‘Pegasus’ asoma en la política municipal reusense
‘Errores informáticos’ y teléfonos. Junts inicia con mal pie las primarias para elegir alcaldable y repetirá la recogida de avales tras ser impugnada por Víctor Terradellas
Algunas casualidades tienen su miga. La presentación de una segunda candidatura ha agitado las primarias para elegir alcaldable de Junts per Catalunya en Reus, porque no estaba en el guión. Y menos después de que la escenificación del adiós de Carles Pellicer invitase a considerar a Teresa Pallarès candidata in pectore a la alcaldía, con un acuerdo con el PDeCAT ultimado. Pero en estas, Víctor Terradellas decidió dar el paso, que de momento ha provocado un inicio esperpéntico del proceso de primarias.
El pasado viernes, Junts anunció que Pallarés sería la única candidata porque Terradellas no había superado el mínimo exigido del 20% de avales de la militancia, decisión recibida con incredulidad e indignación por el eliminado, que aseguraba haber presentado los apoyos necesarios. Tal como avanzó el Diari, impugnó el resultado y ayer Junts comunicó que se repetirá la recogida telemática de avales a causa de “un error informático”.
Pese a su dilatada trayectoria dentro de la antigua Convergència –fue secretario de relaciones internacionales– y su cercanía con los presidentes Mas y Puigdemont, Terradellas puede considerarse un outsider en este proceso, porque el aparato de Junts ya había apostado por Pallarès.
Será interesante ver el resultado que cosecha un independentista de toda la vida frente a la candidata oficialista en un momento en que las aguas del partido y del soberanismo en general bajan revueltas. Un escenario que probablemente no entusiasme a las altas esferas de Junts, a su vez enfrascadas en una delicada renovación de la dirección, tras el adiós de Jordi Sánchez como secretario general y la renuncia de Carles Puigdemont a la presidencia.
Hablaba de casualidades porque la decisión de Víctor Terradellas coincidía en el tiempo con el escándalo del espionaje masivo a políticos y activistas independentistas mediante la infección del software Pegasus en sus teléfonos móviles. Y Terradellas ha sido noticia en los últimos años especialmente por su teléfono.
Recordemos que en 2018 fue detenido en el marco de la Operación Estela, que investigaba presuntas subvenciones irregulares a las fundaciones Catmon e Ingman, dedicadas a la cooperación internacional y dirigidas por el reusense. En la exploración del móvil confiscado a Terradellas se hallaron conversaciones grabadas con menciones a conexiones rusas, entre ellas la célebre frase sobre lo que sucedería si diez mil soldados rusos viniesen a apoyar la independencia catalana.
Espiados ‘oficiales’ y otros
La Guardia Civil se basó en dichos contenidos para perseguir los nexos del soberanismo catalán con Rusia. La denominó Operación Volhov y consiguió autorización judicial para monitorizar móviles y coches de dirigentes históricos de CDC y ERC que formaron el llamado estado mayor del procés.
Terradellas siempre ha negado ser el autor de las grabaciones halladas en su teléfono, y es evidente que lo que ahora sabemos sobre la utilización de programas espía es un argumento que ayuda a sustentar su versión. En cualquier caso, el móvil del independentista reusense sigue confiscado por la justicia y no le ha sido devuelto, con lo que no ha sido posible realizarle ningún examen forense.
Volviendo al caso Pegasus, se da la circunstancia que el hasta ahora único espiado oficial en la ciudad, Jordi Domingo, también pertenece a Junts per Catalunya, además de a la Assemblea Nacional Catalana. Ingeniero técnico agrícola, postgrado en gestión ambiental y máster en planificación territorial, había participado en grupos de trabajo sobre una futura república digital. El CNI vio en él un peligro para la seguridad nacional-
La entrevista que Raúl Cosano le ha realizado esta semana en el Diari es de lectura imprescindible para saber de qué estamos hablando cuando eres víctima de espionaje por parte de los servicios secretos del Estado.
El recorrido de estos asuntos y similares será largo, porque hay más personas relacionadas con Reus que han sido espiadas. Y así les consta a los afectados porqué en los últimos tiempos han conocido evidencias de que su privacidad fue asaltada en el marco de operaciones desarrolladas al margen de la ley.
Pero como esas informaciones pertenecen a sus protagonistas, y además están bajo secreto de sumario, habrá que esperar que algún día las víctimas accedan a revelarlas, o que las actuaciones judiciales en las que han aflorado estos datos sean públicas.