Los pisos de La Hispània de Reus tendrán estancias versátiles, energía solar y podrán reciclar
Será la primera promoción municipal de protección oficial desde 2014. Variando una pared, los inmuebles pasarán de 2 a 3 habitaciones o al revés. Trasladar la OAC, una opción para ocupar los bajos de los bloques. La licitación arrancará en septiembre
La promoción de vivienda protegida de La Hispània, la primera que el Ayuntamiento construye desde que finalizó La Patacada en 2014, empezará por el parking. El aparcamiento constará de 340 plazas en tres plantas que reemplazarán a las 187 con las que cuenta ahora la zona azul de la Riera Miró. El diseño del complejo es singular. El proyecto presenta algunas particularidades, la mayoría ligadas a los pisos de alquiler social que se levantarán. Placas solares, espacio para las fracciones de recogida selectiva o estancias reversibles que transforman las viviendas según el número de personas que las ocupen son algunas de ellas.
Además de 48 pisos que se asignarán a Redessa, habrá 12 más con protección en manos de la adjudicataria del proyecto y 3 privados. «¿Cómo van a ser las viviendas? Sobre todo, serán versátiles», explica la concejala de Habitatge, Teresa Pallarès. Esos 48 inmuebles se plantean con diferentes configuraciones: 18 de 65 metros cuadrados y 2 estancias, otros 18 de 55 metros y 2 habitaciones, y 12 de 75 metros con 3 habitaciones. «Tienen la particularidad de que habrá una habitación que queda en medio de cada planta y, en función de las necesidades de las familias, con una pequeña obra, esta puede pasar a formar parte de una vivienda u otra», añade Pallarès.
Y es que se ha detectado en la ciudad una carencia de pisos de más de 2 habitaciones. Redessa quiere compensar este vacío e incluso prevé la posibilidad de replantear, en el futuro, algunas estancias para darles formato mínimo tipo residencia si surgiese la necesidad. De inicio, «habrá 60 pisos que darán respuesta a 60 maneras diferentes de vivir», detalla Pallarès.
La concejala de Habitatge subraya que «se han trabajado las formas modernas y fácilmente adaptables», así como «el confort y la integración». Por eso, los domicilios se organizan a partir de una serie de «estructuras abiertas que permiten la conexión entre las personas que vivan en ellas».
En cuanto a los materiales, se han priorizado los «naturales y reciclados». Por ejemplo, «los aislamientos se harán con lana natural, menos contaminante que la sintética» y habrá algunos de madera. Los bloques «integran técnicas de sostenibilidad, tratando de captar el máximo sol posible» y «habrá placas fotovoltaicas y sistemas de aerotermia», que juegan con la temperatura exterior para climatizar.
En total, los edificios que se encajarán en el antiguo emplazamiento de las cocheras de Hispano-Igualadina serán tres. Uno se destinará a la gestión privada, con 3 plantas, y los otros dos, de 4 y 5 plantas, públicos. En metros cuadrados, se generarán 8.100 de vivienda y 7.700 de ellos se reservan para los pisos de protección oficial. En los bloques se abrirán varios accesos al aparcamiento, y a bordo del vehículo se saldrá por la Riera d’Aragó.
Una pasarela conectará los edificios, tal como recoge el proyecto, que indica que eso «generará puntos de encuentro entre los usuarios». Con ella se articulará una «galería bioclimática», que se sirva de medio para afinar el confort. Las cubiertas serán también espacios comunes que «darán lugar a una plataforma de convivencia».
Vinculados al complejo, se crearán espacios para equipamientos y locales comerciales con fachada a una plaza de nueva creación. En este sentido, Pallarès concreta que «es probable que la Oficina d’Atenció Ciutadana (OAC) pudiera ir allí», aunque matiza que «todavía está por acabar de concretarse». En el resto de bajos «se pueden instalar comercios, pero también cafeterías o restaurantes que den vida a la plaza». La licitación se pondrá en marcha en septiembre, empezando por el parking.
Redessa recupera pisos okupas para alquiler social
La Junta de Govern aprobó este 29 de julio el inicio de los trámites para recuperar de oficio dos viviendas en la calle Vapor Vell. La concejala de Habitatge, Teresa Pallarès, explica que se trata de dos pisos que son de propiedad municipal y se encuentran ocupados irregularmente. «Estábamos analizando si se trata de familias vulnerables o no», indica Pallarès, para, en caso de que no sea así, poner en marcha el procedimiento y que queden libres. En ese contexto, «podrían entrar familias que los necesiten», precisa.
La concejala recuerda que todos los pisos que se entregan a usuarios están «en condiciones dignas». De hecho, recientemente Redessa ha reformado varios de su titularidad para poder reactivarlos.
Pallarès cifra en hasta 303 los inmuebles que a día de hoy gestiona Redessa, entre los 160 de las promociones con protección, la Casa dels Mestres y la bolsa de alquiler. De hecho, en la misma sesión de la Junta de Govern se dio también luz verde a la adscripción de nuevos domicilios de la Casa dels Mestres, algunos de los cuales han vivido un lavado de cara. Redessa cogerá progresivamente las riendas de las 28 viviendas de este equipamiento para aplicarles el mismo modelo de alquiler social que al resto del parque.
El gobierno local se encuentra ahora inmerso en la redacción del Pla Local d’Habitatge 2022-2027, que ha abierto un proceso participativo para que la ciudadanía haga sus aportaciones a las políticas municipales de vivienda. El proceso participativo durará tres meses y finalizará el 14 de septiembre. El portal web participa.reus.cat ha generado un espacio en el que se publicará la información relativa al desarrollo de la consulta y habrá cuatro mesas de debate.