Las empresas instaladas en Reus crecen un 20% en cuatro años
La capital del Baix Camp cuenta con alrededor de 4.300 actividades económicas centradas, sobre todo, en el comercio y la hostelería
El número de empresas ubicadas en Reus no ha parado de crecer en los últimos años, tampoco durante la pandemia. En comparación a 2019, actualmente hay un 20% más de actividades económicas. Concretamente, el pasado mes de agosto se contabilizaron 4.307 empresas y, cuatro años atrás, eran 3.592 en el mismo periodo, según el Observatori de Dades del Ayuntamiento de Reus.
Como destacaba recientemente al Diari el concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats, «tenemos 700 actividades más respecto 2019». Crecen especialmente los servicios a las personas, «como dentistas, estéticas, fisioterapeutas... Cosas que internet no te puede dar» y resumía: «En Reus crece la población, aumentan las actividades económicas y se reduce el paro».
En este sentido, la capital del Baix Camp tendría más de 110.000 habitantes (según cifras del mes de julio del Observatori de Dades, pero con unas 3.200 personas en revisión) y 5.691 parados, un 6% menos que en 2019, antes de la pandemia.
Por zonas, el núcleo antiguo es el que concentra mayor número de empresas: 409. El comercio y la hostelería son las principales actividades económicas y ambos sectores suman en esta área de la ciudad 267 empresas. En la calle Llovera, por ejemplo, en estos últimos años ha habido nuevas aperturas. La mayoría responden a rotación comercial, como la nueva zapatería que abrió puertas recientemente en el local que había sido el Forn Mariné. Pero también se han dinamizado espacios que hacía muchos años que no albergaban ninguna actividad.
Es el caso de la perfumería Druni, que ocupa lo que fue una oficina de Caja Postal/Argentaria (BBVA tras la fusión). El local permaneció cerrado durante dos décadas porque estaba afectado por una compleja cuestión de licencia urbanística. Finalmente se resolvió y hace un par de años que se reactivó con la perfumería. A escasos metros, otra antigua oficina (la del BBVA entre plaza Pintor Fortuny y calle Llovera) también alberga actividad desde hace año y medio, tras bastante tiempo cerrado y, ahora, es la cafetería 92 grados.
Otra área importante a nivel comercial, y donde también ha habido nuevas aperturas en los últimos años, es el barrio Niloga (178 actividades) junto a la zona Ample (257). La mayoría son comercios y restauración (191). Entre las aperturas recientes hay la pescadería La Llotja, en la calle Ample, prácticamente en plaza Llibertat, y adentrándose más en el barrio hay otros ejemplos como la tienda de golosinas La Piruleta Vermella, en la calle de Antoni Gaudí número 8.
Abrió puertas a finales del pasado mes de mayo con Cristina y Raúl al frente. Ambos tienen experiencia de cara al público y querían emprender su propio proyecto. Si se decidieron por las golosinas es «porque hay poca competencia», señalan. Y es que «tiendas de ropa y zapaterías hay muchas». Y buscando la diferencia optaron por los dulces, «y no solo se trata de chucherías, también hacemos cestas, que tienen mucha salida entre gente más edad, y globos. Todo lo relacionado con los eventos», resumen.
Ambos ya tenían cierta relación con el sector. Como recuerda Raúl, «mi abuelo estaba en la antigua feria de Salou, con los dulces y el algodón de azúcar». En cuanto a la ubicación, optaron por el Niloga «por el barrio en sí», destacando, sobre todo, la tranquilidad y el hecho de ser una zona muy comercial pero, a la vez, «con locales con precios más asequibles» que en pleno centro de Reus.
Referente al barrio Niloga, cabe recordar que la Associació de Veïns Reus Nord quiere impulsar la reactivación de locales comerciales, apostando por la artesanía y el Km0 con el proyecto conocido como el Barri dels Artesans. Además, en una línea similar, el consistorio tiene previsto desplegar en esta zona una nueva fase de ‘Reus Espais Vius’. «Pero de momento está todo parado, todavía no nos hemos reunido con el nuevo consistorio», señala el presidente vecinal, Josep Ramon Ferré.
Desde otras zonas, como la Pastoreta, cuentan que el comercio de barrio se mantiene activo. «Nos hemos quedado sin librería y pescadería, pero en general tenemos todos los servicios y han abierto de nuevos, como una tienda de patinetes, una de tatuajes, tenemos dos lavanderías...», detalla la presidenta de la asociación vecinal de la Pastoreta, Puri Flores.
No obstante, en los polígonos «no hemos notado un incremento destacable del número de actividades», admite el presidente de la Associació de Polígons Industrials de Reus (APIR), Vicenç Ferré. Y es que recuerda que falta espacio. Es una cuestión ya tratada con el Ayuntamiento «y el primer paso es realizar un inventario para conocer exactamente la situación, cuál es el suelo disponible y, a partir de aquí, tomar decisiones. Quizá alguna pequeña modificación puntual de los usos podría servir para empezar a desencallar», opina Ferré, pero insiste que el inventario que tiene que elaborar el consistorio es el primer paso.
En el Tecnoparc, por ejemplo, sí que hay terrenos sin edificar, pero ya tienen propietario. Por otro lado, hay el sector H12 (de Mas Sunyer, delante del Jardiland) que, justo esta semana, ha encontrado salida: los 175.000 metros cuadrados de terreno han sido comprados por la empresa inversora patrimonialista y promotora P3 Logistic Parks.