Más incendios en edificios en Reus: se declara uno cada cuatro días
En 2022, Bombers apagaron 88 fuegos en inmuebles, la cifra más alta de la última década. Ayer en la avenida de Salou hubo otro. Manipulaciones de equipos eléctricos y plantaciones ‘indoor’ elevan la estadística
Un total de 88 incendios en edificios de la ciudad movilizaron efectivos de Bombers en 2022, casi uno cada cuatro días, según los datos facilitados por el cuerpo de salvamento y extinción. La cifra supera en seis intervenciones la del año anterior y resulta ser la más alta desde 2010 –entonces se atendieron 68 episodios, 20 menos–, hasta donde alcanzan las estadísticas públicas de la Generalitat.
Este 2023, en Reus ya se ha dado algún caso. El 24 de enero tuvo lugar seguramente el más grave. Las llamas originadas por la recarga de un mechero en un bloque de la avenida del Cardenal Vidal i Barraquer dejaron múltiples evacuados, una decena de heridos de diversa consideración y un detenido. Las zonas comunitarias y las instalaciones del edificio sufrieron amplios daños.
Y el domingo pasado, 19 de febrero, un piso del barrio Fortuny quedó inhabitable por los efectos del humo a raíz de un fuego desencadenado cuando la familia estaba fuera. Ayer mismo, hacia las 16.32h., Bombers respondieron a un aviso por un incendio en el número 69 de la avenida de Salou. El fuego se declaró en una vivienda de la segunda planta, ardieron la televisión y el mueble y la humareda se extendió por la escalera, tal como detalló el cuerpo. Al lugar se desplazaron cuatro vehículos que trabajaron en ello durante alrededor de hora y media.
El jefe del Parc de Bombers de Reus, Jordi Palau, pone esta tendencia ascendente en contexto. «Venimos de la pandemia», recuerda, e indica que un tiempo atrás «la recogida de datos no era tan precisa como lo puede ser ahora». Palau señala que «no hablaría de un incremento importante» y concreta que «probablemente cuestiones como las manipulaciones de equipos eléctricos han subido algo».
Aunque no corresponde a Bombers determinar las causas de los sucesos, porque «no llevamos la investigación y no podemos afinar por qué ha habido un incendio», su experiencia y el trabajo sobre el terreno sí les permite intuir dinámicas.
En este sentido, Palau constata que en los últimos tiempos «también se han ido incorporando todos los temas vinculados a las plantaciones de marihuana ‘indoor’ que, al final, acaban siendo de igual manera una manipulación de las instalaciones». Este 15 de febrero, la Guàrdia Urbana de Reus detuvo a tres personas tras localizar en unos bajos de la avenida de Barcelona, en el barrio Gaudí, cerca de 600 plantas secándose colgadas del techo e incautó lámparas y magnetotérmicos.
Si bien algunas casuísticas parecen repuntar, por contra, «no hemos notado que haya una subida en los incendios en cocinas», especifica Palau. Y sobre la repercusión de los sistemas de calefacción durante la época de frío, explica que «en diciembre y enero normalmente hay un pico importante de incidencias y llegamos a duplicar las de los otros meses por calefacciones que hacía tiempo que no se ponían en marcha y no han tenido un mantenimiento o aparatos».
Con la información aportada por Bombers, en 2022, enero y diciembre fueron los meses con más intervenciones por fuegos en edificios: 12 y diez, respectivamente.
En febrero se realizaron ocho actuaciones de extinción de este tipo, en marzo fueron siete, hubo ocho en abril, seis en mayo, siete en junio, cinco en julio, ocho en agosto, se hicieron cuatro en septiembre, siete en octubre y seis en noviembre. En total, fueron 88.
En uno de aquellos fuegos, en febrero, en un domicilio de la avenida de Mossèn Ramon Muntanyola, perdió la vida un hombre de 82 años. Y en enero, un cortocircuito en uno de los rellanos de un bloque de pisos de la calle Muralla había obligado a atender a 13 personas por inhalación de humo. La antigüedad de los inmuebles puede resultar un factor de riesgo y los empalmes ilegales revisten un peligro relevante.
En cuanto a consejos orientados a la prevención, el jefe del Parc de Bombers de Reus apunta que «hay diferentes formas como instalar sistemas de protección, revisar los de calefacción o no sobrecargar las instalaciones». Estar pendiente mientras se cocina o limpiar la campana extractora o colocar detectores de humo también ayuda.