Las quejas ciudadanas por malos olores se concentran en la zona de Blancafort de Reus
La aplicación Nasapp, desarrollada por Eurecat, recoge las alertas generadas por vecinos y se contrastan para verificar y determinar el origen de los episodios
Reus no es que sea la ciudad con más episodios de malos olores, pero sí dispone de una ciudadanía muy activa dispuesta a indicar cada vez que se percibe un descenso de la calidad del aire. Lo hacen a través de Nasapp, una aplicación que puede usar cualquier ciudadano cuando percibe un episodio de malos olores. Sólo tiene que descargarse la app, geolocalizarse y registrar un episodio, identificando el tipo de olor, la intensidad y, si se desea, añadir comentarios complementarios, archivos o fotos.
A través de esta herramienta, en el último año (entre el 10 de junio de 2021 y el 3 del mismo mes de 2022) se han registrado en todo el mundo un total de 4.211 alertas, según se puede observar en el mapa de participación ciudadana disponible en Nasapp. Unos registros que, como se destaca en la misma herramienta, son «no verificados».
De estas más de 4.200 alertas, 3.108 se han realizado en España y, más concretamente, unas 2.700, en Catalunya. Mirando más al detalle, se observa que unos 1.274 registros se han hecho desde Reus, con una importante concentración en la zona de la urbanización Blancafort y alrededores, como se observa en el mapa que acompaña esta información, imagen que muestra los datos marcados en Nasapp a fecha de ayer y que, como se señalaba anteriormente, recoge las quejas ciudadanas realizadas en el último año.
Son alertas subjetivas, pero que posteriormente se contrastan y verifican. Y es que detrás de todo ello hay el trabajo científico técnico del Centre Tecnològic de Catalunya, Eurecat, desde donde se diseñó y creó hace más de una década este sistema de gestión de la contaminación odorífera, promoviendo la participación del ciudadano. «Se convierte información subjetiva en objetiva, mediante inteligencia artificial, la modelización de orografía y corrientes de viento para monitorizar y caracterizar los episodios de olores y determinar el origen con algoritmos de backtracking», describen fuentes consultadas de Eurecat. Añaden que, con la gestión de los datos, «se obtiene un indicador fiable de la magnitud de la afectación real de los ciudadanos por episodios de malos olores». Unos datos que «son utilizados como guía en medidas de prevención de la contaminación odorífera y, posteriormente, para la verificación de la efectividad de las acciones correctivas», añaden las mismas fuentes.
De hecho, la aplicación no únicamente es un servicio a disposición de la ciudadanía, sino que también va dirigida a empresas y administraciones públicas a través de Nasapp Cloud. Se trata de un gestor que permite consultar y procesar toda la información que remiten los ciudadanos. Así pues, en el caso de empresas, pueden consultar el impacto a tiempo real de su actividad, identificando qué acciones de la actividad causan más afectación por olores. Todo ello permite tener conocimiento de episodios y, por lo tanto, poder actuar para, posteriormente, verificar la efectividad de las acciones correctivas aplicadas. En el caso de las administraciones públicas, también reciben toda esta información, con la que se pueden identificar los focos de malos olores, permitiendo actuar.
Consultado el Ayuntamiento de Reus, fuentes municipales indican que el consistorio tiene un convenio de colaboración con Eurecat para la utilización de la aplicación Nasapp. «El sistema se ha adoptado como herramienta de prevención y detección en el marco de la política de mejora y cuidado de la calidad del aire», detallan las fuentes. Desde el consistorio reusense, se valora la aportación ciudadana en esta cuestión y, aunque «subjetiva», posteriormente «la tecnología hace posible el registro de observaciones y su seguimiento, así como la identificación objetiva de episodios odoríferos». Unos datos que desde el Ayuntamiento destacan que permiten gestionar los conflictos debidos a episodios de malos olores y medir la efectividad de medidas planteadas.
Desde Eurecat detallan que todos los datos configuran un repositorio histórico que, a medida que crece, «permite precisar cada vez con mayor precisión los episodios de olor y el origen y la dinámica».
Como se comentaba anteriormente, y se visualiza en el mapa adjunto, la mayor concentración de alertas de episodios de malos olores en Reus se detecta en la zona de Blancafort. La mayoría de ellas están marcadas como de intensidad fuerte o muy fuerte y, si se va al detalle de cada uno de los registros, la ciudadanía describe el tipo de hedor como de abono/purines.
En este sentido, cabe recordar que los vecinos de esta urbanización hace más de una década que se quejan de los malos olores de una granja porcina próxima. La actividad cesó durante tres años, después de que el anterior propietario se jubilara, pero desde hace dos que la granja vuelve a estar operativa, y el hedor se ha hecho nuevamente presente, lo que ha hecho aflorar las quejas. Y es que, como recuerdan desde la Associació de Veïns de la Urbanització Blancafort, con el anterior propietario habían acordado que, cuando se jubilara, la granja cerraría. «Pero no ha sido así», exclaman.
Además del incumplimiento de este acuerdo, denuncian que la distancia entre las casas y la granja es muy inferior a lo que especifica la ley: el Real Decreto 306/2020, de 11 de febrero, marca que la distancia mínima tendría que ser de un 1 kilómetro y, según los vecinos, las casas más cercanas estarían a unos 200 metros.
Ante la situación, la asociación vecinal ha contratado los servicios de un bufete de abogados y también ha hablado con el Ayuntamiento. Por su parte, el consistorio expuso al Diari el pasado mes de marzo que, dentro de las competencias, se hizo una serie de requerimientos al gestor de la explotación comprobándose que «no existía ninguna irregularidad» pero que en una reunión a tres bandas, éste se habría comprometido a implementar, en un periodo de cuatro meses, una serie de medidas para minimizar las molestias. Posteriormente, el Ayuntamiento «informó favorablemente al control periódico de la licencia» de la granja, lo que indignó aún más a los vecinos, que tienen claro que agotarán todas las vías para poder vivir sin más hedores.
Los vecinos de la urbanización de Blancafort se muestran unánimes en afirmar que «no se puede estar en casa». Según cuentan, estar fuera de la vivienda los días de mayor olor es insoportable, pero que en el interior de las casas no se gana demasiado «porque el hedor se queda impregnado». Además, la situación empeora en verano, cuando las plagas de moscas se unen a las molestias ya causadas por los malos olores. La asociación vecinal tiene conocimiento de que el Ayuntamiento de Reus tiene acceso a los datos que ofrece la aplicación Nasapp, por lo que se muestran aún más sorprendidos de que «después de todo, la actividad continúe». Como destacan, «queremos que se adopten las medidas que convengan para mitigar los olores».