Más árboles, zonas de sombra y pavimentos permeables en Reus para crear refugios climáticos
Los patios de cuatro escuelas serán renaturalizados, se recuperará la Bassa Nova y se creará un parque en Misericòrdia. La ciudad aún necesitará de más áreas para cumplir con los mínimos de la OMS
Reus tiene proyectados, para los próximos años, cerca de 30.000 metros cuadrados de nuevas zonas verdes. Áreas que actuarán como refugios climáticos, es decir, espacios que proporcionan confort térmico, «con las condiciones adecuadas para afrontar el cambio climático», señala Xavier Pedro, técnico de Gepec-EdC.
Por un lado, hay la intervención prevista por el Ayuntamiento en los patios de cuatro escuelas de la ciudad, que serán dotados de más árboles y zonas verdes. Se trata de la Pompeu Fabra, General Prim, Teresa Miquel i Pàmies y Marià Fortuny que, en total, sumarán unos 4.200 m2 de espacio urbano naturalizado, según consta en la descripción del proyecto presentada en la convocatoria de subvenciones para la renaturalización y resiliencia de ciudades 2022, de los Next Generation.
En paralelo, el consistorio proyecta otro refugio climático en la zona de la Bassa Nova, en el Passeig de la Boca de la Mina, aprovechando la actuación de recuperación de esta balsa, actualmente en desuso. En este caso, la intervención será sobre una superficie de 3.907,02 metros cuadrados.
Un cuarto proyecto sería la zona verde de 2 hectáreas prevista detrás del santuario de Misericòrdia. Este caso es de iniciativa privada: ejecutada por Unifamiliar Sant Jordi –junto a la construcción de un bloque de 40 viviendas en la zona– y una vez terminada, la recibirá el Ayuntamiento.
Todas estas nuevas zonas verdes se sumarán a los más de 46.000 m2 que la ciudad ya ha creado en los dos últimos años, a través del Parc del Roquís, el skatepark, El Parc dels Olors, el Jardí Agrari, entre otros. En su suma, la ciudad podría superar los 820.000 m2 y se situaría sobre los 7,5 m2 de zona verde por habitante (en 2021 eran 6,92). No obstante, todavía estaría lejos del mínimo recomendado por la OMS (10 m2/habitantes), aunque Reus calcula que el escenario potencial es alcanzar los 16 m2/habitante.
Cabe recordar que el Ayuntamiento ya trabaja sobre RENATUReus, el proyecto de renaturalización de la ciudad. Es aquí donde se enmarcan las actuaciones en el patio de cuatro escuelas y también se prevén redactar varios planes: de infraestructura verde y azul de biodiversidad; de refugios climáticos; y el plan director de Sistemes Urbans de Drenatge Sostenible de Reus (SUDS).
Recuperar refrigeración natural
La importancia de crecer en zonas verdes es que «son sistemas naturales que rebajan la temperatura», comenta Pau de Solà-Morales, profesor de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura. Explica que «la ciudad del siglo XIX y XX expulsó la naturaleza, a favor del hormigón y el asfalto». Pero la consecuencia es que «las ciudades pavimentadas absorben mucho calor y cuesta desprenderse», añade.
Todo ello, junto al aumento de temperaturas de los últimos años, ha llevado a las ciudades a buscar los denominados ‘refugios climáticos’, zonas más frescas y confortables. Pero, en realidad, son difícil de contabilizar porque «lo son espacios interiores y también exteriores», explica Xavier Pedro, del Gepec. Como interiores se pueden considerar los centros cívicos, bibliotecas o centros comerciales.
Pero cada vez están cogiendo más protagonismo los exteriores que, al final y al cabo, se trata de renaturalizar las ciudades para «recuperar el sistema de refrigeración natural». En este sentido, De Solà-Morales expone que hay varias formas para intentar rebajar los grados en una ciudad: despavimentar, como podría ser utilizar pavimentos semipermeables para que haya cierta humedad en el suelo que al evaporarse refresque el ambiente; generar más zonas de sombra o incluso ampliar los alcorques de los árboles. Aspectos en los que Reus, poco a poco, va trabajando.