Pisos sociales vinculados a formación y empleo se instalan en El Carme de Reus
Un proyecto pionero convertirá el bloque de un banco, degradado y con ocupas, en vivienda para perfiles vulnerables
El número 9 de la calle de Misericòrdia, en el barrio del Carme, se convertirá en un bloque de pisos de protección social con acompañamiento de formación y trabajo. El proyecto es pionero en Reus. El edificio, que pertenecía a un banco, lo adquirió en febrero de 2021 la Fundació Socihabitat Viladrosa Riera. Se trata de una de las entidades colaboradoras de la Agència de l’Habitatge de Catalunya, de origen leridano y que gestiona unas 300 viviendas en el territorio.
La Fundació ha empleado estos últimos meses en poner al día la situación de los inquilinos del edificio. Ha cerrado nuevos contratos con algunos que querían quedarse en el sitio mientras. Otros, que residían en cinco de las viviendas como ocupas, no han aceptado los recursos que se les ofrecían y seguirán en el proceso de desahucio que ya había activado el banco, según explica el presidente de la entidad, Ramon Viladrosa.
La compra del edificio irá ligada a la implementación de un programa de producción agrícola de proximidad y los bajos del bloque se habilitarán como punto de recogida. Las obras empezarán en septiembre. Los pisos ocupados también necesitarán reformas, que se ejecutarán a medida que se vayan desalojando. El bloque lo asumió la Fundació Socihabitat mediante el sistema de tanteo y retracto que prevé la Generalitat, como parte de un paquete junto a otra casa y a un edificio en Terrassa. El de la calle de Misericòrdia dispone de nueve domicilios en tres plantas y cuatro locales en los bajos. La previsión es que «a finales de año, las viviendas estén disponibles para acabar de arrancar el proyecto, que ya ha comenzado a funcionar».
Viladrosa destaca que no se trata simplemente de alquileres sociales sino que irán vinculados a estudios y a una tarea. «No nos limitamos a ofrecer vivienda. Planteamos también formación y trabajo», explica el presidente de la Fundació, que dice que «una de nuestras propuestas trata sobre producción agroalimentaria de proximidad y distribución directa del campo a casa o bien al centro de recogida».
Desplegarlo en Reus resultaría viable «gracias a que el edificio dispone de locales y almacenes en los bajos que se podrían aprovechar para esta función». Para ello, «se necesita gente que se ocupe del campo, que se dedique a la logística, y también estos espacios de distribución» y «lo que hacemos ahora es buscar a personas a las que les pueda interesar incorporarse en alguna de estas posiciones».
Al enrolarse en la iniciativa, se les abriría también la opción de residir en el edificio, que «creemos que es ventajoso al estar tan cerca de los locales, por una cuestión puramente de comodidad», aunque para vivir en él no es imprescindible dedicarse a eso. «Uno puede acceder al piso y trabajar en el proyecto, acceder al piso y trabajar en otro sitio o, también, trabajar en el proyecto pero no instalarse en el edificio», tal como especifica Viladrosa.
La Fundació Socihabitat Viladrosa Riera está en estos momentos «buscando terrenos por la zona de Riudecanyes o en alguna parcela próxima a Reus» donde desarrollar el cultivo de alimentos. El modelo, que ya tuvo una prueba piloto en Barcelona y Lleida, se basa en el kilómetro cero y el consumo cooperativo, y quiere fomentar «la comunicación directa entre la persona que produce y la que va a comprar» bajo la concepción de que «los productos de primera necesidad no estén mercantilizados».
La selección priorizará el arraigo
La adjudicación de los inmuebles del número 9 de la calle de Misericòrdia se llevará a cabo «con un proceso de selección en el que tendrán preferencia quienes se apunten al plan ocupacional». Pero, sobre todo, «lo que más solemos hacer es priorizar el arraigo a la zona», apunta Viladrosa.
«Procuramos que el edificio sea sostenible en el sentido de equilibrar pisos que tengan bonificación y un precio muy reducido con otros que tengan un importe más adecuado al mercado porque los inquilinos lo pueden pagar», precisa, y dice que «todos son personas vulnerables y el objetivo es que, buena parte de ellos, en dos años dejen de serlo».
Antes de este cambio de rumbo, «el banco propietario del edificio se dedicaba a vaciar los pisos, cosa que nunca es buena idea», indica el presidente de la Fundació. «En las viviendas que se desalojaron, entonces se metieron ocupas», añade, y «los vecinos padecieron algunas molestias». Ahora, «los que han mostrado que no tenían interés por regularizar su caso siguen en el proceso de lanzamiento».
La AV L’Harmonia aprueba el proyecto y participará en él
«Lo que nos ha planteado la Fundació Socihabitat Viladrosa Riera es un proyecto social en el que las personas, a la vez que acceden a una vivienda, se comprometen a recibir formación y desarrollar un trabajo y eso es positivo», explica el presidente de la Associació de Veïns L’Harmonia del Carme, Josep Machado.
La entidad vecinal ve con muy buenos ojos las intenciones de la Fundació en el bloque de la calle de Misericòrdia con Arquitecte Caselles. Ha recibido, además, la propuesta de tener un papel relevante en su intervención y, por eso, «hemos quedado para mantener una reunión con ellos y concretar de qué manera participar», añade Machado, que dice que, de entrada, «estamos encantados».
Y es que «como asociación, nos sentimos contentos y nos parece un gran acierto que algo que estaba abandonado y con ocupas, que a veces generaban molestias al resto, se vaya a poner muy pronto al servicio de personas que lo necesitan. Creemos que es realmente positivo», precisa el líder vecinal. Machado recoge el guante de la Fundació y subraya que «podemos llevar a cabo una función de orientación porque seguro que hay personas del barrio que pueden estar faltos de un trabajo o de un hogar».