Más controles policiales en las urbanizaciones de Reus para evitar robos en verano

La Unitat de Proximitat de la Guàrdia Urbana destina efectivos para reforzar la seguridad en zonas residenciales. Entre junio y agosto se han hecho más de cien dispositivos

La Guàrdia Urbana de Reus ha intensificado su presencia en las urbanizaciones este verano. Con el calor, las ventanas abiertas y las horas en la playa, las casas se convierten en blancos para los ladrones. Y para disuadirlos, la Guàrdia Urbana de Reus está efectuando controles de forma aleatoria en estos puntos.

Según detallan al Diari fuentes municipales consultadas, entre el 1 de junio y el 20 de agosto, se han realizado un total de 111 controles y patrullajes en ocho urbanizaciones. Estas son: Aigüesverds, Blancafort, Lledoners, Mas Carpa, Sant Joan, El Pinar, Parc del Ferrocarril y Xalets Quintana. En conjunto, la policía ha registrado intervenciones a 15 vehículos y 16 personas.

«Vemos más policía», valora el presidente de la Associació de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, que relata que «ahora llevamos una temporada larga en la que estamos más tranquilos». Más allá de los controles en los accesos de las urbanizaciones, «también hemos visto más presencia policial por las calles», añade. Y, a la vez, valora la función de la comisaría móvil de proximidad. Una iniciativa puesta en marcha a principios de 2022 para facilitar la recogida de denuncias ciudadanas e información a pie de calle, a través de un furgón que va recorriendo los barrios. En Aigüesverds, donde Massó es también el presidente, «se desplace semanalmente», valora.

De hecho, es la misma Unitat de Proximitat de la Guàrdia Urbana quien está llevando a cabo estos controles de verano en las urbanizaciones, complementando el resto de tareas de proximidad. Uno de los principales objetivos de este tipo de actuaciones es la prevención, intentando interceptar sorpresivamente a personas que puedan acudir a urbanizaciones para robar en el interior de viviendas o a llevar a cabo tareas de vigilancia previa a estos actos delictivos. Por otro lado, también se busca disuadir a los delincuentes. Y es que suelen realizar, primero, vigilancia. «Si ven controles policiales, disminuye la sensación de impunidad», señalan fuentes consultadas. Con todo, la Guàrdia Urbana intenta incrementar la sensación de seguridad entre el vecindario de las urbanizaciones. Y así lo perciben los vecinos.

El presidente de la asociación vecinal de El Pinar, Ton Sotorra, relata que a principios de agosto hubo un intento de robo en una casa de la urbanización. «Entraron en una vivienda y el vecino estaba dentro», explica. Al final, el ladrón no se llevó nada, pero saltaron las alarmas del vecindario. «Contacté con la concejala de seguridad ciudadana y convivencia», dice, y a partir de ese momento «hubo un aumento más importante de presencia de la Guàrdia Urbana» y la situación se tranquilizó de nuevo. Desde entonces no se había producido ningún caso más, aunque este pasado domingo hubo un nuevo intento: «Sonaron las alarmas de una casa». Las cámaras captaron a un hombre vestido de negro, con pasamontañas, en la zona del jardín.

«Todos tenemos alarmas y perros...», comenta Sotorra. Estos meses también hay más presencia policial, «y más no podemos hacer». Lo que sí reclaman desde hace tiempo desde las urbanizaciones es la instalación de cámaras de videovigilancia en caminos y carreteras de acceso. «Todas las han instalado en el centro, y las próximas también serán en el centro», lamenta Sotorra. Con lo que sí cuentan es con un lector de matrículas en la avenida de Les Torres, en la parte que es del término municipal de Castellvell del Camp. «Pero es solo una de las entradas», dice, y añade: «Si hubiera cámaras en todos los accesos, las medidas serían más efectivas».

En el caso de Aigüesverds, cuentan con vigilancia privada 24 horas, lo que permite una primera voz de alerta e intervención más rápida. «Si hay cualquier cosa, el vigilante llama a la policía», expone Marcos Massó. Durante el día, cuentan con un vigilante, y por la noche, hay dos. Y es que «las horas más complicadas son entre las 20 h y las 05 h», detalla.

Tanto Sotorra como Massó coinciden en que, por ahora, llevan una temporada tranquila, aunque «los ladrones siempre van probando», recuerdan.

Más robos con violencia, pero bajan los que son con fuerza en domicilios

Según el último Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior, durante el primer trimestre de este año hubo en Reus 73 robos con violencia e intimidación, un 69,8 % más que en el mismo periodo de 2023. También incrementaron los hurtos (320 casos, un 8 % más que el año anterior). No obstante, los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones descendieron un 26 % entre enero y marzo de este año en comparación con el mismo periodo de 2023: si el año pasado se registraron 138, este fueron 102. Concretamente, los robos con fuerza en domicilios bajaron, aunque tímidamente (-2,6 %): en 2023 fueron 77 y el primer trimestre de este año, 75.