Los bomberos remojan durante la noche las 110 hectáreas quemadas en Cabacés
A última hora del viernes, los bomberos conseguían ya estabilizar el incendio de Cabacés, el que más les preocupaba de los dos declarados el jueves en las comarcas de Tarragona
Un centenar de efectivos de bomberos han remojado durante la noche para asegurar el perímetro las alrededor de 110 hectáreas de suelo forestal quemadas que ha dejado el incendio en Cabacés, en la comarca del Priorat (Tarragona), una zona altamente castigada por la sequía.
"Durante esta noche, las dotaciones han continuado repasando el perímetro del fuego. No ha habido actividad de incendio ni focos nuevos, y este sábado se seguirá remojando la zona", han explicado los Bomberos de la Generalitat.
A última hora del viernes, los bomberos conseguían ya estabilizar el incendio de Cabacés, el que más les preocupaba de los dos declarados el jueves en las comarcas de Tarragona, donde también se inició otro fuego, también ya controlado, en Porrera.
Unas setenta dotaciones de los Bomberos continúan trabajando a últimas horas de la tarde del viernes en la extinción del incendio de Cabacés, aunque se fueron retirando vehículos paulatinamente, según han informado los Bomberos de la Generalitat.
Una cuarentena de vehículos siguen en la zona para continuar la vigilancia y trabajar en puntos calientes.
Hacia las tres de la tarde del jueves llegó la alerta del incendio de Cabacés y una hora después la alarma del fuego en Porrera, a poco más de 9,5 kilómetros de distancia y, en ambos casos, los Agentes Rurales atribuyen la causa, en un principio, a las líneas eléctricas.
El fuerte viento de mistral y poniente que sopló cuando se desató el fuego en la zona dificultó las tareas de extinción, así como también a causa de un terreno irregular, con pocos caminos, desniveles y barrancos.
De hecho, en esa misma zona tuvo lugar en 1982 un grave incendio que dejó mas de 1.300 hectáreas quemadas del parque natural de la sierra del Montsant.
Tanto en las madrugadas del jueves al viernes como la del viernes al sábado las temperaturas bajas han ayudado sin embargo a la extinción definitiva de ambos focos.
En ningún caso ha habido que lamentar daños a personas, tan solo los vecinos de Porrera tuvieron que confinarse ayer en sus casas para protegerse del humo.
En el caso de este segundo incendio en la zona, se dio por estabilizado a las 10:22 horas del viernes, con una superficie afectada de 14,20 hectáreas, de las cuales 13,72 son forestales y 0,48 agrícolas.
En el caso de Cabacés, el gran trabajo de extinción tuvo lugar el viernes, con 74 dotaciones terrestres y 14 aéreas de los Bomberos de la Generalitat, junto a dos hidroaviones y dos helicópteros del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
De las 110,8 hectáreas afectadas por este incendio, 108,61 son forestales y 2,19 son agrícolas.