Reus: Mas Pellicer reclama cámaras contra el vandalismo

Los vecinos piden medidas para controlar a «quienes dañan lo de todos». El gobierno municipal señala que prevalecerá el criterio técnico

¿Por qué nos toca a nosotros convivir con esto? ¿Por qué tenemos que aguantar que cuatro dañen lo de todos una y otra vez?», se pregunta el presidente de la Associació de Veïns I de Maig, de Mas Pellicer, Eduardo Navas.

Y se lamenta de uno de los últimos episodios de vandalismo en el barrio. «De pronto nos encontramos con que han cortado varios bolardos por la mitad, en punta, así que habrían atravesado a cualquiera que hubiera tropezado. ¿Por qué lo hacen? Por nada, por pasar el rato y porque no hay consecuencias», expone.

Para poner cerco a estos actos y a aquellos que los llevan a cabo, el barrio exige contundencia. «Queremos cámaras de vigilancia igual que las hay en otros puntos de Reus», reclama Navas. El Ayuntamiento señala que, en la instalación de dispositivos de este tipo, prevalecerá siempre el criterio técnico.

La asociación de vecinos pide dos cámaras para Mas Pellicer y tiene claro dónde las ubicaría: una, «enfocando a la parada de autobús, donde siempre pasan cosas y siempre a la misma hora»; y la otra, «en la calle central».

En el barrio están convencidos de que sucesos como el de estos bolardos –o «las hogueras que hacen o los cristales que rompen» a menudo– «se acabarían si tuviésemos videovigilancia porque, con las imágenes, no habría excusas para no detener».

Sostienen que, igual que las cámaras se han podido colocar en una docena de áreas de la ciudad, la suya debería ser una de ellas. Y defienden que «seguro que esas cámaras son más baratas que todos los destrozos que sufrimos». Con una compleja realidad social y, a veces, envuelto en el incivismo, Mas Pellicer lleva años reclamando ayuda para ganar tranquilidad.

Fuentes del gobierno municipal señalan que, para poner en marcha los dispositivos de videovigilancia, es necesario realizar un estudio y hallar las ubicaciones adecuadas, justamente para que sean eficientes y no las vandalicen. Hacerlo bajo los porches de los bloques de pisos no se plantea por ese motivo, detallan.

Además, según precisan las mismas fuentes, también hay que analizar el entorno de las cámaras para que no alcancen viviendas. A muy pocos metros de Mas Pellicer, en las calles de las Verges, se encendieron en 2017 las primeras cámaras de vigilancia policial de Reus, conectadas con la central de la Guàrdia Urbana. Y la percepción vecinal es que, como mínimo, la delincuencia se redujo en aquella parte concreta.

El Ayuntamiento adjudicó en mayo, por 133.682,57 euros, otra fase del despliegue del plan de videovigilancia, con 26 cámaras más para cubrir 9 nueve espacios entre los que no está Mas Pellicer. Deberían estar listas este año.

Seis meses del tiroteo que sacó de la cama al vecindario

La madrugada del 17 de enero, el ruido de disparos despertó a los vecinos de Mas Pellicer. «No nos quedó más que resguardarnos», explicaban algunos de ellos. El tiroteo se atribuyó a un conflicto entre bandas.

La policía tomó el barrio y detuvo a cuatro hombres acusados de delitos de homicidio en grado de tentativa, mientras que un quinto individuo quedó investigado. Otros dos hombres fueron arrestados pocos días más tarde durante un segundo operativo en Salou. Para todos salvo para uno –por enfermedad– se decretó el ingreso en prisión.

Temas: