitecto Lluís Domènech i Montaner
Pasear por el centro de la ciudad este fin de semana es como tomar un pasaje al pasado. Eso se debe al estreno de ‘Reus 1900. Festa Modernista’, un proyecto organizado por Casa Navàs y la Agència Reus Promoció y que ha motivado una recreación histórica en el corazón de la ciudad. La plaza del Mercadal y Casa Navàs, así como comercios y restaurantes del entorno más cercano, han cambiado su estética externa a una más antigua, propia al 1900. En la iniciativa, están implicadas una cincuentena de entidades y empresas locales.
La puesta en escena llamó ayer la atención de reusenses y visitantes y también de turistas extranjeros. Numerosos espacios de riqueza patrimonial, así como de ámbito turístico, reivindicaron (y lo harán hoy domingo) una época en la que Reus fue la segunda ciudad de Catalunya.
Alrededor de un centenar de recreadores hicieron visible a pie de plaza los diferentes estamentos sociales de la época a través de su vestimenta. Se pudieron ver desde lo que parecían ser obreros jugando a cartas, a la ‘botifarra’ concretamente; a monjas comprando en la parada de hortalizas; e incluso panaderos enseñando barras kilométricas. Coches de época y un kiosco antiguo con fotos de un Reus pretérito no faltaron, tampoco.
Contexto de la época
El vestíbulo del Ayuntamiento repasó a través de una breve exposición el contexto de la época recreada, concretamente el conflicto de 1915, de cómo el movimiento obrero reivindicó sus derechos para trabajar dignamente. En la muestra, se localizan en un mapa de Reus las fábricas que hubo, se aborda la lucha que encabezaron los trabajadores y, por ende, se nombra la lucha de las mujeres por la igualdad de condiciones.
Por otro lado, algunos visitantes al evento pudieron conocer un poco más de cerca la vida entre bastidores de Casa Navàs. Una visita teatralizada los hizo partícipes de la actividad de las mujeres y hombres del servicio, que se desplazaban por la casa, hacendosos; o de la visita de señoras que acudían a ver a la mujer de la casa, con el fin de ponerse al día en el comedor.
Esta y muchas otras actividades difunden quién fue el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, con motivo del centenario de su muerte. Es el caso del espectáculo de noche llamado Benvingut de nou, amic Lluís!, que repasó la amistad que Domènech i Montaner tenía con Pau Font de Rubinat, quien lo introdujo en círculos clave de la burguesía reusense.
Otro de los platos fuertes es la visita guiada a la Casa Gasull, normalmente cerrada al público, y que vuelve a tener lugar hoy a las 13h. Construida en 1911, una década después de la que tiene al lado, la Casa Rull (ambas de Domènech i Montaner), «se distingue por su estilo austero, pero funcional». En palabras de la guía, la «apariencia actual no es la del principio, la fachada de la calle Sant Joan tuvo dos puertas gemelas, por ejemplo, una comunicaba al almacén y despachos, y la otra a la residencia». Eran tiempos de pistolerismo y los empresarios enviaban a matar a trabajadores destacados: «Mataron Fèlix Gasull, y por ello, eliminaron la segunda puerta, y por si acaso, crearon un complejo sistema de puertas para facilitar las escapadas». Con el tiempo, «la parte laboral se impuso a la residencial en la casa, lo cierto es que la familia no vivió apenas allí».