Los mercadillos de Reus reclaman más promoción y bajar las tasas: «A nadie le van bien las cosas»

Ni la apertura del CMQ ni, más recientemente, el Gastromercat parecen consolidarse como el empujón que los ‘marxants’ querrían. «El negocio ha caído alrededor de un 30%», lamentan

Los meses de calor siempre son mejores en los mercadillos de la costa y más complicados de remontar en Reus. Pero, este año, los marxants señalan una situación «peor que otras veces».

«Nos falta algo de promoción para que se sepa que estamos aquí, eso nos ayudaría bastante a todos» y «habrá sido por la Eurocopa, por los Juegos Olímpicos o porque la gente está pendiente de otras cosas, pero es muy difícil vender. El negocio es realmente flojo, con una caída de cerca del 30% respecto al verano anterior», lamenta Lluís Salvat, secretario de la Associació de Marxants de la Província de Tarragona.

El colectivo tiene otra petición: «Que nos bajen las tasas que nos acaban de subir», indica Salvat. ¿Es Reus una ciudad cara para instalarse? «No es que sea la más cara de la demarcación, pero es cara», añade.

La Junta de Govern Local acordó en junio la renovación de las autorizaciones para vender en los mercados ambulantes, con una prórroga de 15 años.

La medida implica a un importante volumen de paradas: el 75% de las que se ubican alrededor del Mercat Central los lunes y sábados laborables; y el 90% de los marxants que se colocan fuera del Mercat del Carrilet los miércoles. Para el resto, los permisos no expirarán hasta 2025 porque son fruto de concursos posteriores. Salvat constata que esto «da un poco de tranquilidad».

«No creo que nadie pueda decir que estemos teniendo mejores resultados este verano. El año pasado hubo más movimiento», subraya el representante de los marxants, que señala también «las compras por internet, que cada vez van a más y hacen daño», como otro de los factores responsables de «las cosas no nos van bien».

Y eso que en los mercadillos «hay de todo» y «siguen teniendo la ventaja de que el producto se puede tocar y comprar al momento, como en cualquier comercio físico». Desde moda hasta ropa del hogar, zapatos, menaje, plantas y casi reliquias como las antiguas cintas de cassette y CDs forman parte de la oferta.

En cambio, los precios, «seguimos ajustándolos» y «hay quien trata de regatear», indica Salvat. El perfil del comprador, personas «de todas las edades. No es un problema de que no cale entre los jóvenes».

Del Gastromercat, la terraza que abrió hace pocos meses tras las obras que modificaron la fachada del Mercat Central y dieron lugar a una nueva plaza, «no hemos notado nada, no atrae a más gente», afirma Salvat, salvo que «hubo que cambiar de sitio algunas paradas».

Y el CMQ, que «al principio pareció que podía surtir efecto», con el paso del tiempo «se ve que no ha sido así: la gente va a consulta y se marcha, no es como un hospital».

Otra vendedora del mercadillo ambulante que se despliega rodeando al Mercat Central, Elena Moreno, se expresa en la misma línea: «Las ventas están muy mal. Los mercadillos ya no son lo que eran ni mucho menos. Viene menos gente y la que viene compra menos. Todo ha subido, sube el género de fábrica, a nosotros nos suben lo que pagamos por ponernos y se forma una cadena que lo arrastra todo».

Reunión en septiembre

El concejal de Promoció Econòmica, Innovació i Coneixement, Josep Baiges, detalla que mantiene contacto directo con los marxants para estar atento a sus demandas. «La ocupación de los tres mercados semanales de Marxants de Reus es muy alta; el sábado, alrededor del Mercat Central, roza el 100%, concreta».

En cuanto «la cuota, sí que este 2024 se incrementó un 10%, siguiendo la tendencia del resto de tasas, pero pese a ese aumento, en el caso de marxants, es aún inferior al importe vigente en 2021». Está previsto que en septiembre se lleve a cabo una reunión de seguimiento entre las partes.

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