La renovación del Roserar de Mas Iglesias de Reus tirará adelante tras años de abandono
Vecinos denuncian que hace mucho tiempo que «está dejado» y reclaman mantenimiento, también en limpieza. En el barrio Juroca, el Ayuntamiento invertirá en la plaza Juli Garola
Lo que tendría que ser una rosaleda en el barrio de Mas Iglesias de Reus, con más de 150 variedades, se ha convertido en una explanada dividida en parcelas, cada una con una placa que indica el tipo de rosa que tendría que haber allí plantada. En su lugar, solo hay tierra y algunas malas hierbas y restos de rosales, pero prácticamente sin rastro de rosas. «Hace años que la rosaleda está en muy mal estado, pero ha sido en los dos últimos años que el espacio ha acabado de destrozarse», lamenta el presidente de la Associació de Veïns el Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet.
No obstante, el espacio tiene que volver a recuperar su esplendor en los próximos meses, tras años de abandono. Por un lado, las obras de la primera fase de renovación serán retomadas de forma inminente, después de quedar paralizadas a finales de 2022 por el incumplimiento por parte de la empresa adjudicataria del calendario fijado. Por el otro, las obras de una segunda fase ya han sido adjudicadas por 96.558 euros (IVA incluido) a la empresa Arboricultura Urbana i Paisatge SL. Un proyecto que forma parte del plan director de mantenimiento de la vía público de la anualidad 2022.
Sobre ambas cuestiones habló la asociación vecinal, ayer, en una reunión mantenida con las concejalías de Via Pública y de Relacions Cíviques del Ayuntamiento de Reus. «Al menos la primera fase tirará adelante de forma rápida, según nos han explicado, y la segunda, ya está adjudicada», relata Jornet. Además, habría también una tercera fase de la que, ahora, se estaría redactando el proyecto. Cada una de estas fases se centra en un área distinta del Roserar de Mas Iglesias: las dos primeras se refieren estrictamente a la parte de rosaleda y, la tercera, «es un espacio destinado a distintas plantas», detalla el presidente vecinal.
Tras años reclamando la recuperación de esta área, y después de ver cómo los trabajos de la primera fase quedaban paralizados, el barrio aplaude que, definitivamente, el proyecto de renovación tira adelante.
«Nos gusta lo que nos han explicado», destaca Francesc Jornet. No obstante reclama que, posteriormente, «se haga un mantenimiento» para evitar que el espacio vuelva a quedar abandonado. Mantenimiento que también reclama en limpieza de la zona y del barrio.
Según la memoria de la segunda fase de la renovación del Roserar de Mas Iglesias, los trabajos consistirán en sustituir las tierras y definir los parterres. También serán adecuadas las tres terrazas del parterre oeste y se generarán las jardineras que no fueron ejecutadas en la primera fase. No será hasta otoño que podrán plantarse los rosales, época del año cuando se suele hacer. En cuanto al riego, será nuevamente por goteo.
Además de arreglar el Roserar, el consistorio también prevé realizar mejoras de jardinería en otro punto de la ciudad: en la plaza de Juli Garola, el parque que hay en la calle Astorga, en el barrio Juroca. Una actuación que se incluye en la anualidad 2023 de los planes directores de mantenimiento de vía pública. En este caso, las obras todavía no han sido adjudicadas, pero sí que están en proceso de licitación por un valor de 99.711,53 (IVA incluido).
«Ya sería hora de arreglar este parque», reclamaban tres vecinos, sentados ayer por la mañana en esta plaza del barrio Juroca. Señalaban los árboles y aseguraban que «hace años que no los podan ni hacen ningún tratamiento», denuncian. Lo reclama el vecindario es mantenimiento, tanto del enjardinado, como también de limpieza. De hecho, el suelo está lleno de todo tipo de latas, botellas de plástico, bolsas de patatas, papeles... «Estamos abandonados», exclaman. También denuncian que en la acera de enfrente el consistorio arrancó varios árboles, «pero dejaron los alcorques y algún vecino ya ha tropezado y caído. Al menos podrían tapar los agujeros», reclaman.
Según la memoria del proyecto, los trabajos se llevarán a cabo en los parterres de la mitad norte de la plaza de Juli Garola. En este punto se mejorará el sistema de riego y la jardinería será renovada. También se actuará en el sistema de telegestión de riego. Ante todo, el vecindario recuerda que lo esencial es que, después, haya mantenimiento.
Más allá de la rosaleda, la reunión de ayer entre la Associacions de Veïns el Roserar de Mas Iglesias y las concejalías de Via Pública y de Relacions Cíviques del Ayuntamiento también sirvió para tratar otras cuestiones que preocupan el barrio. Entre ellas, se habló de las molestias e inseguridad en el Parc de l’Olla, la limpieza, el alumbrado, los carriles bici... Son cuestiones que, como recuerda el presidente vecinal, Francesc Jornet, preocupan al barrio desde hace años. «El Ayuntamiento se compromete a actuar», señala, aunque lo que pide son acciones. También reclaman aparatos de gimnasia «que hace años que pedimos, pero que nunca han sido una realidad», añade.