Prades mira al cielo en busca de Lágrimas de San Lorenzo
Centenares de personas se acercan, estos días, a las Muntanyes de Prades para disfrutar de las Perseidas, que aún se verán este fin de semana
Las Perseidas, o más conocidas como Lágrimas de San Lorenzo, no son la lluvia de meteoros más intensa del año (son las Gemínidas, en diciembre), pero sí la más famosa. Seguramente por ser en pleno mes de agosto, en medio de las vacaciones de mucha gente y las buenas temperaturas nocturnas. La premisa para disfrutar del ‘espectáculo’ es encontrar un cielo de buena calidad: oscuro, sin contaminación lumínica. Y las Muntanyes de Prades son la opción ideal, y por la que muchos optan, con la certificación de Espacio de Medio Nocturno Protegido, por parte de la Generalitat; y Destinación Turística Starlight, de la Fundación Starlight. «Uno de los mejores cielos de Europa», resume el astrofotógrafo y guía astronómico del Parc Astronòmic Muntanyes de Prades, Aleix Roig.
El turismo astronómico está más que consolidado en la zona de Prades durante todo el año. Pero estos días de agosto hay un repunte de visitantes en busca de las esperadas Lágrimas de San Lorenzo, que todavía podrán verse este fin de semana, con una actividad de unos 10 meteoros por hora. El pico de las Perseidas fue entre el 11 y el 13 de agosto. En Prades, fue el domingo cuando se vio mayor cantidad, aunque había luna creciente, explica Georgina Serven, del Parc Astronómic Muntanyes de Prades. Lunes y martes, las nubes dificultaron la observación. No obstante, todas las actividades que está llevando a cabo el parque astronómico cuelgan el cartel de lleno, con una media de 150 visitantes diarios, que gozan de las propuestas en pequeños grupos de una veintena de personas.
«Estos días hay muchos franceses y del País Vasco», cuenta Serven. También gente que tiene familia por la zona y aprovecha por disfrutar de la astronomía, «y algún inglés e incluso alemán». Este visitante más casual se une, estos días, a aquellos que se acercan a las Muntanyes de Prades expresamente por disfrutar del cielo nocturno. «Éste es un tipo de turista que planifica mucho la visita», cuenta Aleix Roig, que relata que es sostenido durante todo el año. «Ayuda a desestacionalizar, a poner en valor el territorio y el producto Km0», valora Roig, que calcula que el Parc Astronòmic acoge anualmente a 8.000 visitantes que revierten sobre el territorio unos 500.000 euros.