Las Tres Gràcies enmudecen Reus
El retorno de la imagen del Sant Crist al Temple de la Sang es el momento más singular de la Semana Santa reusense
A las tres del mediodía, el silencio se ha apoderado de la plaza de la Puríssima Sang de Reus. Centenares de personas estaban expectantes para presenciar, y pedir, las Tres Gràcies al Sant Crist de la Sang, algo que no dejan nunca de sorprender. Y es que la devoción con la que Reus vive el momento más singular de su Semana Santa despierta curiosidad entre aquellos que jamás han vivido en directo el momento, y cada año la plaza se llena de fieles, pero también de curiosos y visitantes.
Minutos antes, la plaza ya estaba llena, y en especial los mejores puestos: el pasillo entre la calle del Hospital y las puertas del templo, los peldaños y la fuente de la cruz que preside la zona, los balcones más privilegiados y las terrazas. Pero esta vez, los presentes no tuvieron que esperar demasiado. Como exclamaba una espectadora: «Este año todas las procesiones van muy puntuales».
Alrededor de las 14.45 h, la procesión de las Tres Gràcies ya había salido de la Prioral de Sant Pere, tras finalizar la Solemne Funció de l’Agonia. Ahora, tocaba retornar la imagen del Sant Crist de la Sang a su templo titular y se iniciaba la marcha al ritmo pausado de los Armats de la Reial Congregació de la Sang. Cinco minutos antes de las tres del mediodía, el sonido de la corneta anunciaba la llegada de la procesión a la plaza. Tras una pequeña parada, y ante el silencio y atenta mirada de todos los presentes, los Armats han empezado a picar al suelo con las lanzas y, poco a poco, han ido avanzando hasta llegar a las puertas del Temple de la Sang y crear un pasillo. El Capità Manaies ha golpeado tres veces las puertas de la iglesia y éstas han quedado abiertas de par en par.
Los tambores han dejado de sonar, pero las lanzas han seguido golpeando contra el suelo hasta, de repente, cesar. Silencio absoluto, únicamente roto por el canto de la Escolania, Cor Jove i Capella de Cantors del Sant Crist de la Sang, interpretando Vexilla Regis. Al finalizar, la imagen del Sant Crist de la Sang ha ido avanzando, rodeado de devoción, expectación y emoción. Muchos móviles en mano para inmortalizar el momento.
Al llegar al umbral del templo, el portador se ha vuelto hacia los presentes y el Sant Crist ‘ha mirado’ a toda la plaza, para que los fieles pidieran las Tres Gràcies. Han pasado unos segundos hasta que el silencio ha sido roto por un ‘Visca Crist Rei!’, a lo que la gente ha respondido: ‘Visca!’.