Prueba piloto para cerrar los contenedores de orgánica y restos en Reus

Tres o cuatro zonas acogerán un ensayo, el primer trimestre de 2023, que afinará el sistema de identificación personal y se creará una ordenanza para bonificar a quien más recicle. El mecanismo será definitivo en 2024. En las carreteras del Morell y Salou se ensayará el puerta a puerta antes de este marzo

Antes de verano de 2024, Reus cerrará los contenedores de al menos las fracciones de orgánica y restos para su uso mediante tarjeta física o aplicación móvil. Pero, previamente, el primer trimestre de 2023, el Ayuntamiento llevará a cabo una prueba piloto para «ver cómo funcionan los diferentes sistemas que hasta ahora tenemos mirados».

El test, tal como explica al Diari el concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio, se realizará en «tres o cuatro zonas de la ciudad» que se están perfilando. Y, «así, en base a la información empírica que obtengamos, elaboraremos el pliego de condiciones para poner en marcha la licitación».

El gobierno calcula, para la implantación definitiva, una inversión de entre 700.000 euros y 1,1 millones, dependiendo del modelo que finalmente se aplique y teniendo en cuenta que «unos 500.000» provienen de Next Generation. Los 2.285 contenedores que se pusieron en las calles a través de la contrata Reus Net vinieron preparados para que se les incorpore algún mecanismo de identificación de usuarios. El cierre deberá estar funcionando para junio de 2024.

Rubio recuerda que el despliegue «se acompañará de la redacción de la ecotasa, la ordenanza que debe regular cómo bonificaremos a quien más recicla». La norma «se empezará a elaborar el año que viene y también está sujeta a la experiencia de la prueba piloto», atendiendo a «la respuesta de la ciudadanía y el comportamiento del propio sistema», especifica.

Y es que el cierre de contenedores permitirá «saber quién los está abriendo, dónde, cuándo o cuántas veces» para fomentar la correcta separación, teniendo en cuenta que «el reciclaje también repercute en los ingresos que obtiene el Ayuntamiento y buscamos mantener el precio del servicio». Mediante los datos que se recopilen a través de la identificación personal, se aplicarán las ventajas que se desprendan de la ordenanza asociada, dependiendo de cada caso. Rubio destaca que eso «nos permite hacer prácticamente un traje a medida a cada hogar, atendiendo a sus particularidades». Los contenedores de orgánica los podrá abrir todo el mundo todos los días y los de resto se ceñirán a un calendario. No se descarta incluir, más adelante, los de envases.

El alcalde, Carles Pellicer, defiende que «el contrato de limpieza es el más importante del Ayuntamiento y el despliegue funciona muy bien, avanzamos con más recursos, más maquinaria y un mejor servicio». «La prueba para mejorar el sistema de reciclaje es un paso relevante», dice, «pero no es suficiente. Debemos trabajar todos contra los incívicos que tiran la basura donde no toca o fuera de los contenedores». «Por suerte», añade Pellicer, «no son mayoría, pero su actitud irresponsable nos perjudica a todos».

Lo que tiene claro el gobierno, tal como señala el concejal, es que «antes de tomar decisiones, hay que ver la adaptación de la ciudadanía» y que «nada será de un día para otro». «Se seguirá una línea de pedagogía, con educadores de calle, facilitando la familiarización con la tecnología, quizá compatibilizando por un tiempo el uso de tarjetas y la libre apertura, mensajes trimestrales, avisos, información de lo que el ciudadano podría ahorrar...», concluye Rubio.

Tarjeta, aplicación móvil o una doble vía

El registro de incidencias o el punto de vista de la ciudadanía que los utilice en esta fase de ensayo serán dos factores que influirán en la elección, por parte del Ayuntamiento, del sistema de cierre de contenedores con identificación. Rubio detalla que «probaremos dos, tres o cuatro alternativas que hemos mirado» y que «tienen un perfil técnico diferente entre ellas».

El concejal indica que una de las principales características que los diferencia radica en «las líneas de comunicación», aunque también hay variaciones en cuanto a «la autonomía de las baterías».

En cualquier caso, el responsable de Medi Ambient del Ayuntamiento precisa que «los hay que trabajan solo con tarjeta física y otros con tarjeta y aplicación móvil» y «se trata de experiencias muy nuevas, que aún no están en demasiados municipios y que hay que analizar muy bien, explorando la tecnología».

Ante esto, y a falta de la prueba, la idea del gobierno es «seguramente tirar hacia un modelo de doble vía, con tarjeta y aplicación, teniendo en cuenta que no todo el mundo tiene un dispositivo móvil o no sabe manejarse bien con él» y «tal vez la tarjeta se podría emplear también en las ‘deixalleries’». Para tomar una decisión en firme, sin embargo, habrá que esperar a estudiar los resultados del ensayo que se realice a principios de 2023.

En las carreteras del Morell y Salou, el puerta a puerta

En las masías dispersas y en un grupo de casas de estas vías, el Ayuntamiento testeará un modelo individualizado a principios del año que viene

«En enero del próximo 2023 o, como muy tarde, hacia febrero», el Ayuntamiento de Reus realizará una prueba piloto paralela a la del cierre de contenedores pero que no tiene nada que ver con ese sistema. Este segundo test se aplicará «en las masías dispersas que se ubican a lo largo de la carretera del Morell y en unas casitas aisladas que tenemos en la avenida de Salou», tal como concreta el concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio. Ese será el germen de la futura expansión de la recogida puerta a puerta en aquellas zonas en las que su desarrollo resulte beneficioso.

Los vecinos sacarán la basura en un cubo, siguiendo un calendario donde se indicarán fracciones y días, como en otros municipios de la comarca. Foto: Alba Mariné

«Queremos empezar por esos dos puntos y observar bien el funcionamiento para estudiar luego las posibles líneas de crecimiento», añade Rubio, que incide en que «se trata de un sistema que debe ajustarse muy bien a las áreas donde sea más conveniente porque este tipo de recogidas son muy caras pero muy eficientes en el ámbito de la sostenibilidad».

El puerta a puerta, tal como lo concibe actualmente el gobierno municipal, «tiene mucho sentido donde haya viviendas unifamiliares. En cambio, en bloques de pisos o en grupos mayores no serviría».

El funcionamiento sería el clásico para los formatos de estas características. «Los vecinos dejarían, colgado a la puerta de su casa, el cubo con la basura de la fracción que toque cada día, según el calendario previamente establecido, y el servicio se lo pasaría a recoger siguiendo ese mismo calendario», concreta Rubio, que subraya «la eficiencia» a nivel de separación que el puerta a puerta proporciona. La idea no es nueva. De hecho, tal como recuerda el propio concejal, «se está activando en el resto de Catalunya y, en la misma comarca, muchos pueblos de dimensiones reducidas también lo están haciendo porque sirve».

La prueba transcurrirá en la carretera del Morell y la avenida de Salou por las particularidades que ofrecen los grupos de viviendas que en ellas se encuentran. Basándose en los resultados que se obtengan allí, a través de esta primera toma de contacto que protagonizarán los vecinos de ambos ámbitos, el Ayuntamiento estudiará su ampliación a otras partes de la ciudad que igualmente cumplan los requisitos para ello.

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